El cantante Agustín Casanova tenía un año intenso por delante. Este 2020 empezaba con el debut como jurado en televisión, en Got Talent Uruguay (canal 10) junto a Orlando Petinatti, María Noel Riccetto y Claudia Fernández, y Natalia Oreiro en la conducción. También era la primera vez que trabajaría para la pantalla local, ya que hasta ahora solo había trabajado en la argentina (Showmatch-Bailando por un sueño en dos temporadas y como protagonista de la telenovela Simona). Tenía en mente, a su vez, la grabación de nuevos temas, shows y demás. Pero, como a la mayoría de los artistas, el trabajo quedó paralizado ante la llegada del coronavirus. E incluso él tiene su casa en Buenos Aires, lo que lo tiene encerrado hace casi tres meses y sin saber cuándo podrá salir. De la pandemia y los cambios que le trajo, su carrera y una acción solidaria que emprendió habló con El Observador.
Te fuiste de Uruguay a tu casa en Buenos Aires muy pocos días antes de que la pandemia de coronavirus explotara, pero tu intención era volver a Montevideo, algo que hasta ahora no pudiste hacer. ¿Te arrepentís de no haberte quedado, viendo lo que sucedió luego?
Salió mal. Pensándolo así, que iba a durar tanto, no me hubiese ido.
¿Cómo ves la situación de Uruguay respecto al virus?
Al principio no lo entendía. Pensaba: “No puede ser que en Uruguay no estén haciendo cuarentena. ¡Qué raro! ¿Cómo hacen?”. Y después veía a mi madre o a mi padre en la playa y era como “che, ¿qué están haciendo ahí?”, y la respuesta era “acá está tranquila la cosa y con precaución podés salir”. Yo acá no puedo ni bajar al pasto.
¿Cuánto hubo en estos días de cuarentena de componer y cuánto de videojuegos? ¿Cuál ganó?
Por goleadísima, pero por goleadísima, los videojuegos. Juego mucho. Ahora estoy jugando a uno que se llama Dead by daylight, que es de terror y se juega con otros. Son cuatro amigos que se escapan de un asesino. Juego con mis amigos online, es una de las formas que tengo de estar en contacto con ellos todos los días.
El otro día te entrevistaban en canal 4 y te preguntaban por la canción 2024, y si se había podido adelantar lo que contaba ese tema, una historia de amor que se iba a concretar recién ese año. Dijiste que no, pero tu cara decía lo contrario.
Puede ser que haya habido un contacto con la persona, pero estamos en habla virtual nomás.
¿Cómo se siente concretar algo que escribiste en una canción como deseo a futuro?
Medio raro, sinceramente. Es raro porque a la hora de cantarla también es extraño, porque se lo cantás a una persona. Se te mezclan las cosas.
Tuviste una tienda de ropa masculina, Credere. ¿Qué pasó con ese negocio?
Además de que viviendo en otro país es muy difícil, terminó porque los pequeños emprendimientos pueden funcionar o no, como todo. Justo a Credere lo que le pasó es que abrieron otras marcas muy grandes de ropa de otros países, y la gente en general elige comprar ropa que viene de otro lugar.
Te mató H&M.
Claro. Exactamente. Que después todo bien con H&M porque terminé trabajando con ellos. Me jugó en contra que el local era cerca de ahí (Punta Carretas), y que entró Renner también.
¿Se puede decir que Agustín Casanova experimentó el fracaso entonces?
Sííííí. Bueno, no. En realidad no porque le fue bien, pero antes de que fuera un verdadero fracaso y seguir invirtiendo en algo que no iba a funcionar, decidí dejarlo. Dio su rédito durante los dos años que duró.
¿Estás en algún otro emprendimiento?
No, cero. No quiero más negocios. No le puedo poner tiempo. En algún momento, si pudiera ponerle algo de tiempo, lo haría. Más que nada para mi familia. Pero por ahora prefiero que no.
¿Invertiste en algo tus ganancias?
Sí, tengo inversiones. Manejé quizás bien la parte económica junto a mi familia y a mi representante, que son los que me ayudaron más. Tuve oportunidad de cuidar mucho la plata y de utilizarla de la mejor manera, y quizás por eso ahora me puedo sostener yo y ayudar a otras personas, porque hice las cosas bien. Si en el momento en que me empezaron a ir bien las cosas económicamente hubiese quemado todo en la típica que hacen los artistas –no todos, pero conozco muchas historias– hoy no sé qué estaría haciendo. No estaría acá en Argentina, sino que estaría con mis padres. Uno cuando empieza a generar dinero, y también en la vida del artista en la que empieza a jugar la exposición de querer comprar, o joyas, o buenos autos, para mostrar en las redes y demás, empiezan a gastar mucha plata. Cuando no hay trabajo, porque uno puede pensar que dura para siempre, ya la cagaste.
¿Cómo te llevás con Spotify, YouTube y demás plataformas, y las regalías?
Es un extra, pero no da para vivir de eso. Lo que pagan, sobre todo Spotify, depende del país. Con Márama y con Agustín tuve la posibilidad de que se escuche en otros países, pero hasta hace poco en Uruguay ni siquiera pagaba las reproducciones.
Es raro que hables de Agustín como si fuera otra persona.
Sí, es raro. No sé por qué… para diferenciar al solista de la banda.
¿Y te diferenciás entre Agustín cantante y esta persona que está hablando ahora?
Como artista uno se pone en un papel distinto cuando está sobre el escenario. Obviamente no soy todo el tiempo así. Pero a veces sí me veo a mí mismo como tercera persona. Y no solo eso, me aconsejo como tercera persona. Es un buen método para tomar buenas decisiones. Como si fuese un amigo aconsejándole a otro: “Che, estaría bueno que hagas esto, o no”. Es algo que parece estúpido, y que parece re loco porque uno habla consigo mismo, pero en realidad sería tu conciencia aconsejándote. A mí me ha funcionado muy bien. Cuando estoy triste, angustiado o mezclado con algo, me hablo como tercera persona para aconsejarme.
Recuperaste para tu uso la marca Márama y una posibilidad es que vuelvas a presentarte como banda, tal vez el año próximo. Decías hace unos días en canal 4 que extrañás los momentos de diversión de Márama. Pero no es lo mismo a los 20 que a los 27.
¡Tanto tiempo pasó! ¡La puta madre! Ahora estamos más relajados. Ahora siento que realmente es subir a divertirse al escenario. Antes nos divertíamos, pero teníamos mucho estrés. Tocábamos mucho, comíamos mal, dormíamos mal, viajábamos mucho. Ahora nos reencontraríamos más maduros. Siento que no sería esa cosa infantil que teníamos cuando subíamos al escenario, pero sí sería divertido.
Las estrellas adolescentes, muchas veces, cuando crecen (y su público también crece), pasan a tener una faceta un tanto más sexual, para acompañar a un público más adulto. ¿Por qué vos no lo hiciste?
En teatro el año pasado hice Aladín, para niños. También hice Simona, que era para niños. No sé si estoy para mutar a ese lugar. Algo sexual tampoco es algo que me interese.
Sos uno de los cuatro jurados de Got Talent Uruguay. ¿Te viste reflejado en algún participante en particular?
Me ví, sí. Me vi en varios, sobre todo en sus actitudes, pero hubo uno que canta que dije “pah, este me hace acordar un poco a mí”. Yo le di que sí, pero no pasó.
¿Para qué fecha tenés que estar acá?
No tengo ni idea, se está viendo. Calculo que para agosto. Ahora no podemos ir ni Nati (Oreiro) ni yo. El otro día estuvimos hablando por teléfono con Nati y le decía: “¿Qué vamos a hacer?”. Porque el programa tiene que salir sí o sí.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá