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El Congreso de Perú aprueba la cuestión de confianza impulsada por el gobierno del presidente Martín Vizcarra y evita una crisis política
El Congreso peruano aprobó este miércoles en una votación la cuestión de confianza a la que se sometió el gobierno del presidente Martín Vizcarra.
Esta cuestión de confianza había sido impulsada por el mismo Vizcarra, quien el pasado domingo dijo que era necesaria para sacar adelante las reformas políticas y de la judicatura de carácter constitucional que propuso al poder legislativo a inicios de agosto y que se encuentran encalladas.
La cuestión de confianza fue aprobada con 82 votos a favor, 22 en contra y 14 abstenciones.
Entre los proyectos propuestos por el gobierno de Vizcarra se encuentran cambios en el Consejo Nacional de la Magistratura (fueron aprobados dos días después del anuncio de la cuestión de confianza), la implementación de un Congreso bicameral, la prohibición del financiamiento anónimo de las campañas políticas y la prohibición de la reelección de los parlamentarios.
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Escándalos de corrupción
Estas reformas fueron la forma en que Vizcarra respondió al clima de crispación e indignación que hay en el país andino, donde no dejan de destaparse escándalos de corrupción.
En menos de dos años, se encarceló de manera preventiva a un expresidente (Ollanta Humala), se pidió el arresto de otro que desde entonces ha preferido no pisar suelo peruano (Alejandro Toledo), se han iniciado investigaciones contra otro exmandatario (Alan García) y se ha vivido la caída de un cuarto, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), por un escándalo de compra de votos.
A esto se sumó la publicación de grabaciones en las que se podía oír a miembros del poder judicial en presuntas negociaciones sobre nombramientos y sentencias.
"El pueblo quiere la reforma de la justicia, la reforma política, y las autoridades están en la obligación de escuchar al pueblo", afirmó Vizcarra al entregar sus proyectos al Congreso.
Pero al ver que las propuestas se quedaban atascadas en sus respectivas comisiones y no conseguían llegar al pleno, Vizcarra optó por la cuestión de confianza como medida de presión.
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