El peligro de perder todo lo que está en la nube se puede evitar

1. Utilizar una contraseña segura
Se recomienda no usar la misma que para otros sitios. 
 
2. Revisión de seguridad. El usuario debe de ir a Mi cuenta,  de allí ir a Inicio de sesión y Seguridad y seleccionar la opción Revisión de seguridad. 
Allí podrá ver qué dispositivos se conectaron con la cuenta, si hubo algún incidente de seguridad. También puede limitar el acceso de sesión a su cuenta, en diferentes dispositivos. 

3. Utilizar la verificación en dos pasos. En el menú de configuraciones, se puede elegir un método de certificación que puede ser un código que recibe por mensaje de texto.
De esta forma, la próxima vez que se inicie sesión en Gmail deberá introducir el correo y la contraseña y también una clave que le proporcionará el sistema.   

4. Cuidado con los engaños. 
Evitar ingresar la contraseña luego de ingresar a un link que llegue por mail o mensaje porque puede tratarse de un intento de hackeo. Lo mejor es tipear directamente la dirección de Gmail desde el navegador para evitar caer en las redes de los ciberdelincuentes. 

5. Tener presente la actividad de la cuenta. Esta aparece en la parte inferior de la página a través de un mensaje. Allí se podrá ver la información detallada de la actividad, ya sea ver desde qué ordenador se intentó ingresar a la cuenta, si ingresaron desde otros países o si hay actividad fuera de lo común.  

 6. Mantener actualizados sus datos de recuperación. El servicio de Gmail ofrece diferentes opciones para recuperar su contraseña en caso de que el usuario no la recuerde o de que un tercero la haya cambiado. 
 
7. Actualizaciones. 
Con cada actualización los programas reciben optimizaciones y correcciones de errores. Así se reducen las chances de estar vulnerable ante un posible ataque.