Altos funcionarios económicos de Estados Unidos y China reanudarán las conversaciones en Estocolmo este lunes para intentar abordar las prolongadas disputas económicas, en el centro de la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo, con el objetivo de extender la tregua tres meses y contener la suba drástica de los aranceles.
Las negociaciones comenzarán el lunes por la tarde en Rosenbad, la oficina del primer ministro sueco en el centro de Estocolmo, según informó una fuente familiarizada con la planificación de las conversaciones a Reuters. China se enfrenta al 12 de agosto como fecha límite para alcanzar un acuerdo arancelario duradero con la administración del presidente Donald Trump, después de que Pekín y Washington alcanzaran acuerdos preliminares en mayo y junio para poner fin a semanas de aumentos arancelarios y un recorte a la importación de tierras raras.
Sin un acuerdo, las cadenas de suministro globales podrían enfrentarse a nuevas turbulencias debido a que los aranceles estadounidenses volverán a niveles de tres dígitos, lo que equivaldría a un embargo comercial bilateral. Las conversaciones de Estocolmo se producen poco después del mayor acuerdo comercial alcanzado hasta el momento por Trump con la Unión Europea el domingo, que contempla un arancel del 15% sobre la mayoría de las exportaciones de bienes de la UE a Estados Unidos, incluidos los automóviles.
Tregua con China
No se espera un avance similar en las conversaciones entre Estados Unidos y China, pero los analistas comerciales afirmaron que era probable otra prórroga de 90 días de la tregua arancelaria y de control de exportaciones alcanzada a mediados de mayo.
Una prórroga de esa duración evitaría una mayor escalada y facilitaría la planificación de una posible reunión entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, a finales de octubre o principios de noviembre.
La administración Trump se dispone a imponer nuevos aranceles sectoriales que afectarán a China en las próximas semanas, incluyendo los de semiconductores, productos farmacéuticos, grúas de barco a tierra y otros productos.
"Estamos muy cerca de un acuerdo con China. De hecho, llegamos a un acuerdo con China, pero veremos cómo evoluciona", declaró Trump a la prensa el domingo antes de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sellara el acuerdo arancelario.
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Los aranceles entre EEUU y China
El Financial Times informó que Estados Unidos había suspendido las restricciones a las exportaciones tecnológicas a China para evitar interrumpir las negociaciones comerciales con Pekín y apoyar los esfuerzos de Trump por lograr una reunión con Xi este año.
Se le había indicado a la oficina de industria y seguridad del Departamento de Comercio, que supervisa los controles de exportación, que evitara medidas drásticas contra China.
Las conversaciones comerciales previas entre Estados Unidos y China, celebradas en Ginebra y Londres, en mayo y junio respectivamente, se centraron en reducir los aranceles de represalia de Estados Unidos y China desde niveles de tres dígitos y en restablecer el flujo de minerales de tierras raras, interrumpido por China, y los chips de inteligencia artificial HO de Nvidia y otros productos, interrumpidos por Estados Unidos.
Hasta el momento, las conversaciones no han profundizado en cuestiones económicas más amplias. Entre ellas se incluyen las quejas de Estados Unidos de que el modelo chino, impulsado por el Estado y la exportación, está inundando los mercados mundiales con productos baratos, y las quejas de Pekín de que los controles de exportación de productos tecnológicos, impuestos por motivos de seguridad nacional, buscan frenar el crecimiento chino.
La advertencia de Scott Bessent
"Ginebra y Londres simplemente buscaban encarrilar la relación para poder, en algún momento, negociar realmente sobre los problemas que originaron el desacuerdo entre ambos países", declaró Scott Kennedy, experto en economía china del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
"Me sorprendería que se obtuvieran resultados tempranos en algunos de estos temas, pero una extensión del alto el fuego por otros 90 días parece ser el resultado más probable", declaró Kennedy.
El secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, ya ha anunciado una extensión del plazo y ha declarado su deseo de que China reequilibre su economía, pasando de las exportaciones a un mayor consumo interno, un objetivo que los responsables políticos estadounidenses han perseguido durante décadas.
Los analistas afirman que las negociaciones entre EEUU y China son mucho más complejas que las que se mantienen con otros países asiáticos y requerirán más tiempo. El control de China sobre el mercado global de tierras raras e imanes, utilizados en todo tipo de productos, desde material militar hasta motores de limpiaparabrisas, ha demostrado ser una herramienta eficaz para influir en las industrias estadounidenses.