Bartol aspira a mejorar las condiciones de los refugios y cuestiona el "café vencido" de Arismendi

"Queremos que vivan en los dispositivos que tenemos. Estamos intentando mejorar las condiciones de los refugios con otras propuestas", afirmó. 

El hombre que falleció de hipotermia el sábado había estado en un refugio por última vez en 2017. Según el ministro, eso demuestra que muchas personas tienen malas experiencias en los establecimientos y terminan prefiriendo dormir en la calle. 

Consultado sobre si se evalúa aplicar la ley de Faltas para enviar a la gente a refugios, Bartol respondió que el gobierno va a "aplicar todo lo que sea necesario", pero que primero quiere mejorar las condiciones de los lugares de acogida. "Tampoco se puede llevar a la gente a lugares donde entienden que es peor que la calle", argumentó. 

De todas formas, el ministro planteó que hay "un cambio de actitud fuerte" respecto a la pasada administración y que eso se traduce en un pedido a los equipos móviles para que "insistan una y otra vez" en el intento de llevar a la gente a refugios.

"Se acabó lo de que tienen derecho a estar en la calle. La calle es una situación desgraciada y no es ningún derecho; el derecho es a la vivienda", dijo Bartol, aunque insistió en que "es difícil ir contra la voluntad de una persona que se resiste", salvo "cuando hay problemas de salud".

También destacó la apertura de 400 nuevos lugares de refugio y cuestionó el legado de la gestión frenteamplista. "Si durante cinco años el gobierno pasado no aumentó un lugar adicional, nosotros en cuatro meses generamos 400 lugares más. Puede haber mucho discurso, pero luego hay que aplicar recursos", afirmó.

La línea del ministerio es propiciar espacios de mayor autonomía para las personas sin hogar. "El viernes pasado a dos personas mayores que están en un refugio les conseguimos un apartamento en San Martín y Aparicio Saravia. Van a vivir de a dos. Eso es a lo que aspiramos, que se integren y no estén aislados en un refugio", ejemplificó el jerarca. 

"Arismendi servía café dos años vencido"

Bartol también se refirió a las auditorías que están en curso dentro del ministerio y opinó que la gestión de quienes lo antecedieron estuvo marcada por la "desidia" y la "falta de control".

"Empezamos a abrir cajones y nos encontramos con sorpresas. Abrimos cajas fuertes y nos encontramos con sorpresas. Ahora abrimos depósitos y encontramos con sorpresas. Esa es una línea: ser transparentes y comunicarle a todo el mundo lo que vamos encontrando", afirmó. 

El semanario Búsqueda informó que la semana pasada el Mides encontró 23 mil pañales vencidos en un depósito, junto a otros materiales. "Es interminable la lista de alimentos vencidos", dijo Bartol y agregó que "parece que no importaba atender a la gente necesitada".

Ante el argumento de la exsubsecretaria Ana Olivera, quien señaló que muchos materiales debían ser destruidos, Bartol respondió que incluso se servía café vencido a las visitas. 

“El café que servía la ministra a las visitas estaba dos años vencido. Fuimos a mirar el paquete y decía vencido en 2018. Fuimos a buscar más paquetes y había 60 kilos de café vencido en el depósito. Era el café que la ministra servía a las visitas. No era para destruir, me imagino. Por algo lo servía”, afirmó.

Vuelve el centro Cachón

El Programa Nacional de Discapacidad del Mides anunció este lunes el inicio de la coordinación para retomar la rehabilitación de personas con discapacidad visual en el centro Tiburcio Cachón, que quedó en desuso en 2016 después de que las autoridades de ese entonces decidieran trasladarlo al Instituto General Artigas.

El cambio llevó en su momento a que los usuarios del centro ocuparan el edificio durante 70 días. La senadora herrerista Gloria Rodríguez, por entonces diputada, realizó una interpelación a Marina Arismendi por ese tema. Rodríguez participó de la conferencia de prensa este lunes en la que se anunció el retorno de la actividad en el centro de referencia. "Es un día de justicia", afirmó.