El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) anunció este domingo que han matado a 37 terroristas, entre ellos cabecillas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), en dos ataques en Siria en las últimas dos semanas.
El pasado 16 de setiembre, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un bombardeo a gran escala contra un campo de entrenamiento del EI en el centro de Siria, donde aún siguen presentes los extremistas pese a haber perdido el territorio en el país en 2019, según un comunicado de la CENTCOM.
En esa operación murieron 28 yihadistas, incluyendo cuatro cabecillas de la agrupación extremista, se apunta en la nota.
Por otro lado, el pasado martes los militares estadounidenses lanzaron una acción en el noroeste de Siria, en la que mataron a nueve "terroristas".
Entre ellos está un líder del grupo Hurras al Din, una organización afiliada a Al Qaeda en Siria, y que está presente en la provincia de Idlib y oeste de Alepo, último bastión opositor al Gobierno sirio.
"Estos bombardeos contra el liderazgo y operativos del EI y del afiliado a Al Qaeda, Hurras al Din, representan el compromiso de la CENTCOM de derrotar las organizaciones terroristas en la zona de responsabilidad del CENTCOM y nuestro apoyo a la estabilidad regional", dijo el general Michael Erik Kurilla, comandante del Comando Central.
También indicó que "no hay indicaciones de que ningún civil haya sido herido en los ataques".
Tanto el EI como Hurras al Din están en el punto de mira de Estados Unidos que tiene como objetivo mermar las capacidades de ambas organizaciones en Siria.
El despliegue de EEUU en Siria
Hay unos 900 soldados estadounidenses en Siria, así como un número no revelado de contratistas, que en su mayoría intentan impedir cualquier retorno del grupo extremista, que tomó al asalto Irak y Siria en 2014 y controló amplias extensiones de territorio.
Las fuerzas estadounidenses asesoran y asisten a sus aliados en el nordeste de Siria, las Fuerzas Democráticas Siria, un contingente de liderazgo kurdo, cerca de zonas estratégicas donde operan grupos milicianos con apoyo iraní, como un importante paso fronterizo con Irak.
EFE