Cómo dosificar el consumo de internet de tus hijos en épocas de cuarentena

El psicólogo clínico y educacional, especializado en tecnologías de información y comunicación, Roberto Balaguer, explica que normalmente los papás buscan que el tiempo de pantalla sea el menor posible. "Cuanto más chicos son, más les sirve estar en movimiento e interactuar con otros niños", comentó.

De todas maneras, agregó que "hay que diferenciar una situación normal de una excepción". La propagación de la pandemia del covid-19 configura un nuevo estado. "Hay que entender que en este contexto se disparen las horas de pantalla", agregó.

En línea con Balaguer, la psicóloga especialista en educación y consumo digital, Cecilia Cabrera, recomienda que lo primero que hay que hacer es explicar a los niños que se está en una situación especial, la cual requiere un distanciamiento social físico.

"Las horas seguramente se dupliquen o tripliquen. Lo bueno de eso es que (los niños) van a querer hacer un momento de descarga", explica el psicólogo. Según cuenta experto, se puede producir una situación "paradojal": de tantas horas estudiando, jugando y mirando series y películas a través de una computadora, los más chicos van a querer hacer otras actividades sin pantallas.

La importancia de hacer descansos

Con los niños en la casa y los papás trabajando en el mismo hogar, "no siempre va a haber un adulto que esté cuidándolos y entreteniéndolos". También hacer descansos de 15 minutos después de 45 minutos de uso es aconsejable porque muchas horas pueden generar trastornos cognitivos.

"La autorregulación de los padres es importante porque es el ejemplo que le dan a sus hijos", indicó. Para hacerlo, el experto les sugiere a los papás preguntarse: "¿Cómo somos capaces nosotros de distribuir el tiempo de pantalla?".

Lo ideal es definir con cierta flexibilidad los tiempos de estudio, trabajo y entretenimiento. Para el tiempo de ocio, aconsejó que "sea lo más formativo y productivo posible". De todas maneras, remarcó que "hay tiempo que sirve para no pensar" y que "eso también es sano".

Contrario a poner franjas horarias

"Los tiempos de uso (de las pantallas) tienen que tener cierta flexibilidad. Es un momento para ser flexibles y no poner franjas porque los horarios de los niños son distintos porque no van a clases", manifestó. En este sentido, comentó que "cada familia tiene que construirse rutinas diarias".

Cabrera sugirió que padres e hijos pueden involucrarse en actividades en conjunto. Y no necesariamente lúdicas. "Hay algunas que proponen baile, movimiento y clases de gimnasia para padres e hijos, comentó.

"Es muy positivo que en estos momentos las familias se puedan mantener comunicación con las instituciones educativas de sus hijos. Este contacto del niño con sus maestros y compañeros a través de plataformas puede darles además de actividades, compañía y sentido de pertenencia a esa comunidad que ahora se reúne de forma virtual", agregó.

La especialista también señaló que hay que tener algunos recaudos a la hora de interactuar con los dispositivos. La luz del entorno y la posición del cuerpo deben ser óptimas. Al igual que para Balaguer, es importante "levantarse y descansar la vista". Además, sostiene que es mejor que los papás primero vean los contenidos y que después evalúen si son aptos para sus hijos. "Que la primera opinión sea la nuestra para saber si el niño puede navegar solo o si va a necesitar acompañamiento", dijo.

¿Sirven las aplicaciones de control parental?

Según Balaguer, "cuando se apela a este tipo de cosas es porque hay un fracaso previo en la autorregulación. Se deben generar conductas de autonomía y decisiones inteligentes". El especialista aclaró que "no todos los niños tienen la misma capacidad" para controlar el uso que le dan a los dispositivos y que, a veces, estas herramientas son la única manera de protegerlos.

"Yo no puedo controlar toda la vida lo que hace y deja de hacer mi hijo. Cuanto más chico, más regulaciones le tengo que poner", opinó. En algunos casos puede ser un buen aliado cuando las autorregulaciones fallan.  

Por su parte, Cabrera recomienda estos programas "porque uno nunca sabe qué hay atrás de los contenidos. Vos podés confiar en el niño pero igualmente puede estar desprotegido al acceder a un contenido que no sea para él".

El acceso a internet da lugar a que los niños se expongan a información, videos e imágenes perjudiciales. De acuerdo al informe de Kids Online Uruguay de 2017 realizado por Unicef, siete de cada diez niños uruguayos de entre nueve y 17 años acceden diariamente a internet. La investigación también concluyó que no son expertos en el uso de la red y que los padres deberían asesorarlos para protegerlos. 

Las apps de control parental que hay en el mercado

Para que los papás no tengan que estar pendientes de todo lo que hacen sus hijos en sus dispositivos, numerosas empresas han desarrollado aplicaciones de control parental para aliviarles la tarea. Algunos de estos programas ofrecen una protección activa contra sitios web que no son acorde con la edad del niño y otros les brindan a los padres un control mucho mayor sobre el consumo digital de sus hijos y del tiempo que les dedican a los aparatos. ¿Cuáles son las apps? Acá hay una lista:

Qustodio Control Parental

Disponible para Android, iOS, Mac, Windows y Kindle, es una plataforma española que monitorea y restringe toda la actividad del dispositivo. Se instala en el aparato que usa el niño y en el de la mamá y el papá para controlar lo que hace su hijo. También puede usarse en un dispositivo compartido por padres e hijos.

En la versión gratuita se puede establecer tiempos para el consumo diario, restringir el horario de uso y limitar el acceso a páginas web según sea su tema. En la versión Premium, además, deja ver la actividad de las redes sociales, monitorear las llamadas y los mensajes de texto, bloquear contactos, hacer un seguimiento con GPS y apretar un botón de pánico. En ambas versiones bloquea automáticamente páginas web inapropiadas.

Eset Parental Control

Disponible para Android, al igual que Qustodio permite crear un perfil para cada niño. Tiene la particularidad de tener que instalarse en cada dispositivo, por lo que si este es compartido no servirá. 

La versión gratuita ofrece bloqueo de aplicaciones, límite de tiempo en juegos e informes básicos. Con la versión Premium se puede bloquear páginas web, hacer un seguimiento de la ubicación y enviar mensajes a los niños, que deberán ser contestados para seguir usando el aparato. 

Google Family Link

Disponible gratuitamente para Android, iOS y Chromebooks, funciona de manera similar a Eset Parental Control y Qustodio Control Parental. Posibilita ver y restringir el tiempo de consumo de cada aplicación, aceptar y rechazar descargas de apps, establecer los horarios de uso del dispositivo y bloquearlo por varias horas, y ubicar el aparato con GPS. Además, a los padres le da la opción de agregar unos minutos más para que sus hijos sigan con una aplicación específica.

Al igual que el programa de Eset, Family Link no se puede usar en un dispositivo compartido. 

Screen Time

En la versión sin pagar los padres pueden saber qué aplicaciones están usando  sus hijos y por cuanto tiempo, ver las páginas web que visitaron y las cosas que han buscado.

En la versión Premium se puede pausar instantáneamente las máquinas con un solo botón, bloquear determinadas aplicaciones en ciertos momentos del día y recibir un resumen diario del uso de los dispositivos.

Además, la versión de Android tiene opciones especiales: bloqueo de páginas web por contenido y tema, localización con GPS, y alerta de llegada y salida a lugares determinados.