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El ciclo de tormentas deja 20 muertos y 20.000 casas sin electricidad en California
Las lluvias dan un respiro en California. Después de que el último fin de semana también fuera de precipitaciones muy fuertes, las autoridades pronostican la posibilidad de nuevas lluvias y nevadas.
En estos días, los noticieros mostraron las casas tapadas por el agua, las evacuaciones de miles de personas, deslaves y rescates desde barcos y helicópteros.
Desde diciembre, los servicios meteorológicos siguieron el recorrido de ocho tormentas. El domingo pasado por la tarde ingresó a la costa californiana la novena tormenta.
Los expertos creen que puede ser la última y más moderada.
El balance desde el 27 de diciembre, en vidas humanas, pese a las precauciones y medidas de seguridad, es de 20 muertos.
California vivía una sequía crónica en los últimos cuatro años, ahora, ante la casi certeza de que, tras esta última tormenta, vendrá la tranquilidad, las autoridades del Estado evalúan los daños y las medidas a tomar.
Además de las pérdidas de vidas humanas, 40 condados mantenían este lunes la declaratoria de emergencia. Entre estos estaba Los Ángeles, el núcleo urbano más poblado del Estado.
La Casa Blanca decretó el sábado el estado de desastre en la región, que brindará recursos para asistir a familias y empresas en los condados de Merced, Sacramento y Santa Cruz, al centro y norte de California, que fueron los más castigados.
El centro de monitoreo de la Universidad de Berkeley, California, dio cuenta de que desde el viernes pasado hubo 126 centímetros de nieve. Esto podría provocar una avalancha en la Sierra central de California. Eso alteraría el movimiento turístico, ya que las rutas podrían quedar inutilizables alrededores del lago Tahoe, un destino muy buscado.
El Servicio Meteorológico señaló que las sequías comenzarán este martes en el sur de California. Lo propio se vivirá en el centro y norte del estado el jueves, mientras que martes y miércoles se pronostican lluvias livianas.
Las precipitaciones intensas dejaron llenas las represas de California, un estado donde viven 40 millones de personas, aproximadamente el 13% de la población total del país.
Esta red de almacenamiento para generación eléctrica, con las lluvias que habitualmente abarcan de noviembre a marzo, representa el 60% del abastecimiento de los californianos.
De las 15 represas, en estas tres semanas, 9 quedaron por encima del promedio anual. Otras cuatro se están acercando a estar llenas. Eso se dará con los deshielos de las montañas.
La sequía extrema había dejado al lago Oroville durante 2022 como uno de los peores daños: quedaron al descubierto las montañas que habitualmente están tapadas por el nivel del agua. Oroville fue favorecido por las intensas precipitaciones recientes y llegó a 12 metros sobre el nivel del mar, arriba del 60% de su capacidad. Es la reserva acuífera que más creció en las últimas semanas.
El Departamento de Agricultura federal brindó información sobre el grado de sequía: el 95% del Estado registra ahora una sequía moderada. La sequía extrema se encuentra hoy solamente en un 0,32% del territorio, en contraste con el 41% registrado en octubre. Un 16% estaba en sequía extrema y ahora es de 0%.
Febrero y marzo deberían traer lluvias para dar por finalizada la sequía, en un estado donde la producción agrícola y ganadera es muy importante.
