Ataque a tiros en una iglesia de Texas deja decenas de muertos

Un tiroteo dejó este domingo al menos unos 27 muertos y otra veintena de heridos en una iglesia baptista de Texas, Estados Unidos, en donde las autoridades han desplegado un fuerte dispositivo policial, que incluye la presencia de agentes del FBI.

Según la policía de la localidad citada por el canal KSAT12, el autor del crimen, identificado como Devin Patrick Kelley, está muerto.

El 19 de junio de 2015 un joven blanco había atacado a otra iglesia, perteneciente a la comunidad afroestadounidense de Charleston, Carolina del Sur, matando a nueve personas.

El nuevo incidente ocurrió en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, una pequeña comunidad a unos 50 kilómetros al sureste de la ciudad texana de San Antonio de apenas 400 habitantes. El comisionado del condado de Wilson (donde está ubicada la atacada iglesia baptista), Albert Gamez Jr, dijo que al menos 27 personas murieron y más de 20 resultaron heridas, citando información que recibió de las autoridades locales.

Un testigo le dijo a la cadena de televisión KSAT que un hombre entró a la iglesia alrededor de las 11.30 y abrió fuego contra la multitud. La iglesia tiene servicios por la mañana a los que asisten usualmente unas 50 personas.

Otro testigo, un cajero en una gasolinera cercana al templo baptista, señaló a la cadena CNN que escuchó unos 20 disparos en rápida sucesión mientras se realizaba el servicio religioso.

"Hemos aceptado a varios pacientes del tiroteo", dijo a Fox News Megan Posey, una portavoz del Connally Memorial Medical Center en Floresville, a 24 kilómetros de la iglesia.

La policía dijo que el autor de la masacre había muerto tras una breve persecución de la policía local. El responsable fue identificado como Devin Patrick Kelley, de 26 años y proveniente del condado de Comal. Según informó el congresista Henry Cuellar, se trata de un joven blanco que sirvió en la Fuerza Aérea estadounidense entre los años de 2010 y 2014.

Al cierre de esta edición, se desconocían las motivaciones que llevaron a Kelley a cometer esta masacre. También se desconoce si se quitó la vida o si recibió un disparo de un oficial de policía.

El presidente de EEUU, Donald Trump, que se encuentra de gira en Japón, dijo este domingo que estaba siguiendo desde allí la situación en el pueblo de Sutherland Springs.

"Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón", escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter desde Tokio, donde eran entonces poco más de las 5 de la mañana. El gobernador de Texas, Greg Abbott, también ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.

"Nuestras oraciones van a todos aquellos que fueron afectados por este acto demoníaco. Nuestros agradecimientos a las fuerzas del orden por su respuesta", agregó el gobernante en un mensaje emitido por la misma red social que Trump, donde también prometió más detalles al respecto "lo más rápido posible".

El tiroteo de este domingo se suma a las múltiples masacres de estas características ocurridas en las últimas décadas en Estados Unidos. Sin ir más lejos, el mes pasado al menos 59 personas murieron y más de 500 resultaron heridos en un ataque a tiros indiscriminado contra los asistentes a un concierto de música country en la ciudad de Las Vegas, en lo que fue el atentado más grave en los últimos años en ese país.