Los organizadores de El Ojo de Iberoamerica, con su presidente el argentino Santiago Keller a la cabeza, evaluaron todas las posibilidades para que el reconocido festival publicitario regional se realizara este año de forma híbrida -mezclando lo presencial y lo online- pero se dieron cuenta que era muy arriesgado. Pero más contraproducente resultaba suspenderlo en un año tan particular.