Leonardo Carreño

Coalición despide un 2021 de “diferencias” y “unidad”

Cabildo Abierto marcó su propio perfil y se diferenció de sus socios, a veces tensionando el vínculo del oficialismo, pero la coalición logró salir airosa

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31 de diciembre de 2021 a las 05:04

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El itinerario de este miércoles podría ser un resumen de lo que fue el año. En la noche, un asado con apelaciones a la idea de “unidad” y a la necesidad de estar juntos y, a la tarde, un debate en el Parlamento para discutir el levantamiento de un veto presidencial ante un proyecto que uno de los partidos de la coalición votó en conjunto con el Frente Amplio.

El vínculo en el oficialismo tuvo altibajos a lo largo de 2021, y tanto las respuestas unidas y coordinadas como la tensión en algunos temas fueron parte de la dinámica de relacionamiento de los partidos integrantes del gobierno.

Pero la opinión de los jerarcas y la mirada de los analistas es, a grandes rasgos, positiva. La coalición “vino para quedarse”, sentenció este jueves el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, en diálogo con la prensa. A su vez, el politólogo Antonio Cardarello expresó a El Observador que el bloque de gobierno “ha funcionado bien y cohesionadamente”, aunque esto se puede decir “en términos generales” porque las diferencias existieron. Y los socios lo reconocen.

Las mayores discrepancias durante 2021 fueron con Cabildo Abierto, que en más de una ocasión se desmarcó de los otros partidos y ratificó su propio perfil. La colectividad liderada por Guido Manini Ríos subrayó diferencias políticas y a veces razones de forma que le valieron reparos y generaron malestar en blancos y colorados.

El punto más crítico del relacionamiento fue sobre fin de año. Detrás estuvo el debate de la ley forestal, que se aprobó con votos de Cabildo en conjunto con el FA. El senador nacionalista Gustavo Penadés dijo en la previa que esa alianza resultaba “bastante incomprensible” y reconoció que la votación (en ese momento todavía no ratificada) podía generar “un problema para la coalición”.

Y así fue. El proyecto tuvo corta vida porque al día siguiente recibió la observación del presidente Luis Lacalle Pou, que ya había anunciado que lo vetaría en caso de aprobarse sin modificaciones. Manini Ríos se reunió con el mandatario e intentó convencerlo del “gran error” que cometía, pero no tuvo éxito.

En la discusión de la Asamblea General este miércoles, los cabildantes se mostraron molestos. El diputado Rafael Menéndez que fue uno de los autores del proyecto expresó que en su partido no cuestionarían la decisión de Lacalle Pou, pero reconoció que estaban “muy consternados y decepcionados”. El senador Guillermo Domenech, por su parte, dijo que el veto desconocía el pronunciamiento del Parlamento.

En el asado de la noche, colita cuadril y chorizo mediante, el presidente se refirió al tema en un breve discurso que duró unos 20 minutos y destacó que eran “cosas que sucedían en política”. Lacalle Pou agradeció la presencia de los legisladores y destacó el “buen funcionamiento” y la “unidad” de la coalición durante 2021, más allá de las diferencias.

Entre otras cosas, durante el año que se va la coalición tuvo el 21 de abril el primer encuentro de sus líderes políticos con el presidente de la República desde que asumió el gobierno. La instancia era reclamada por todas las colectividades y fue vista, en aquel entonces, como una señal de Lacalle Pou de disposición al diálogo en un contexto sanitario incierto por el aumento de casos de coronavirus.

Y es que el fuerte liderazgo del primer mandatario fue una característica desde su asunción, pero independientemente de su papel al frente del gobierno y de la coalición, en el oficialismo hubo una carta que marcó los límites y definió en qué cosas los partidos y el propio presidente tuvieron que, sí o sí, estar de acuerdo: Compromiso por el país.

El documento firmado por Lacalle Pou y los respectivos líderes partidarios en noviembre de 2019 para asegurar “una acción de gobierno sólida y coherente” se volvió, entonces, no solo en la hoja de ruta del Poder Ejecutivo, sino también una suerte de precepto que permitió a los partidos, por fuera de sus contenidos, diferenciarse; y dentro de ellos, abroquelarse.

La ley forestal fue un caso. Consultado en los días previos a la votación en el Senado, Lacalle Pou expresó: “Este proyecto que presentó Cabildo Abierto, que obviamente está en todo su derecho, está por fuera de Compromiso por el país”. Por eso, el presidente dijo estar “liberado a actuar según su propia concepción”.

El cualquier caso, y aunque Lacalle Pou no aludió a otras diferencias más allá del polémico proyecto durante el asado de fin de año, en la coalición no fueron las únicas rispideces. Y tampoco las únicas con Cabildo Abierto.

En una recorrida en Sauce a comienzos de diciembre, Manini Ríos lamentó que por ser “políticamente correctos” los socios de la coalición “no se atrevan” a cambiar algunas de las normas aprobadas por el Frente pese a sus “consecuencias nefatas” en la sociedad. Y además lanzó que le dolía “la tibieza” del gobierno, al que le endosó la responsabilidad de tener que “ir a fondo”.

Leonardo Carreño
Guido Manini Ríos en la Torre Ejecutiva.

Según informó El Observador, esa situación generó un hondo malestar en los socios, que en una reunión de coordinación en el Senado reprocharon al representante de Cabildo Abierto, Raúl Lozano, la actitud de Manini. Uno de los planteos fue que reclamos como esos debían ser tratados en ámbitos internos y no de forma pública. “No suman”, son “innecesarios” e “injustos”, fueron algunos de los calificativos que hicieron blancos y colorados apropósito de las expresiones de Manini.

Para Cardarello, el perfil desmarcado de Cabildo Abierto se explica por el desafío que tiene el partido de “marcar su propia identidad” como partido nuevo: “Juega con el rol de ser partícipe y tratar de diferenciarse para marcar una agenda propia”, señaló el doctor en Ciencia Política. Por esas mismas características lo definió como un sector “más impredecible” que los demás socios.

Pero, en cualquier caso, tanto el partido de Manini como los demás miembros de la coalición oficialista están enfrentados al “delicado equilibrio”, en términos del politólogo, de definir una silueta propia sobre los temas sin atirantar lo suficiente el vínculo con los demás como para que el bloque de gobierno se rompa.

Y no solo porque a Lacalle Pou le faltan más de tres años para entregar la banda presidencial, sino también porque es muy difícil que cada uno de los socios pueda competir por sí solo con el FA en las elecciones de 2024. Según una encuesta de Factum de fines de noviembre, el 39% votaría al FA, el 30% a los blancos, el 9% a Cabildo, el 8% a los colorados, el 2% al Partido Independiente y el 1% al Partido de la Gente y a Unidad Popular respectivamente.

“Si los partidos de la coalición quieren mantenerse en el gobierno van a tener que seguir juntos”, expresó Cardarello, que señaló que un segundo desafío será que cada colectividad encuentre a su candidato por fuera del “liderazgo predominante” que tiene el presidente al frente del Poder Ejecutivo y de la coalición. Pero eso es otra historia.

En este escenario, para el politólogo, el Partido Colorado se muestra como “el socio más confiable” y “predecible” por su institucionalidad, y porque se trata de un sector dentro del espectro político que ya ha participado de instancias de coparticipación en el gobierno, aunque en esas ocasiones los colorados estaban a la cabeza.

Sin embargo, Cardarello señaló que la histórica colectividad también le generó “problemas” al gobierno y aludió a las salidas de sus ministros del gabinete, en especial por la de Germán Cardoso, que renunció luego de haber sido acusado de realizar compras por publicidad fuera de la norma.

Referéndum

En el oficialismo son conscientes de que el 27 de marzo marcará al gobierno. El referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC) puede significar, según el resultado, un espaldarazo a la gestión o un golpe que comprometa su agenda.

En este escenario, en las últimas semanas del año se ha repetido una y otra vez la obsesión entre los partidos miembros del bloque de gobierno de “coordinar” acciones para no mostrar fisuras y aunar esfuerzos.  El propio presidente pidió a los legisladores, durante el asado en Suárez y Reyes, trabajar en conjunto.

En la coalición entienden que el referéndum será contra el gobierno y no contra la LUC, y por eso enfrentarán esta instancia como el gran desafío del año entrante.

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