Gabriela Pallares
Ministerio de diseño
Battersea Power Station: historia y futuro de un ícono londinense
La central termoeléctrica resurge de las cenizas conformándose como el último y más ambicioso emprendimiento inmobiliario del suroeste de Londres.
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14 de septiembre de 2015 a las 00:00
A partir del año próximo para etapas iniciales y hasta el 2020 en su totalidad, tendremos como comprobarlo in situ: ya hay otro "landmark" para agendar en Londres, uno que reúne personalidades de la arquitectura como BIG (Espacios públicos), Norman Foster y Frank Gehry (edificios residenciales), Wilkinson Eyre (reconstrucción y reconversión del edificio industrial existente), y varios más, todos incluidos en un masterplan de Rafael Vignoly. Este dream team fue reclutado por los desarrolladores, provenientes de Malasia, que aportaron los ocho billones de libras que requirió la inversión, en el marco de una reactivación del área Nine Elms.
El tema ha generado una locura inmobiliaria donde, por ejemplo, ya hay revendedores de unidades a un 40% más de su precio original. Todo eso antes del comienzo de obras.
Pero vamos al comienzo: cada ciudad tiene sus espacios de eternos proyectos, propuestas, delirios y ejercicios de imaginación. Usualmente son edificios emblemáticos, ya sea estéticamente relevantes o culturalmente trascendentes, que paradójicamente permanecen abandonados o desocupados por varios años y son blanco de propuestas de todo tipo, en medio de barrios o zonas decadentes...
hasta que finalmente algún día, alguna llega en el momento oportuno y se hace realidad (¿no les viene ninguno a la memoria?).
Y cuando lo hacen, resurgen con fuerza y desafían toda lógica de leyes de mercados inmobiliarios traccionando fuerzas que elevan a niveles siderales precios de venta en la zona. Eso es lo que está pasando en Londres, en medio de graves crisis de acceso a vivienda (más de un millon de personas con problemas de acceso a techo propio), el mercado premium crece sin piedad y lo hace en varios formatos.
Battersea es una planta de energía de carbón que se construyó en 1933 según el proyecto del arquitecto Giles Gilbert Scott, quien diseñó también las archiconocidas cabinas de teléfonos del Reino Unido.
Funcionó como generadora de energía hasta su cierre en 1983. Construida inicialmente con dos chimeneas, fue la construcción más grande de Europa en ladrillo visto, con un estilo levemente art déco, propio de su época. En la década de 1950, debido a mayor demanda, fue ampliada en forma simétrica y se le adicionaron otras dos chimeneas.
En los últimos años posterior a su cierre, el público podía acceder a ella en algún acto oficial o los eventos "open house" similar a nuestro Día del Patrimonio. El lugar tuvo más de 15 minutos de fama, ya que apareció en varias películas, videos musicales y carátulas de albumes de distintas bandas, como Judas Priest, The Who, Muse, o The Beatles, pero la más trascendente fue la de "Animals", de Pink Floyd de 1977, donde figuraba un cerdo inflable gigante sobre las chimeneas blancas: un símbolo de conflictos de poder, la avaricia sobre los trabajadores. El inflable se soltó luego de las amarras, volando hasta Heathrow, donde fue rescatado ante la mirada atónita de la gente del lugar. Nunca se sabrá si fue accidente o maniobra publicitaria.
Esa foto pasó a la historia, en épocas pre internet, donde el máximo honor y ambición de un diseñador gráfico era que su diseño deambulara por el mundo en formato de tapa de disco.
Pero sigamos con la planta. Pasaron muchísimas propuestas para ese lugar de varios arquitectos y grupos empresariales, para instalar desde complejos de cine a shoppings, montañas rusas y hasta un estadio de fútbol que propuso el Chelsea, que también intentó hacerse con el lugar.
Todo sin andamiento hasta que en el 2012 un grupo de Malasia compró el lugar por 400 millones de libras e invierte varios billones más en la renovación y desarrollo de 3.400 apartamentos, tiendas, cafés, parques, oficinas, teatros, restaurants, hoteles y hasta una extensión de línea de metro.
El "Electric Boulevard" será la puerta de entrada al área y albergará a sus lados cinco bloques de apartamentos. Las "Switch houses" flanquearán el edificio de la antigua planta y en el centro, un bloque principal llamado "La flor".
Además, 1.300 apartamentos diseñados por Frank Gehry y Norman Foster, un 40% más grande que los habituales en desarrollos de Londres ingresarán al mercado inmobiliario.
En cuanto a la planta, por primera vez generará energía pero de forma sustentable y su interior será reconvertido a shopping de tiendas de lujo.
Los precios manejados son:
-Apartamentos studio: desde £800,000
-1 Dormitorio: £1,000,000
-2 Dormitorios: £1,500,000
-3 Dormitorios: £2,700,000
-4 Dormitorios: £4,000,000
-Penthouse: "price on request"
El complejo tiene seis objetivos (ademas de lo que pueda desprenderse de lo anterior):
-La reconversión de la Battersea Power Station.
-La creación de un entorno de cero emisiones de carbón.
-Generación de zonas mixtas comerciales y residenciales que aseguren demanda y evite parques inmobiliarios vacíos como de hecho abundan allí.
-Ser catalizador de revitalización del corredor de Nine Elms.
-Asegurar viablidad del proyecto a largo plazo.
-Facilitar soluciones de transporte adecuado.
Otro desafío no menor es evitar el habitual fenómeno llamado "gentrificación" mediante el cual, pobladores de áreas deprimidas y de pocos recursos son desplazados a otras áreas en función de emprendimientos de mayor escala y categorías que ni siquiera llegan a consolidarse y muchas veces permanecen vacíos: el colmo de la ineficiencia de distribución y acceso de recursos.
Otro tema no menor: el masterplan ha sido creado tras un proceso de casi dos años de interacción y audiencias públicas, entre los administradores del lugar, los propietarios (Real Estate Opportunities Limited), Transport for London, London Underground, residentes locales, English Heritage, el Municipio, Wandsworth Council y varias organizaciones más.
Hasta la aprobación, los participantes, incluido cualquier residente local, podían plantear objeciones u observaciones al masterplan del arquitecto Vignoly. Forma menos rápida pero más eficiente: se aseguran de no tener observaciones a posteriori una vez emitidos los permisos.
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