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Economías que dependen del turismo enfrentan otro verano perdido

La propagación de la pandemia del coronavirus y la escasez de vacunas golpean las perspectivas de un crecimiento frágil

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05 de agosto de 2021 a las 05:00

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Por Jonathan Wheatley.

Las economías emergentes dependientes del turismo que ya estaban luchando por sobrevivir antes de la pandemia con finanzas tensas y una deuda en aumento están padeciendo el costo de su segunda caída consecutiva de la temporada de verano a medida que la propagación del coronavirus mantiene alejados a los visitantes.

En los primeros cinco meses de este año, las llegadas internacionales a nivel mundial disminuyeron en un promedio de 85 por ciento con respecto al total previo a la pandemia de 540 millones en 2019, según datos publicados en julio por la Organización Mundial del Turismo de la ONU. Eso es incluso peor que el mismo período del año pasado, cuando las llegadas disminuyeron en un promedio de 65 por ciento interanual.

La región de Asia-Pacífico se vio particularmente afectada, con una caída del 95 por ciento en las llegadas en comparación con los niveles de 2019, debido en gran parte a la continua ausencia de viajeros chinos. Por el contrario, el regreso de los turistas estadounidenses ha aliviado el impacto en el Caribe.

La caída de los ingresos por turismo en gran parte del mundo emergente se produce en un momento en que están aumentando las deudas de los gobiernos mientras luchan por cubrir los costos de la pandemia. La deuda pública promedio en las grandes economías emergentes aumentó del 52.2 por ciento del producto interno bruto (PIB) al 60.5 por ciento en 2020, según el Instituto de Finanzas Internacionales, el mayor aumento registrado.

El daño no se ha distribuido uniformemente. Algunas economías entraron en la pandemia en mejor forma que otras y están en mejores condiciones para lidiar con la tormenta.

La economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, advirtió a principios de este año que el desempeño económico estaba “divergiendo peligrosamente entre los países y dentro de los países, ya que las economías con una lenta distribución de vacunas, un apoyo político más limitado y una mayor dependencia del turismo han tenido resultados menos favorables”.

Los países con mayor riesgo, dijo David Rogovic, analista sénior del Servicio de Inversionistas de Moody’s en Nueva York, han sido “las economías más pequeñas y menos diversificadas que ingresaron a la pandemia con débiles condiciones fiscales. Lugares como las Bahamas, las Maldivas y Fiyi dependen enormemente del turismo y han sufrido un impacto significativo”.

Luiz Eduardo Peixoto, economista de mercados emergentes de BNP Paribas en Londres, dijo que este año ha sido peor de lo previsto el año pasado.

Citó como causas la lentitud de la distribución de vacunas en muchos países en desarrollo y la propagación de nuevas variantes del virus, que han obstaculizado los planes de los países para aliviar las restricciones fronterizas.

Por ejemplo, China ha mantenido límites estrictos en los viajes de ida y vuelta desde el inicio de la pandemia, privando a los destinos en el sudeste asiático de su mayor fuente de visitantes.

El turismo en Tailandia generó el 20 por ciento del PIB y del empleo en 2019, según Moody’s. Sin embargo, el colapso del turismo no ha provocado una crisis en sus finanzas públicas. Esto se debe a que la fortaleza de otras áreas de la economía, como la manufactura y otras partes del sector de servicios, ha compensado el impacto del turismo. Otras economías asiáticas bien diversificadas, como Filipinas y Camboya, se encuentran en una situación similar.

Pero la diversificación no es una opción viable para las pequeñas economías insulares, especialmente donde la caída de los ingresos por turismo ha exacerbado los problemas preexistentes.

Las Bahamas es uno de esos lugares. En junio del año pasado, cuando golpeó la pandemia, Moody’s rebajó a las Bahamas en dos niveles, y mantuvo esa perspectiva negativa para una posible rebaja adicional.

Fiyi y Maldivas enfrentan desafíos similares debido al aumento de las deudas y la dificultad de refinanciarlas entre una gama limitada de prestamistas internacionales.

La única chispa brillante del turismo local es que los países con una considerable clase media se están beneficiando de que los turistas elijan quedarse en casa este año.

Peixoto en BNP señala que la capacidad de las aerolíneas programadas para el tercer trimestre de este año en Rusia y China es mayor que en el mismo período de 2019, gracias a un fuerte aumento en los viajes nacionales.

También se están beneficiando de esto países como Brasil, Filipinas, Argentina y México.

“Vimos el año pasado que los brasileños que solían ir al extranjero se quedaron en el país y generaron más ingresos en casa”, dijo.

Es posible que esto no reemplace las ganancias en moneda extranjera para esos países, agregó, pero mantiene abiertos los hoteles y otros negocios y proporciona empleos para los trabajadores.
 

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