El acceso a estos metales es uno de los factores centrales de la guerra comercial entre EE.UU. y China, con Pekín controlando aproximadamente 90% de la capacidad de producción global.
MP Materials, dueña de la mina en Mountain Pass, ha llegado a un acuerdo con el Departamento de Defensa de EE.UU. con miras a reducir la dependencia de estadounidense de importaciones de tierras raras.
El acuerdo establece que durante los próximos 10 años el gobierno de EE.UU. se comprometerá a pagar a MP Materials el precio mínimo de US$110 por kilo de su producción de neodimio y praseodimio.
Esos son dos de los minerales en mayor demanda de las 17 diferentes tierras raras clave para la economía global, ya que son cruciales en la fabricación de imanes permanentes, que se encuentran en todo tipo de dispositivos, desde los teléfonos inteligentes hasta los escáner de IRM y motores eléctricos.
La medida ocurre en medio de la preocupación de que China está aprovechando su casi total control de la industria para bajar los precios y forzar a las compañías en otros países a la quiebra.
Hay 17 tierras raras diferentes y son fundamentales en la manufactura de tecnologías modernas.
Según el nuevo acuerdo, MP Materials construirá una nueva instalación en EE.UU. para incrementar la cantidad de materia cruda de la mina que se puede transformar en productos utilizables.
El lugar todavía está por definirse, pero la compañía afirma que servirá tanto a la Defensa como a los clientes comerciales.
Mucho de este proyecto será financiado por el Departamento de Defensa que adquirirá US$400 millones en activos recientemente creados.
"Esta iniciativa marca una acción decisiva del gobierno de Trump para acelerar la independencia estadounidense en la cadena de suministro", expresó el fundador y director ejecutivo de MP Materials, James Litinsky.
Mina en EE.UU. con capitales chinos
Hasta ahora, Shenghe Resources, una empresa que es en parte propiedad del gobierno chino, ha sido uno de los mayores accionistas de MP Materials.
Shenghe ha sido el único cliente de la producción de la mina californiana, lo que significaba que sus tierras raras eran enviadas a China para refinamiento.
A comienzos de este año, MP Materials anunció que dejaría de hacer eso debido a los enormes aranceles de 125% que China impuso a los bienes estadounidenses, en respuesta a los gravámenes de 145% que el presidente Trump impuso a las importaciones chinas.
La empresa añadió que los aranceles significaban que el envío de su producto a China no era comercialmente viable ni estaba en línea con los intereses nacionales de EE.UU.
Esa postura no ha cambiado desde que los aranceles fueron reducidos.
Desde hace años, el gobierno de China apoya la industria de tierras raras y domina el mercado.
Las tierras raras han sido uno de los factores principales de los esfuerzos para reparar la relación comercial entre China y Estados Unidos, que se ha deteriorado desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca.
Un alza de los aranceles llevó a Pekín a imponer un nuevo régimen para licenciar las exportaciones que limitó severamente el volumen de material que les llegaba a los fabricantes estadounidenses.
Un acuerdo para mejorar ese acceso, a cambio de levantar algunas de las propias restricciones a las exportaciones que EE.UU. impuso en otras áreas, era el tema central de las conversaciones comerciales en Londres y Ginebra entre las dos mayores economías de mundo.
A pesar de ese compromiso, EE.UU. se quejó de que no se implementó suficientemente rápido.
A más largo plazo, los suministros internos ofrecen a EE.UU. la mejor probabilidad de aumentar el acceso a las tierras raras que son cruciales para la manufactura que es parte fundamental de la visión económica de Trump para su país.
Los controles a las exportaciones de China también han sido criticados en Europa, con la votación de una resolución del Parlamento Europeo que calificó esas políticas de Pekín de "injustificadas" y "de intención coercitiva".
La resolución también instó a la Comisión Europea a acelerar la implementación del Acta de Materias Primas Críticas, que entró en vigor el año pasado con miras a reducir la dependencia de Europa de las importaciones.
En una visita a Alemania la semana pasada, el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, restó importancia a estos asuntos, afirmando que era el "derecho soberano" de su país, así como "una práctica común" controlar los bienes de exportación que tienen tanto un uso comercial como militar.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.