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Aeropuerto de Melilla debió cerrar por drones que sobrevolaban la zona sin permiso
El Aeropuerto Internacional de Melilla debió cerrar sus operaciones este sábado como consecuencia de vuelos no autorizados de drones que realizaban trabajos para la Expo Melilla, la tradicional muestra que organiza la Asociación Rural del Uruguay (ARU), en el área rural de Montevideo.
El director de Exposiciones de la ARU, Rafael Ferber, reconoció en diálogo con El Observador que uno de esos aparatos "está contratado" por la organización para que realice tomas fotográficas aéreas dentro del predio. “Es un dron que no vuela a gran altura y lo hace dentro del predio. Es la octava edición de la feria y no se había registrado ningún tipo de inconvenientes similar en el pasado”, comentó.
De todas formas, según informó Ferver, había otro dron privado que estaba por fuera del predio de la exposición de la ARU que “voló más alto de lo permitido” mientras realiza su trabajo. Eso encendió las alertas en las autoridades del Aeropuerto de Melilla que concurrieron al predio de inmediato para interiorizarse de la situación. Procedieron a elaborar un informe y suspendieron la operativa con esos aparatos, que no contaban con los permisos correspondientes.
El funcionario de la ARU admitió que la organización no estaba al tanto de la reglamentación vigente para los vuelos de drones en Uruguay. En ese sentido, señaló que para la próxima edición de la Expo Melilla se tramitarán los permisos y autorizaciones ante las autoridades porque esa tecnología es una herramienta útil para toda la difusión comercial de la expo. La muestra, que culmina este domingo, ocupa este año una dimensión de 50 hectáreas y están presentes más de 90 empresas y 300 marcas.
Según datos de la Asociación Uruguaya de Drones, hay unos 10.000 de estos equipos en el país de los cuales 1.000 se dedican a tareas profesionales. Pero en la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) hay solo 33 empresas registradas y unos 80 pilotos con licencia para operarlos. El resto son de personas que les gusta volar por diversión y desconocen la poca normativa vigente o de otras que realizan actividades profesionales pero de manera informal.
Las zonas autorizadas sin permiso
En febrero de este año, la Dinacia habilitó cuatro parques montevideanos para poder volar drones. Eso significa que son zonas destinadas a que instructores puedan enseñar cómo usarlos y que quienes deseen practicar –pero no toman clases- lo puedan hacer sin temor a que haya algún accidente.
La Dinacia indicó en un comunicado que los cuatro parques donde se pueden usar son el Tomkinson, Baroffio, Marcos Sastre y Miguelete. Esos lugares habían sido propuestos por la Intendencia de Montevideo (IMM) y finalmente obtuvieron la habilitación. La capital es la única de Latinoamérica que habilitó espacios para estos dispositivos.
Los drones aptos para volar no pueden pesar más de 25 kilos y tienen que volar como máximo a 30 metros del suelo. A diferencia de lo que sucede en el resto de Montevideo, la Dinacia habilitó a que en esas zonas puedan volar incluso "cuando se encuentren ubicados en zonas pobladas o con alta concentración de personas".
Como se trata de dispositivos considerados pequeños, no se requiere registro. Sin embargo, ese registro sí es necesario para los que pesen más de 25 kilos. En esos casos, también deben registrarse los pilotos, que deben tener una licencia.
