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Bomberos recibe una llamada diaria por intoxicación con calefacciones
Dos adolescentes de 14 y 15 años se reunieron en la casa de uno de ellos a jugar videojuegos el viernes. Fueron al dormitorio, comieron pizza y prendieron un brasero para calentarse.
Cuando la madre del dueño de casa fue a la habitación a despertarlo a media mañana, los jóvenes estaba muertos. Uno en la cama y otro en el piso.
Una de las hipótesis que manejó Bomberos es que los jóvenes fallecieron por inhalación de monóxido de carbono, por la combustión del brasero que utilizaron para calentar el ambiente.
Esa misma semana, un hombre de 90 años falleció al incendiarse su vivienda mientras dormía en Parque del Plata, y días antes un niño de 2 años sufrió el mismo desenlace en Colón.
En 2019, fallecieron 40 personas en incendios de viviendas, y en lo que va de este año son 20 las víctimas, según datos de la Dirección Nacional de Bomberos a los que accedió El Observador.
En promedio, reciben una llamada por día con personas intoxicadas por el uso de aparatos de calefacción, como en el caso de los adolescentes.
Bomberos no especifica cuántas de las muertes en incendios en viviendas son atribuibles a calefacciones o cuántas intoxicaciones terminaron en fallecimientos.
El vocero de Bomberos, Pablo Benítez, dijo a El Observador que, aunque no se puede hablar de que este sea "un año récord" en materia de fallecidos por incendios o intoxicaciones, preocupa la cantidad de accidentes que ocurren por descuidos o desconocimiento sobre lo que se debe tener en cuenta al momento de calefaccionar un ambiente.
"El problema de los incendios es que no son inmediatos. Muchas veces se enchufa algo, saltan chispas o el enchufe está caliente y hace un ruido, pero no se produce el incendio. Es un proceso que a la larga termina en incendio", explicó.
Uno de los problemas asociados al uso de aparatos –estufas a gas, de leña o braseros– es la intoxicación en ambientes poco ventilados. "Aunque no haya llamas, está en combustión. Eso genera que se consuma el oxígeno y se libere monóxido de carbono", explicó. En consecuencia, la persona puede intoxicarse si se expone demasiado tiempo a la falta de oxígeno.
Para evitar riesgos, Bomberos aconseja utilizar los aparatos siempre que se estén controlando. Del mismo modo, durante la noche "no se debería dejar nada encendido", afirmó Benítez.
En la mayoría de los incendios con víctimas fatales, el fallecimiento se produce primero por la intoxicación, que tiene varios síntomas. "Genera dolor de cabeza, náuseas, mareos, adormecimiento, malestar, vómitos, pero la persona puede no darse cuenta o creer que es (producto) de otra cosa", puntualizó.
Una forma sencilla de evitar el problema es que en cada ambiente haya una pequeña entrada de aire para ventilar.
Pérdidas totales
La mayoría de las viviendas que son arrasadas por el fuego están construidas con materiales altamente inflamables, como chapas y madera, lo que provoca que un foco en una de las piezas termine por destruir toda la casa.
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) trabaja con el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) en un protocolo de actuación en el que intervienen arquitectos que determinan si la vivienda es habitable.
En el caso de que así sea, en el Mides dijeron a El Observador que trabajan en conjunto con el Cecoed en la entrega de materiales y elementos básicos para habitar la vivienda, como colchones. Mientras permanecen en otro lugar, se les entrega comida.
Ola de frío
Hasta este miércoles rige una advertencia por ola de frío para todo el país, por lo que el Ministerio de Salud Pública emitió una serie de recomendaciones para sobrellevarla y evitar accidentes con los equipos de calefacción.
Antes de utilizar estufas, es necesario que las revisen técnicos calificados y mantenerlas apagadas mientras se duerme o se está ausente. En el caso de las calefacciones a leña o combustión –como a queroseno–, deben utilizarse solamente en ambientes adecuadamente ventilados para evitar intoxicaciones.
Por otra parte, recomiendan alejar objetos de las estufas y no dejar a los niños sin supervisión en ambientes con calefacción encendida.
