A los alumnos de una escuela rural se les ocurrió teletransportar vacas

La idea, basada obviamente en la ciencia ficción, surgió en el marco del desafío “Tus ideas valen”, que promovió Pantalla Uruguay para que alumnos de escuelas rurales con apoyo del docente a cargo diseñen soluciones para la ganadería de los próximos 20 años (el consorcio acaba de cumplir ese período de existencia, en cuya extensión ha ido aportando sus innovaciones).

Mover ganado a un local feria, al frigorífico o para embarque al exterior implica pensar en logística, costos, tiempos de viaje y condiciones de sanidad. Es un aspecto relevante del manejo ganadero. Y fue elegido por Lucas, Milagros y Guidaí, los tres alumnos de la escuela N° 33, para participar.

Los niños pensaron en cómo hacer el movimiento del ganado más rápido y con mayor confort, de forma “más fácil, rápida y segura”, según explicaron.

El campo de primera mano

Estos niños participaron en Tus ideas valen impulsados por su maestra, María Fleitas, quien desde su trabajo promueve la investigación relacionada con la producción agropecuaria. En la escuela estos niños de ocho, 11 y 12 años, respectivamente, han aprendido a desarrollar cultivos hidropónicos sobre ceniza de la quema de cáscara de arroz, a producir alimentos de forma orgánica, a reciclar y sobre cómo funcionan la ganadería y la agricultura.

En la escuela, por ejemplo, tienen su huerta y una de las metas es cómo potenciar ese ámbito con energía renovable, utilizando paneles solares.

Aprender sobre su realidad, la ruralidad, es algo a lo que estos alumnos están acostumbrados.

El acercamiento con los animales de producción es algo usual para ellos. Saben cómo funcionan los remates y conocen bien de cerca el manejo del ganado. Frente a la escuela hay un tambo. Y en el patio todos los días que hay clases descansa el caballo que utiliza Guidaí en la recorrida de 10 kilómetros desde su hogar. Para los tres estar con los animales es habitual.

“Los niños rurales cuentan con mucha información de lo que ven en el día a día y cuando esa información la cruzamos con aprendizajes en la escuela se transforma en un conocimiento para utilizar en varios contextos”, comentó la maestra.

Rescatando la identidad

La ganadería les interesó a estos niños tras una investigación histórica que realizaron en conjunto con otras instituciones de la zona. A mediados de 2021 comenzaron el estudio “Tras las huellas de nuestra identidad treintatresina: la revolución de los Perinetti”, en la que conocieron más de la historia de la familia Perinetti, propietaria del molino que lleva su nombre y es patrimonio departamental de Treinta y Tres. A fines del siglo XIX esa familia llevó al poblado Alonso (cercano a la escuela) las primeras trilladoras, y en busca de conocer su historia fue cómo los niños aprendieron sobre producción, venta y transporte de granos y ganado, que en aquel tiempo se hacía en tren.

La idea que los llevó a ganar uno de los 12 premios del concurso de Pantalla Uruguay, que consiste en una partida de dinero, se basa en la rapidez para el traslado y en la búsqueda de un mayor confort para los animales. 

“Hoy transportar ganado ovino, equino, porcino, bovino y otros demora más de 15 días en buque de carga por el océano, en el que sufren el encierro por tantos días”. Con la teletransportación, señalaron los pequeños en una carta de presentación de la idea, “para moverlos solo necesitamos un click”.

Cuando se enteraron que estaban entre los ganadores del premio la emoción fue enorme, contó la maestra a El Observador.

Los niños venían de una seguidilla de buenas noticias luego de destacarse en un concurso de clubes de ciencia con los resultados de la investigación sobre los Perinetti.

Todavía no saben qué harán con el dinero del premio, pero una posibilidad es utilizarlo para mejoras edilicias en la escuela, como arreglar algunas chapas que el viento dañó, contó María.

Un trabajo en equipo

Se necesitaron varios días para llegar a la idea final de cómo teletransportar mejor el ganado. Primero discutieron el problema y fueron tirando ideas. Varias de las cosas que pensaron eran difíciles de dibujar –presentar un dibujo era uno de los requisitos–. por lo que tuvieron que volver a pensar.

“Ellos saben investigar por sí solos, y nosotros, los maestros, tenemos que crear esos espacios para que aprendan libremente y descubran el mundo”, indicó la docente.

Lucas planteó la teletransportación y sus compañeras inmediatamente lo apoyaron. Fue un trabajo en equipo, primero se hicieron unos bosquejos del dibujo, en los que se agregaron y quitaron elementos varias veces. El ganado tenía que estar, al igual que el productor y luego el dispositivo de teletransportación. A los tres les gusta mucho dibujar y pintar, por lo que el desafío fue muy divertido para todos. Y así el dibujo pasó de mano en mano y cada uno fue dejando su huella en la hoja.

“En esta escuela potenciamos la educación del otro, potenciamos el trabajo en equipo”, resaltó la maestra.

La escuela rural y su comunidad

Para esta docente, enseñar sobre el medio rural y rescatar la memoria del poblado es muy importante, “porque la escuela rural se pone de pie con su comunidad”, dijo. Un ejemplo de eso es que la institución, que data de 1936, fue construida por vecinos de la zona, tras la donación del predio.

Un objetivo para este año, si tras la elección de escuelas María puede seguir como maestra en este lugar, es enseñar sobre la producción de forraje en hidroponia. Según contó, le gustaría investigar más sobre ese tema con los niños y desarrollar proyectos con los que puedan, por ejemplo, donar alimentos para los animales que se encuentren en predios de la zona. “Sería aportarle un granito de arena a la comunidad”, dijo.

Emprendedores

Esta escuelita se caracteriza por estar siempre con propuestas novedosas. Por ejemplo, en 2021, junto a estudiantes de secundaria y a un profesor de dibujo y gracias a una donación de una cooperativa rural, los niños pintaron ejemplares de la fauna autóctona en un mural que da al patio de la escuela.

Van a extrañar a Guidaí

En algo que puede sorprender en las ciudades, Lucas, Milagros y Guidaí formaron la clase con más alumnos que la escuela N° 33 ha tenido en los últimos años, destacó la maestra María Fleitas. Antes esta institución funcionó mucho tiempo con apenas una alumna. En 2021 Guidaí, la más grande –12 años–, culminó su educación primaria. Por lo tanto, si no hay inscripciones en 2022 habrá dos alumnos.

Gentileza: María FleitasGuidaí, Milagros y Lucas formaron la clase más grande de los últimos años en la escuela N° 33.