El arte femenino y político de Lacy Duarte

Las texturas, los materiales, los colores y sin dudas su iconografía llena de referencias a su niñez hacen que la obra inédita de Lacy Duarte, expuesta en el Museo Blanes, sea cercana, accesible y muy humana. La muestra forma parte de la antología de la artista que se distribuye en dos exhibiciones simultáneas: en el Blanes, con obras de su última etapa creativa, y el Museo Nacional de Artes Visuales, con sus trabajos anteriores.

El arte de Duarte sumerge al espectador en una historia de superación. Así fue su vida. Duarte nació en la pobreza del campo profundo y en el pico de su carrera representó a Uruguay en la Bienal de Venecia. Su trabajo tuvo un resurgimiento y mayor empuje luego de 1981, cuando murió su esposo, el célebre artista Aldo Peralta. Hasta el momento ella solo había exhibido tapices. Al final resolvió lanzarse y desarrollarse plenamente en la pintura.

La muestra Los Pintujos reúne más de 50 trabajos realizados en la última etapa de la vida de Duarte, que murió en 2015. Son collages que mezclan técnicas como grabado, dibujo, y chine collé (técnica a través de la que se imprime y pega a la vez). Con todas esas herramientas, Duarte logró imágenes fuertes y emotivas.

El nombre de la exposición responde a una palabra de la mismísima Duarte que, con humor, se refirió así a esta obra gráfica basada en los grabados intervenidos.

La textura de las prendas textiles está presente en la mayoría de los cuadros. Costuras, pliegues y bolsillos pasaron al papel con realismo y expresividad generando un marco para el despliegue del universo de Duarte y sus dibujos.

La presencia de lo textil está relacionada con las traperas, un sistema rural y humilde para calentarse al dormir. Son frazadas o mantas, como cuenta el texto escrito por la directora del Blanes Cristina Bausero, hechas de ropa vieja.

Justamente su mayor logro artístico fue la obra que expuso en la Bienal de Venecia en 2005 Teritorio-territorios; era una trapera hecha de distintos tipos de papel, cosidos entre sí con una técnica que aprendió en el campo.

"No es arte pobre. Es desde lo pobre", dijo Duarte en ese entonces.

Los colores cálidos dominan su paleta que se enciende en algunas composiciones con zonas resaltadas en rojo furioso. Es el único color que Duarte utiliza fuera de la gama de los grises y tonos tierra en Los Pintujos.

Una de las obras más llamativas está al comienzo del recorrido, en la entrada a la izquierda. Muestra cuatro mujeres con distintas vestimentas, una al lado de la otra, y todas con sus rostros tapados con un papel semitransparente. Otra mujer está en la esquina del cuadro, elevada con su cabeza totalmente tapada con tinta negra. Así, la opresión y los obstáculos que deben sortear las mujeres se reiteran en su obra de forma simbólica y sutil.

La mujer aparece en toda la muestra porque el lenguaje de Duarte está íntimamente asociado a su lado femenino, al rol de la mujer y al contexto del campo.

Es por eso que su arte no deja de ser político aunque parezca inocente."Una se siente rápidamente reconocida como mujer en su obra", dijo Bausero, una de las curadoras de la muestra.

Lacy Duarte nació en Mataojo, departamento de Salto. Fue a una escuela rural. Se mudó a la capital departamental, donde cursó el liceo y aprendió dibujo y pintura en el taller Figari de la Asociación Horacio Quiroga.

"Cuando agarran una mulita, el animal inmediatamente junta sus manitos y queda indefenso, pero tiene un cascarón que le permite sobrevivir", dijo Duarte para explicar así su identificación con ese animal de campo que reitera en varias de sus pinturas.

La selección para Los Pintujos estuvo a cargo de la directora del Museo Blanes y el hijo de Duarte, el también artista Pedro "Pichín" Peralta Duarte.

Ambos ofrecen visitas guiadas el 27 de enero y el 10 de febrero, esta última justo antes de que baje la muestra el 11 de febrero. El encuentro es a las 15 horas con entrada gratuita.

El Museo Blanes (Millán 4015) abre de martes a domingo de 12.15 a 17.45. La entrada es gratuita.

Muñeca

Se inspira en los juguetes que le hacía su madre en el campo con los materiales disponibles del entorno.