Economía y Empresas > CONSEJO DE SALARIOS

Acuerdo entre gobierno y bebida le dio nueva victoria al sindicato

Empresas congelarán precios hasta enero de 2016, atendiendo demanda del Ejecutivo
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05 de noviembre de 2015 a las 05:00
Es un sector que emplea a 4.000 trabajadores en 80 fábricas, pero el cierre de su acuerdo salarial no se realizó en el Ministerio de Trabajo (MTSS), como es habitual, sino en el Ministerio de Economía (MEF) y contó con la presencia de las máximas autoridades de ambas carteras. Se trata de la bebida, un sector cuyos trabajadores se han ubicado sistemáticamente entre los que mayores aumentos salariales recibieron en las últimas rondas de negociación colectiva, superando con creces los lineamientos del Poder Ejecutivo.

Empresarios y jerarcas del gobierno fueron los primeros en sentarse a la mesa de negociación el martes, mano a mano, durante algo menos de una hora. El ministro de Trabajo Ernesto Murro –quien convocó al sindicato– y el ministro interino y subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, encabezaban la reunión. Por el lado de la patronal, en tanto, concurrieron loa gerentes generales de las empresas, y no un negociador delegado.

Más tarde, entró a la sala el sindicato de la bebida. "Fue una reunión al más alto nivel", sostuvo el dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira.

Un sector estratégico

Para el gobierno, el sector de la bebida no es uno más. Su importancia va mucho más allá de los empleos que genera. Si se suma la participación que tienen las bebidas alcohólicas y no alcohólicas en la canasta de consumo, alcanza el 4,7%.

Con un sindicato fuerte y la amenaza latente de agudizar el conflicto –con la realización de paros diarios fábrica por fábrica– durante el mes de diciembre si no se cumplían sus exigencias salariales, las empresas habían dado el brazo a torcer. Pero con un acuerdo salarial muy por encima de los lineamientos era muy probable que las empresas trasladaran a precios el aumento de sus costos y eso era intolerable para el MEF, abocado a evitar que la inflación alcance los dos dígitos.

Cuando el martes los delegados sindicales llegaron al edificio sobre la calle Colonia, los jerarcas del gobierno ya estaban reunidos con los empresarios. Ahí se estaba discutiendo el meollo del asunto: el gobierno demandaba que el compromiso de no trasladar a precios las subas salariales por encima de los lineamientos se pusiera por escrito.

"No hay ningún trancazo y seguramente vamos a poder generar acuerdos para que durante el plazo del convenio (2016-2017), la evolución de los precios de este sector no agregue presiones inflacionarias adicionales a la economía", había dicho a El Observador Ferreri el viernes pasado.

Finalmente hubo humo blanco, y las empresas accedieron a congelar sus precios hasta al menos enero de 2016. Luego de esa fecha, se producirán aumentos de manera escalonada –fábrica por fábrica– hasta junio de 2016, cuando se sentarían de nuevo con el gobierno a discutir este aspecto, según pudo saber El Observador en base a fuentes cercanas a las negociaciones.

Uno de los elementos que el Poder Ejecutivo puso sobre la mesa durante estas semanas de negociación fue el mantenimiento de los créditos fiscales al sector de la bebida. El argumento era que un sector "subsidiado" no podía dar aumentos como si se tratara de un rubro dinámico de la actividad.

Por ese instrumento, por cada litro de bebida nacional producida se devuelve a las empresas determinado monto ($ 3,1 en el caso de la cerveza,$ 0,11 en el de aguas minerales y sodas, siempre y cuando el envase sea retornable).

Si se considera la producción nacional de cerveza declarada a DGI en 2014 (unos 92 millones de litros), el subsidio que recibieron los fabricantes fue de unos US$ 12,3 millones solo por ese producto.

Sin modificaciones

El sindicato de la bebida logró así que no se modificaran los términos del preacuerdo que había discutido con las empresas, por el cual, entre otros aspectos, el salario al 1° de julio de 2015 tendrá un aumento al 30 de junio de 2018 de 34,5% nominal.

Desde la FOEB, Ferreira califica al acuerdo como "muy bueno" y consideró que, de cara a las negociaciones futuras de otros sindicatos, "marca una mira más elevada de la que hay hoy".
El Observador consultó al Centro de Fabricantes de bebidas sin alcohol y cervezas, pero no está realizando comentarios acerca de esta situación. La misma suerte corrió con Montevideo Refrescos (embotelladora de Coca-Cola), que en las últimas semanas dejó de pertenecer a la cámara que nuclea a las firmas del sector.

Las partes todavía no estamparon su firma en el acuerdo porque aguardan la reunión tripartita que tendrá lugar hoy para discutir los términos del convenio de un subgrupo del Grupo 13, de transporte de bebidas. Ferreira dijo que se busca lograr un acuerdo "espejo" al que alcanzaron para el subsector.

Además, se quiere obtener algunos beneficios adicionales –de los cuales ya goza la bebida– como aguinaldo complementario y presentismo. Algunas empresas del sector, explicó Ferreira, ya otorgan esto, pero buscan hacerlo extensivo a todas. El dirigente sindical estimó que estas negociaciones se extenderían por dos semanas más.

El CAIF que terminó en dos guarderías

Hace algunos meses, el centro de la polémica en relación a la negociación en el sector de la bebida recaía en el pedido de financiamiento de un centro CAIF por parte del sindicato. Finalmente, las partes acordaron que las empresas se harían cargo de dos guarderías -una en Montevideo, la otra en Pan de Azúcar-, a las que podrán concurrir los hijos pequeños de los trabajadores de la bebida.

Los antecedentes y las conquistas sindicales


n 2012 el sector ya había transitado por una negociación turbulenta, que también tuvo como protagonista la oposición del Poder Ejecutivo a los lineamientos del acuerdo salarial que habían acordado empresarios y sindicatos.

Esta situación ameritó que el entonces ministro de Economía, Fernando Lorenzo, saliera al ruedo para participar de las negociaciones, lo que desencadenó un conflicto del que también salió vencedor la FOEB.

En entrevista con El Observador en diciembre, el sindicalista Richard Read enumeró algunas de las conquistas que la FOEB cosechó a lo largo de los años: jornada de seis horas cobrando ocho; el salario "más alto de la industria", $48 mil de base; 15 sueldos y medio anuales y un convenio de productividad "muy bueno". A eso se suma forzar un acuerdo para que FNC embotelle Stella Artois.

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