1 de octubre 2025 - 12:13hs

Claudia Sheinbaum cumple hoy su primer año en la presidencia de México. Como cabría anticiparlo, la relación con Estados Unidos ha dominado la agenda internacional de Sheinbaum durante ese periodo. En su conferencia de prensa matutina prácticamente todos los días debe responder a preguntas sobre algún tema de la relación México–Estados Unidos y en particular, referirse a las presiones del vecino en numerosos frentes, sobre todo en materia de seguridad, combate a la delincuencia organizada, aranceles, comercio y control migratorio.

A lo largo de este primer año, ¿cómo ha sido la interlocución de Sheinbaum con el inquilino en turno de la Casa Blanca y con su gobierno? ¿Cuáles han sido los principales temas de contención en la relación bilateral y cómo los ha resuelto Sheinbaum? ¿Cómo ha aprovechado las áreas de oportunidad? ¿Ha sido su manejo de la relación con Estados Unidos un factor que contribuye a consolidar su liderazgo presidencial?

Cambio de interlocutor en la Casa Blanca

Durante su primer año de gestión, Claudia Sheinbaum coincidió por poco más de tres meses y medio con Joe Biden y a partir del 20 de enero con Donald Trump. A lo largo de ese periodo no ha habido encuentros presidenciales; el contacto en todo caso ha sido telefónico con una frecuencia variable. Con Biden no hubo intentos públicos para programar algún tipo de reunión; en cambio, con Trump se agendó una durante la cumbre del G7 celebrada en junio en Kananaskis, Canadá, pero se debió cancelar al acortar su estancia el mandatario estadounidense. Por ende, está pendiente el encuentro Sheinbaum-Trump; de ocurrir en la Casa Blanca, habrá riesgos protocolarios por estar sujeto a las reglas de juego que fije el inquilino y a sus ocurrencias.

Donald Trump da un discurso frente a altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico. AP
Donald Trump da un discurso frente a altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico.

Donald Trump da un discurso frente a altos mandos militares en la base del Cuerpo de Marines en Quantico.

Más allá del gran contraste entre el estilo del liderazgo y de negociación de cada mandatario estadounidense, resaltan también las diferencias entre sus respectivos representantes en México. Mientras el extrovertido Ken Salazar padeció en el último trimestre de 2024 el ostracismo heredado de los últimos meses de la gestión de AMLO después de tener acceso prácticamente ilimitado al Palacio Nacional, Ronald Johnson ha logrado recuperar con discreción la interlocución de alto nivel que perdió su antecesor a la vez que les ha asignado un carácter prioritario a los temas de seguridad en su hasta ahora corta misión diplomática.

Para la conducción de la relación con el vecino del norte, Sheinbaum ha optado por ahora por conservar a Esteban Moctezuma, aunque lo habitual ha sido que cada titular del ejecutivo entrante designe a su representante diplomático en la capital estadounidense. También hay continuidad en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la unidad encargada de la relación con Estados Unidos, si bien el eje de su conducción se ha desplazado a otras secretarías, en particular, la de Economía y la de Seguridad y Protección Ciudadana.

A diferencia de sus antecesores, el canciller sólo ha viajado en dos ocasiones a Washington, DC en el año, y una de ellas fue para actividades multilaterales en la sede de la OEA.

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El elegido por Donald Trump como embajador de México, Ronald Johnson, en su audiencia de confirmación en el Senado.

El elegido por Donald Trump como embajador de México, Ronald Johnson, en su audiencia de confirmación en el Senado.

Manejo de algunos temas contenciosos bilaterales

En la extensa lista de temas contenciosos de la relación bilateral que cubren una amplia gama de ámbitos, del lado estadounidense ha habido continuidad con variantes importantes en la presión sobre Sheinbaum para que se registre mayor efectividad en la lucha contra la delincuencia organizada.

Con Trump, las dos más relevantes son la designación unilateral de seis grupos delictivos como “organizaciones terroristas extranjeras,” lo que ha permitido a Estados Unidos ampliar las herramientas a su disposición para combatirlos, y las propuestas para utilizar la fuerza militar estadounidense en territorio mexicano a fin de actuar en contra de esas agrupaciones ya sea con el consentimiento de Sheinbaum o sin él.

Adicionalmente el amplio despliegue militar estadounidense en la frontera con México a cargo del Comando Norte ha cumplido un doble papel al contribuir a contener tanto a las actividades delictivas como a la migración indocumentada.

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se reúne con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, el miércoles 3 de septiembre de 2025. AP
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se reúne con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México.

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se reúne con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en el Palacio Nacional de la Ciudad de México.

La presidenta de México ha sido firme en el rechazo a cualquier tipo de despliegue militar del vecino, pero ha favorecido un cambio en la estrategia nacional antidrogas. Su gobierno accedió además al traslado a cárceles estadounidenses de 54 reos vinculados con el narcotráfico. Para disipar las presiones, pronto se pondrá a prueba la efectividad de un mecanismo de evaluación de la cooperación bilateral en seguridad acordado en la visita de principios de mes de Marco Rubio que de hecho ya tuvo el viernes 26 de septiembre su primera reunión a nivel técnico en McAllen, Texas.

Sheinbaum identificó el fin de semana pasado los dos temas más importantes de la agenda con Estados Unidos en su primer año: la seguridad y los aranceles a las exportaciones mexicanas. Con respecto al primero, señaló que frente a la prioridad que Estados Unidos le ha otorgado al tema de seguridad hay disposición de su gobierno de colaborar en la materia “sin injerencismo ni pérdida de la soberanía.”

Donadl Trump en la Frontera. con México. EFE.jpeg

Con relación al segundo, reconoció las dificultades generadas por el cambio de las reglas comerciales a partir de la imposición de aranceles para agregar que México ha salido adelante en este ámbito porque la respuesta del equipo encargado de abordar el tema ha sido digna. En los hechos, ha evitado la confrontación o la reciprocidad para responder a la imposición unilateral de aranceles. Apenas la semana pasada, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, señaló que el objetivo es reducir al mínimo las fricciones en el tema para preparar la revisión del TMEC el próximo año.

Por otra parte, si bien es muy limitada la capacidad de modificarla, Sheinbaum ha manifestado en varias ocasiones su rechazo a la política antimigratoria de Trump mientras que se vio obligada a aclarar su postura sobre su apoyo a las movilizaciones populares en Estados Unidos, al atribuírsele en el círculo inmediato de Trump responsabilidad por las protestas violentas de junio frente a las redadas contra indocumentados en Los Ángeles, California.

Oportunidades y retos

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Noem se reunió con Sheinbaum en el Palacio Nacional de México

Noem se reunió con Sheinbaum en el Palacio Nacional de México

A lo largo de su primer año, Sheinbaum ha evitado una confrontación pública con Trump, a pesar de la amplia lista de temas conflictivos y del estilo provocativo e insultante de las declaraciones y los mensajes en redes sociales de su homólogo estadounidense. Por otro lado, sin identificar específicamente el asunto abordado, la presidenta señaló la semana pasada que hasta ahora una de las decisiones más difíciles que ha enfrentado en su gestión fue producto de una negociación con Trump.

Durante su segundo año de gobierno, una de prioridades de la agenda internacional de Sheinbaum será la revisión del TMEC, en donde se esperan negociaciones complicadas con la contraparte estadounidense sobre temas comerciales y no comerciales.

En paralelo, las presiones de Washington para intensificar la lucha contra los grupos delictivos continuarán. En ese ámbito, la inclusión explícita del combate al robo de combustible y la evasión fiscal en la agenda bilateral de cooperación en seguridad puede permitirle a Sheinbaum afianzar su poder frente a otros grupos, tomando en cuenta que las revelaciones recientes del alcance del delito en cuestión rozan muy de cerca a integrantes clave del movimiento político en el poder.

Además, varios narcodelincuentes presos en Estados Unidos han mostrado su disposición a declarar sobre sus pactos con autoridades e integrantes de todas las fuerzas políticas. Mientras se revisa el TMEC y se desentraña la madeja del robo de combustible, Sheinbaum tendrá una oportunidad para consolidar su liderazgo presidencial.

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