China reveló este viernes que tendría planificado aplicar aranceles en represalia sobre otros US$ 75 mil millones en bienes estadounidenses, y reanudar los impuestos del 25% a automóviles comprados a la primera economía mundial partir del 15 de diciembre, informó Bloomberg News citando al editor en jefe del diario oficialista chino Global Times.
Based on what I know, China will take further countermeasures in response to US tariffs on $300 billion Chinese goods. Beijing will soon unveil a plan of imposing retaliatory tariffs on certain US products. China has ammunition to fight back. The US side will feel the pain.
— Hu Xijin 胡锡进 (@HuXijin_GT) August 23, 2019
En un tweet, Hu Xinjin dijo que, según información que él maneja, China tomará medidas en respuesta a los aranceles de EEUU por US$ 300 mil millones. Beijing revelará pronto el plan (...) China tiene municiones para golpear de vuelta. EEUU sentirá el dolor".
A partir del próximo mes se aplicará un arancel adicional del 5% a las importaciones de soja y petróleo crudo estadounidenses. La reanudación de un arancel adicional suspendido del 25% sobre los automóviles estadounidenses se reanudará el 15 de diciembre, con otro 10% más para algunos vehículos. Teniendo en cuenta los aranceles generales existentes sobre los automóviles, la tarifa total cobrada a los automóviles fabricados en EEUU, sería de hasta el 50%.
Entre los fabricantes de automóviles, Tesla, Daimler y BMW de Alemania son los más vulnerables a los gravámenes adicionales. Las acciones de las dos compañías alemanas cayeron al menos un 2% en Frankfurt, mientras que Tesla cae antes de la apertura del mercado en Nueva York.
BMW y Daimler envían grandes cantidades de vehículos utilitarios deportivos (SUV) desde plantas en EEUU a China, mientras que Tesla aún no fabrica sus autos eléctricos en el país. Seis de los diez principales autos exportados de EEUU al mercado de automóviles más grande del mundo son de las dos marcas alemanas, según el pronosticador LMC Automotive.
El anuncio toma por sorpresa a los mercados que se encontraban en calma, luego de que el presidente Donald Trump suspendiera temporalmente la aplicación de una parte de la nueva ronda de aranceles a los productos chinos prevista para el 1° de septiembre, para evitar el efecto en las compras de Navidad.
Los futuros de acciones estadounidenses cayeron junto con los rendimientos del Tesoro y los precios del petróleo. Las monedas relacionadas con los mercados emergentes y las materias primas también retrocedieron, mientras que el yen y el oro se vieron respaldados.
También se produce apenas dos horas antes de la intervención del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la reunión anual de Jackson Hole, y lo coloca bajo mayor presión para seguir bajando las tasas de interés como consecuencia de la desaceleración de la economía nacional y mundial, producto de la guerra arancelaria.
Diario Financiero/RIPE
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