Si algo faltaba para confirmar sin lugar a dudas el engendro que implica el cogobierno argentino ha sido la carta pública que Cristina Fernández le envió el pasado jueves al presidente Alberto Fernández. Nunca se vio, al menos en países con cierta tradición democrática, que el candidato que tenía los votos se autonominara para la vicepresidencia y eligiera otra persona para la tan ambicionada presidencia.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá