Long recibe el reconocimiento por parte de JICA.

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El LATU fue premiado por tecnificar la cadena productiva

Fue la primera vez que una institución uruguaya recibe el Premio Presidente de JICA 2021; Long destacó el aporte de Japón al laboratorio
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07 de enero de 2022 a las 13:05

En reconocimiento a los más de 40 años de cooperación conjunta entre el LATU y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), el laboratorio fue galardonado con el Premio Presidente de JICA 2021.

Este premio –que se otorga por primera vez a una institución uruguaya- distingue a organizaciones que hayan alcanzado logros destacados en materia de avance socioeconómico en países en desarrollo, a través de las actividades de cooperación internacional. El apoyo de JICA le ha permitido al LATU impulsar y respaldar tecnológicamente a la cadena productiva, fortaleciendo los servicios brindados al sector plástico y forestal, así como a los proyectos de desarrollo local.

La ceremonia de premiación se llevó a cabo el pasado 17 de diciembre en el Parque Tecnológico del LATU, con la presencia del embajador de Japón en Uruguay, Hideki Asari; la representante residente de JICA, Mika Yamamoto; el presidente del LATU, Ruperto Long –quien recibió en sus manos el galardón–; y el director del LATU, Gabriel Murara.

Long, ingeniero, escritor y político, que transita su segunda presidencia al frente del LATU (la primera transcurrió entre 1990 y 2003), ponderó el valor de este reconocimiento que redunda en una “satisfacción” para la organización, pero sobre todo reflexionó acerca de los mensajes “importantes e interesantes” que deja este hito, fruto de un vínculo forjado en décadas en base a la amistad y la cooperación.

“Nosotros iniciamos la cooperación con Japón concretamente con el sector forestal a finales de la década de 1980. Asumí en 1990 mi primera vez como presidente del LATU, y la ley forestal es de 1987; ya en los primeros años de 1990 teníamos un departamento forestal. En pocas palabras, se estaban plantando los primeros árboles en Uruguay y nosotros ya estábamos montando un departamento de ese tipo”, destacó el jerarca.

Esa visión es la que “aporta” Japón, que suele planificar a mediano y a largo plazo. “Así se van pensando las diversas etapas con un objetivo final, que en nuestro caso pasó de no tener bosques a ser un país con una gran producción forestal. Eso parecía un sueño inalcanzable, pero se pensaron distintas etapas y una de ellas era aportar tecnología y conocimiento. En ese momento en Uruguay de madera sabíamos poco y nada, esa es la verdad”, continuó Long.

El presidente del LATU, Ruperto Long, el embajador de Japón en Uruguay, Hideki Asari, la representante residente de JICA, Mika Yamamoto, y el director del LATU, Gabriel Murara.

Al departamento forestal, que surgió con un apoyo “importante” de Japón, le siguió la capacitación de técnicos uruguayos en laboratorios nipones, “que están entre los más importantes del mundo”, teniendo en cuenta que esta potencia asiática es una de las naciones forestales más grandes del mundo desde hace “muchísimos años”.

Esto le permitió a Uruguay cooperar con las empresas locales del rubro, tanto pequeñas como grandes, hasta llegar a la época de las plantas de celulosa, para las cuales el país contaba con personal preparado. Lo mismo para distintos emprendimientos “en todo el país” que, con el avance de la forestación, forjó una multitud de carpinterías y aserraderos incluso en lugares remotos de la república. Allí también “hemos completado diversas fases a lo largo de estos 30 años”.

Visión y calidad

Long señaló que también Japón ha hecho un aporte para tecnificar la industria del plástico, pero sobre todo insistió en la “visión” de Japón, que “ha permeado y ha ayudado” en varios aspectos.

“Japón es un país muy singular porque es el primero en convertirse en plenamente desarrollado en el curso del siglo XX. Es uno de los pocos que a lo largo de todo el siglo pasa de ser un país en vías de desarrollo a ser plenamente desarrollado. Y esto gracias, en buena parte, a que los japoneses colocaron a la calidad en una política de Estado”, indicó.

Agregó que “la propia creación del LATU tiene una inspiración de ese tipo. Importa producir cosas que podamos luego tener continuidad y un valor cada vez mayor”, subrayó Long. “Hemos ido incorporando esa idea, pero creo que todavía falta para que esto sea una verdadera política de Estado. Hemos aprendido que sin aplicar tecnologías, sin hacer las cosas bien o muy bien, no hay futuro. Nuestros productos que más valen hoy en día, así sea el software, la producción láctea, el arroz o la carne, lo valen porque tienen mucho valor agregado y calidad en sí mismos”, ahondó.

El presidente del LATU reconoció que Japón observa el “quehacer” del LATU como “reflejo de la filosofía” que ese país trata de implementar. “Hay una relación muy cercana con Japón, con su embajada, con sus organizaciones, incluso en otros temas más sociales”.

Para Long el reconocimiento de JICA “trasmite una lección” para la organización y para la sociedad. “Siempre que uno recibe un premio de este tipo le permite reafirmarse en determinadas cosas, avanzar en determinada línea. Lo tomamos como una distinción pero también como un compromiso hacia el futuro”, sentenció.

Actor clave

De su lado, el embajador de Japón en Uruguay, Hideki Asari, destacó que el LATU, como socio de la cooperación de JICA por más de 40 años, ha sido un “actor clave en el auge de varios sectores, incluyendo el forestal y su industria”. “Felicito al LATU por este premio, fruto de su liderazgo y esfuerzo. Esta hazaña simboliza la confianza y cooperación entre los dos países que continuará creciendo hacia un futuro brillante”, auguró el diplomático.

La representante residente de JICA, Mika Yamamoto, recordó que el Premio del Presidente de la JICA se otorga para conmemorar el Día de la Cooperación Internacional de Japón, jornada que tiene “el fin de aumentar la conciencia pública y la participación en la cooperación internacional entre el pueblo japonés”.

Con respecto a la relación de cuatro décadas entre el LATU y la JICA, señaló que se han sustentando en la cooperación técnica para mejorar la calidad de los productos en los campos de la pulpa y el papel, los plásticos, los productos forestales y los empaques.

“El LATU dispone de excelentes recursos humanos, gran motivación e innovación, y se están desarrollando muchas iniciativas de alta calidad de forma sostenible, aprovechando los conocimientos, la experiencia y las lecciones aprendidas de la cooperación japonesa”, aseveró Yamamoto.

Los procesos y productos generados a través de los proyectos con JICA, “fueron aplicados consistentemente por el LATU generando investigación con el sector tanto a nivel privado y público”, continuó. “Podemos decir que Uruguay cuenta actualmente con la experiencia suficiente para ofrecer sus conocimientos en materia de desarrollo forestal a los países de la región”. 

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