La pandemia ha acentuado una tendencia grave y ha estimulado a varios países con vocaciones imperiales a ejercer sus intenciones y avasallar a pueblos vecinos. Rusia tomó una parte de Ucrania hace ya unos años y mantiene esa ocupación. China tomó Hong Kong, y ahora Turquía apostando a reavivar la lógica del imperio Otomano ha decidido una vez más agredir al pueblo armenio y al griego, sin interrumpir su permanente opresión a los kurdos. Una comunidad la armenia que llegó justamente huyendo del genocidio que los turcos les propinaron. Un genocidio menos conocido que el judío, pero no por eso un ápice menos importante. Ya desde el comienzo del ataque de los azeríes, con las armas turcas no podíamos como Uruguay quedar callados ni neutrales. Terroristas de fuste han ido de Siria, mercenarios a los que Turquía paga para que combatan donde sean asignados. Podría ser Nagorno Karabaj, o Libia o Siria. El presidente en reiteración real de Turquía sueña con ser el líder de un nuevo imperio otomano, un nuevo califato, y va moviendo sus piezas para ello.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá