En Uruguay la Ventanilla Única de Inversiones ya existe, pero hoy es apenas un portal de orientación. Sirve para guiar al empresario sobre los trámites que debe hacer, no para resolverlos. En la práctica, el ciudadano sigue siendo el mensajero de una oficina a otra. Se inicia un trámite en la DGI o en el BPS y después empieza la peregrinación: Intendencia, Bomberos, MSP. Cada organismo pide lo mismo una y otra vez, como si la información no existiera ya en el Estado. El resultado es siempre el mismo. Demoras, costos y desconfianza.
Por eso, en el tratamiento del Presupuesto proponemos una modificación legal para que la Ventanilla Única de Inversiones deje de ser un portal de orientación y pase a ser obligatoria y vinculante. Queremos que el trámite se haga una sola vez y que el circuito entero corra dentro del Estado. Si Bomberos, la Intendencia o el MSP deben opinar, que reciban el expediente por la Ventanilla Única. No hay razón para que el ciudadano tenga que tocar siete mostradores distintos.
Esta reforma responde a un reclamo de la ciudadanía y debe estar en la ley, porque solo así se asegura que todos los organismos cumplan. No se trata de un capricho, sino de un cambio estructural para que Uruguay sea competitivo y atractivo para la inversión.
Con esta propuesta también planteamos innovaciones concretas. Si el Estado no responde en un plazo máximo, el trámite queda aprobado por silencio positivo, dando seguridad jurídica y previsibilidad. Cada ciudadano podrá seguir en línea el estado de su gestión, como se sigue un envío postal, sabiendo qué organismo lo tiene y cuánto demora. La Ventanilla Única notificará de forma proactiva cualquier omisión, evitando pérdidas de tiempo innecesarias. Y, en aquellos rubros de bajo riesgo que ya tienen habilitación simplificada en la normativa vigente, el inicio será inmediato, con controles posteriores.
El proyecto incorpora además un pago único consolidado para que el empresario no tenga que recorrer ventanillas pagando en distintos lugares. Y establece sanciones para los organismos que incumplan plazos o repitan exigencias ya satisfechas. Eso es lo que diferencia una declaración de buenas intenciones de una decisión política real.
Uruguay no compite solo consigo mismo. Si en Brasil o Chile se puede abrir una empresa en horas, nosotros no podemos seguir demorando meses. Quien invierte busca certezas y velocidad. El tiempo es un recurso estratégico y el Estado debe demostrar que sabe administrarlo.
La Ventanilla Única de Inversiones no es un detalle técnico. Es una señal de país moderno, capaz de simplificarle la vida a su gente y de mostrar al mundo que aquí hay seriedad, agilidad y confianza. Por eso la reforma no puede esperar.