Del juicio "sumario" al "derecho a volver": los cambios de postura de los blancos con Moreira

El caudillo de Colonia terminó el 2019 alejado del Partido Nacional debido al escándalo de los audios en los que insinuaba estar dispuesto a ofrecer una pasantía a cambio de sexo, pero el final de este 2020 lo encuentra validado por las urnas –que lo ungieron como intendente del departamento por cuarta vez– y a las puertas de un regreso a sus filas.

Entre un momento y otro, la postura pública de los dirigentes nacionalistas respecto a la actitud de Moreira varió considerablemente, pasando del juicio "sumario" y del "no mirar para el costado" a una aceptación del respaldo popular y el "derecho" del dirigente a volver al partido, como expresó este domingo la vicepresidenta Beatriz Argimón en Séptimo Día.

Incluso los más críticos de Moreira en la interna, como Argimón, aceptan con resignación por estas horas que "la gente manda" y que la elección del 27 de setiembre fue un "plebiscito" de resultado favorable al líder histórico del departamento. 

El estallido 

Distinta era la opinión de los dirigentes cuando el 18 de octubre de 2019, a menos de dos semanas de la elección nacional, se viralizaron audios en los que Moreira mantenía una conversación íntima con una edila del Partido Nacional y decía estar dispuesto a dejarse "convencer" para otorgar una pasantía. 

La difusión de la noticia cayó como un balde de agua fría en los blancos, que se encontraban de gira en Cerro Largo en el cierre de la campaña electoral y definieron actuar con rapidez.

Ese día, la fórmula presidencial con Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón brindó una conferencia de prensa junto a Jorge Larrañaga, líder del sector al que pertenecía Moreira, en la que anunciaron que el entonces intendente de Colonia había sido desvinculado de Alianza Nacional y que se abriría un proceso para expulsarlo del partido. 

"A uno le gustaría que estas cosas no pasen, pero cuando pasan no se puede mirar para el costado”, dijo Lacalle Pou ese día, y expresó su respaldo a la decisión de dar "un mensaje bien claro" frente a cuestionamientos éticos. 

Argimón, que tras escuchar los audios transmitió a sus compañeros la necesidad de "echar" a Moreira, dijo que el tema no admitía "dobles lecturas". En el acto que tuvo lugar horas después, resaltó su "compromiso con las mujeres" y que sintió "la necesidad de comprometerme con seguir con ciertas luchas de las mujeres del partido". "Por eso acá redoblo mi compromiso con la lucha contra todo tipo de abuso. Tengo la suerte de decir que hoy frente a un triste episodio estuvo todo el partido unido para enviar una situación a la comisión de ética”, dijo la entonces candidata a vicepresidenta.

Larrañaga, por su parte, dijo que "hay cosas que no se pueden aceptar" y que los audios eran "inaceptables". "La hora exige actuar con firmeza y responsabilidad", comentó.

Jorge Gandini, suplente de Moreira en la lista 2004, dijo ese día en VTV que se trataba de "un tema doloroso pero que requiere respuestas firmes e inmediatas". 

La reacción rápida y contundente fue destacada por los blancos en las horas posteriores. “El Partido Nacional tuvo una actitud muy ejemplar, de actuar muy rápido, muy sólido y muy tajantemente”, dijo Álvaro Delgado el 21 de octubre en radio Uruguay. “No hay dos lecturas, es inaceptable; el mensaje político tiene que ser muy claro”, agregó.

Así lo resumía Argimón, en entrevista con El Observador a una semana de la elección: “Yo no admito este tipo de comportamientos en la vida y por supuesto desde el arranque trasladé mi decisión inclaudicable de censurarlo y por tanto, sacarlo del partido. Por suerte al saberlo, se repudia y se rechaza enérgicamente. Así se expresaron inmediatamente los directores, los sectores y la fórmula independientemente del camino estatutario a seguir por la carta orgánica. Que sigan estas señales claras; se acabó el tiempo de que en política vale todo”.

Rumbo a la intendencia

La discusión sobre el caso Moreira volvió a agitarse luego de las elecciones, a medida que las instancias judiciales no encontraban mérito en las denuncias en contra del intendente, y especialmente cuando la convención departamental de Colonia lo proclamó candidato para la reelección. 

Eso llevó a un debate entre los blancos sobre las potestades del Directorio para bloquear la candidatura de Moreira. 

Argimón insistió en ese momento en "dar la pelea" e impedir que el caudillo se presentara. "El Partido Nacional del siglo XXI no puede aceptar que sea candidato”, dijo en febrero a El Observador. 

Sin embargo, en el resto del partido primó la visión de que la convención departamental es "autónoma" y "soberana" y algunas voces nacionalistas ya resaltaban que la Justicia había probado la adulteración de los audios. "Hay muchas cosas que están mal. Está mal alterar los audios, hacerle la cama que le hicieron (...) En el directorio si vos me ponés a Moreira yo lo voy a votar", dijo Gandini ese mes. 

Finalmente Moreira tuvo vía libre para competir y en mayo, con las elecciones ya postergadas, Luis Lacalle Pou fue consultado al respecto en el programa Santo y Seña. El presidente nombró las "adulteraciones" detectadas en los audios aunque dijo no defender a Moreira. 

"De hecho fuimos sumarios en hacer lo que teníamos que hacer, con cierto dolor, porque tengo una buena relación personal", comentó. Ante la pregunta de qué opinaba sobre la candidatura de Moreira pese a las faltas éticas, Lacalle dijo que no le correspondía opinar.

Gandini dijo en agosto a El Observador que los hechos habían quedado "muy matizados por las resoluciones judiciales", que en tres oportunidades archivaron el caso, y que si bien se trató de un "episodio lamentable" y una grabación que no es para "estar orgulloso", también se había dado "en el fuero íntimo de dos personas que fueron pareja".

Sobre la forma en la que actuó el partido en octubre de 2019, Gandini dijo que "no se podía hacer otra cosa" y "tenía que ser sumario". "No porque tuviera consecuencias jurídicas sino porque había algo que seguimos condenando: una conversación donde surgen elementos que no se pueden permitir y el partido no los permitió. Si lo hubiera permitido, habría habido lecturas electorales, entonces era un momento muy delicado. No se podía ir a un proceso donde vinieran los involucrados y contaran", afirmó.

La redención

La victoria en las urnas el pasado 27 de setiembre fue visto en buena parte del partido como una "reivindicación" de Moreira. 

El 5 de octubre, el exintendente concurrió al directorio del partido junto a los otros nacionalistas electos y fue ovacionado cuando confesó, puertas adentro, lo mucho que significaba para él ese retorno y el "apoyo" de sus correligionarios. 

Quien no adhirió a ese apoyo fue Argimón, que tras las elecciones dedicó un tuit a cada uno de los intendentes electos por el Partido Nacional salvo a Moreira.

Sin embargo, la vicepresidenta dijo que más allá de mantener la misma posición sobre el tema de fondo, entiende que "la gente manda" y que Moreira "tiene todo el derecho de volver" al Partido Nacional si así lo quiere. 

"Si debe o no retornar al Partido Nacional eso tiene que ver con lo que él quiere y con lo que el futuro directorio del Partido Nacional determine (…) Yo no dudo que Moreira fue y es blanco. Por lo tanto, si él quiere supongo que, teniendo además la ciudadanía a su favor, tiene todo el derecho de volver", afirmó.

"Yo sigo teniendo la misma posición desde el punto de vista de cómo yo imagino el Partido Nacional en el siglo XXI en sus liderazgos. Pero en el caso concreto, cuando un actor político se plebiscita y gana, la soberanía es la que dirime”, remarcó Argimón.