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Buzoneras inteligentes ganan espacio en estaciones para aceptar efectivo las 24 horas
La restricción para el pago con efectivo de compras de combustible en las estaciones de servicio es una medida que el gobierno implementó gradualmente desde mediados de 2016, con el objetivo de quitar el dinero de estos comercios para reducir los robos.
Desde el comienzo ha sido un cambio resistido por la gremial de estacioneros. Luego de tres años hay básicamente dos argumentos que sustentan esa posición. Por un lado, se considera que la medida no ha sido eficiente para mejorar la seguridad y disminuir las rapiñas. Y por otro, se sostiene que el cambio generó más costos para las estaciones por concepto de aranceles.
Hoy el pago con efectivo está prohibido totalmente en la noche (entre las 22 y las 6 horas), salvo en los minimercados que tienen autorizada una venta máxima de hasta $ 500 en efectivo bajo ciertos requisitos de seguridad. Y durante el día se puede pagar con efectivo la carga de combustible por hasta $ 800 entre las 6 y las 22 horas. Si en ese horario la compra es por un monto mayor a esa suma la operación requiere obligatoriamente el uso de tarjeta, cheque o transferencia, por ejemplo.
Cumpliendo con la reglamentación vigente, hoy son varias las estaciones de distintos sellos a lo largo del país que lucen letreros para informar a sus clientes que aceptan el pago en efectivo las 24 horas del día. ¿Cómo lo hacen? Mediante el uso de pequeñas buzoneras inteligentes que ofician de cajero cobrador.
Estos dispositivos se instalan en un lugar visible de la estación y permiten que un cliente en no más de 10 segundos digite el monto que quiere cargar y deposite los billetes. Una vez cumplido ese paso se expide un ticket que el cliente debe exhibir luego al pistero como comprobante para que le despache el combustible.
La recaudación se va depositando en la buzonera inteligente y se acredita automáticamente en la cuenta del estacionero, que a la vez puede disponer de liquidez para hacer distintos pagos. De esa forma se quita el efectivo de la pista y se evita que el personal de la estación tenga que manejarlo.
En diálogo con El Observador el presidente de Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu), Daniel Añón, explicó a El Observador que hay muchas estaciones que están utilizando este tipo de equipamiento. En general, se trata de establecimientos ubicados en la periferia de Montevideo o sobre rutas, que mueven volúmenes importantes de dinero, tienen poca venta con tarjetas y les sirve el costo de arrendar este dispositivo que ronda los $ 55.000 mensuales. Distinto es el caso de estaciones ubicadas al sur de Avenida Italia en la capital, por ejemplo, con mayoría de clientes ya habituados a pagar con plástico y en donde las ventas con este medio de pago representan arriba del 60%. En este caso, no se justifica el arrendamiento de las buzoneras, cuando los propietarios de las estaciones hacen números.
Una de las empresas que ofrece este tipo de buzoneras bajo el nombre de smart-cash es la empresa Prosegur. Las máquinas funcionan de manera similar a un cajero automático, van ancladas al suelo y cuentan con un fuerte sistema de seguridad. Están integradas por una caja fuerte y permiten contar el dinero y validar su autenticidad, entre otras funciones.
Además, tienen un software conectado a una plataforma del proveedor que permite el monitoreo de forma remota desde cualquier dispositivo definido por el comerciante, según se explica en una nota publicada por el portal especializado Surtidores. Ante cualquier incidente de robo o siniestro la máquina está asegurada por una póliza de la compañía.
También es una alternativa para los clientes que no quieren pagar la carga de nafta con tarjeta, o por ejemplo, para turistas que desconocen la normativa cuando recién llegan a las zonas balnearias y quieren abonar con efectivo a cualquier hora del día.
Hay unos 85 dispositivos smart-cash instalados en estaciones de servicio de todo el país, con mayoría en Montevideo, según informaron a El Observador fuentes de Prosegur. También destacaron que su costo mensual representa un 0,40% de la recaudación en efectivo y es inferior al de los aranceles de tarjetas.
Vuelta al efectivo, un viejo reclamo
A comienzo de este año la Unvenu, solicitó sin éxito al Ministerio de Economía (MEF) que se revisara la restricción vigente para el pago con efectivo durante el día. La gremial argumenta que no se notan mejoras en la seguridad de las estaciones. También se hace hincapié en que la gente no está preparada para que se le limite el uso del efectivo únicamente en las estaciones.
La Unvenu sostiene en base a un estudio realizado por una consultora independiente que aproximadamente la mitad de los clientes están molestos con las restricciones al uso de efectivo y prefiere poder elegir el medio de pago al momento de cancelar la factura. Otros clientes no disponen de tarjetas y la obligación de abonar con plástico les genera problemas, se afirma.
En un principio, cuando se plantearon modificaciones a la operativa de pagos en las estaciones de servicio, el MEF tenía previsto suprimir el pago con efectivo durante las 24 horas del día, aceptando solo tarjetas de crédito, débito, prepagas y cheques. Sin embargo, se aceptó flexibilizar esa medida para atender la inquietud de los estacioneros.
El otro punto en el que los empresarios hacen foco es en el “peso” que tiene para los comerciantes el costo de los aranceles a pagar cada vez que se realiza una operación con tarjeta. El arancel para las operaciones con débito es hoy de 1,1% más IVA y el de los pagos con crédito es de 1,25% más IVA. Como los combustibles tienen precios tarifados ese costo no se puede pasar a precio. A su vez, el IVA en las ventas de nafta no se puede descontar por lo que también termina siendo un costo, según los estacioneros.
