Es día de Pícnic! y hoy te propongo muchos descubrimientos y te invito a hacer algún autorreconocimiento. Hoy quiero hablar de las trampas al solitario, pequeñas y grandes, que nos hacemos casi todos los días, porque nos pasa la vida por arriba, porque es más fácil no pensar en las consecuencias de nuestros actos o porque, la verdad, ya no tenemos ni fuerza para pensar qué hacer en vez de…
En esto pensé esta semana, luego de leer mucho sobre el nuevo reporte del IPCC (un organismo bajo la tutela de la Organización Mundial Meteorológica y las Naciones Unidas). Si tuviera que describirlo en una sola palabra sería terrorífico y, en este caso, el término no es exagerado o dramático, sino tristemente justo para describir lo que le hemos hecho al lugar en que vivimos. En los últimos 125 años, este planeta sumó un grado más de temperatura, lo que ya está generando –y producirá aún más– eventos extremos: olas de calor, sequías e inundaciones, además de más ciclones y más violentos. Esta es una trampa al solitario gigante que nos hacemos los humanos, en mayor o menor medida, con consecuencias variables pero que nos alcanza a todos. Nos pensamos “inocentes” de esta realidad que el secretario general de la ONU (una organización que durante mucho tiempo intentó evitar pronunciamientos sobre el tema) calificó de “código rojo para la humanidad”. No vinculamos nuestras decisiones y consumos con lo que sucede después; no consideramos que el uso constante del o los autos de la familia suma, ni que las cinco remeritas nuevas del verano (que no siempre necesitamos) también lo hace, ni que la generación de toneladas de residuos de tu casa y la mía son parte del desastre. Pero todo es parte. Cada uno de nosotros es parte.
Mientras que se quema media California, mientras que Alemania reconstruye pueblos enteros arrasados por el agua, mientras que Sicilia marcó casi 49 grados (un récord histórico en Europa), seguimos haciendo trampas al solitario. Es hora de reconocerlo, al menos, como primer paso para cambiar. Soy Carina Novarese y siempre te leo si me escribís por acá. ¿Cuáles son tus trampas al solitario?, ¿qué actitudes o decisiones tomás con conciencia de que no es lo que deberías hacer, solo porque es más fácil? Lo que pasa en el planeta es una mala noticia, pero no debe inmovilizarnos más de lo que estamos. La pandemia nos sacó de un tirón de nuestra zona de confort; de a poco, con trabajo, dolor y mucha solidaridad, vamos saliendo. Les comparto esta despedida de la última paciente de Covid-19 internada en un CTI de ASSE. Hay esperanza, siempre, pero necesita de nuestra ayuda.
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