De edil a ministro: la trayectoria de un colorado de peso con más de un cuestionamiento

Lacalle Pou, que el martes después de esa reunión evitó respaldarlo directamente pero sí aseguró que las explicaciones que le había dado por su diferendo con Pérez Banchero eran “jurídicamente válidas”, fue más medido el jueves 19, cuando dijo que volvería a escuchar al ministro, y un día después resolvió su remoción en una reunión con el expresidente Julio María Sanguinetti.  

En menos de tres meses, fue la segunda vez que Cardoso tuvo que dar explicaciones al presidente por asuntos polémicos vinculados a su gestión. El ahora exministro de Turismo quedó desde la semana pasada en el ojo de la tormenta por las acusaciones que hizo Pérez Banchero sobre la compra directa de publicidad para la cartera y ya había sido señalado por sus pedidos a un jerarca policial de Maldonado procesado por diversos delitos.

Con 47 años de edad, Cardoso lleva más de 25 dentro de la actividad partidaria y como toda extensa carrera política, no estuvo exenta de polémicas. La última de ellas, que le valió su remoción, fue generada por un enfrentamiento con un integrante de su mismo partido.

Trayectoria

Cardoso es un dirigente colorado de peso con raíces fernandinas. Fue edil en Maldonado y llegó a ministro de Turismo pero en el medio ocupó la máxima autoridad partidaria cuando se desempeñó como secretario general entre diciembre de 2014 y mayo de 2017. Ahora, volverá a la Cámara de Diputados. 

Sus inicios en política fueron en la década del 90 y están vinculados al exsenador colorado Wilson Sanabria, fallecido en 2015. En pareja con la hija de Wilson (Paula), Cardoso empezó a ganarse un lugar en el Foro Batllista del departamento esteño al que pertenecía Sanabria. Fue edil a partir del 2000 y luego diputado en 2005, hasta que a finales de 2007 se abrió para integrar Vamos Uruguay de Pedro Bordaberry. 

Esa decisión le costó un enfrentamiento con la familia Sanabria, que incluía también a Francisco, hijo de Wilson. En la campaña de 2009 hubo fuertes cruces entre Vamos Uruguay y los Sanabria, a los que Bordaberry consideraba como los representantes de la “vieja política”. 

Sin embargo, para las elecciones de 2014 Cardoso empezó a recomponer la relación con los Sanabria y anunció un acuerdo para integrar la lista a Diputados, que lo tendría a él como cabeza de lista y a Francisco como suplente. 

Pero ese vínculo también le trajo complicaciones a Cardoso. Es que la familia Sanabria era dueña del Cambio Nelson que cerró sus puertas en febrero de 2017 y el diputado suplente Francisco Sanabria, luego de una fuga al exterior, terminó procesado por lavado de activos en agosto de 2018. 

En 2017 Cardoso se desempeñaba como secretario general del Partido Colorado cuando el legislador suplente fue expulsado de la agrupación política. Tras ese episodio y la renuncia de Bordaberry a la política, Cardoso fue manejado incluso como un posible precandidato por el Partido Colorado para las elecciones de 2019. 

Una vez que la coalición llegó al poder, los colorados tenían tres ministros para designar. Talvi ya era un número puesto en Cancillería mientras que desde Batllistas reclamaban el Ministerio de Transporte. Si el pedido colorado era aceptado por el presidente, Tabaré Viera era la persona designada para ocuparlo. Sin embargo, a Batllistas le fue asignado el Ministerio de Turismo.

Para esa cartera, Cardoso era un nombre cantado por ser de Maldonado, el principal destino turístico del país, y porque en su actividad legislativa siempre había estado vinculado a estos temas.

El ministerio

En junio de este año, Cardoso quedó en medio de una investigación judicial a un jerarca policial de Maldonado con el que tenía una estrecha relación. En ese momento, el fiscal Jorge Vaz dio cuenta de una serie de llamadas entre el ministro y un oficial procesado por diversos delitos. En las conversaciones, Cardoso le solicitaba que enviara un patrullero a determinado lugar y hasta preguntaba sobre si a una persona, amiga de su pareja, le habían realizado la espirometría.
Si bien el fiscal no encontró delito en la actuación del ministro, sí hizo mención a las conversaciones durante la audiencia. Cardoso se defendió en ese momento asegurando que hablar con las autoridades policiales era parte de su tarea y recibió el respaldo directo del presidente Lacalle Pou. 

La semana pasada, en tanto, el exdirector nacional de Turismo denunció en el semanario Búsqueda una serie de irregularidades en la contratación de publicidad que, según dijo, se apartaban de la norma. El semanario publicó este jueves varios intentos de compra directa por excepción, algunos concretados y otros no, en los que sin hacer licitación el Ministerio de Turismo compraba publicidad en la vía pública.

En octubre del año pasado el ministerio recibió una propuesta de Netcom  (Satenil S.A.) para contratar cartelería por US$ 800 mil en el lapso de un año. Esa propuesta quedó por el camino luego de que una funcionaria entendiera que no era pertinente contratar publicidad por ese tiempo ya que el ministerio precisa para períodos específicos, según la versión de Pérez Banchero. El informe había sido solicitado por el exdirector nacional a pesar de que, según el jerarca, Cardoso había pedido avanzar en esa contratación. 

Pérez Banchero también afirmó que fue advertido por el ministro que si no lo acompañaba en ciertas decisiones de promoción turística sería cesado. Según sostuvo, eso se concretó cuando se negó a avanzar con otra contratación directa de casi US$ 500.000 también a Netcom. “Fue el expediente en el que el ministro me pide que lo firme o me echaba”, dijo el jerarca al semanario. En el medio hubo otra contratación, por un monto de $ 14 millones, que sí se concretó a esa misma empresa. 

Estas acusaciones pusieron a Cardoso nuevamente en la mira tanto del oficialismo como de la oposición y terminaron con la salida del tercer ministro colorado que este viernes tuvo que abandonar el gabinete.