En la buena dirección

El reconocido pensador liberal estuvo en Montevideo el miércoles 11, invitado por el think tank uruguayo Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), para plantear su punto de vista sobre la situación de la región y si Uruguay constituye un caso excepcional en el actual contexto latinoamericano.

El análisis del también Presidente de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) no pudo ser más pesimista en relación al conjunto de América Latina, incluyendo la deriva de las tres economías más importantes como son Brasil, México y Argentina. 

Sobre Colombia, que a veces pelea el tercer lugar de la región, dijo que vive un momento dramático ante la posibilidad de que el izquierdista Gustavo Petro gane las elecciones, aunque sin mencionarlo. 

Si en las elecciones de dos vueltas, previstas en este mes y en junio, los colombianos votan “mal”, entonces “América Latina se hunde”, pronosticó. Y si interpretamos bien, esta caída se refuerza si Luiz Inácio Lula da Silva vuelve a la Presidencia de Brasil. 

Las dictaduras de Venezuela y Nicaragua lideran la lista de las gestiones más aberrantes. Pero son los casos más extremos de un modelo de tipo socialista que también llega al poder en buena ley. 

Tiene razón Vargas Llosa en detenerse en el papel de los electores, al que muchas veces no se les presta la debida atención. Votantes que apoyan en las urnas a políticos que conducen en la dirección equivocada, como es el caso del populista Andrés Manuel López Obrador, en México, o el del peronismo en Argentina, cuyas políticas han hundido al país. 

Coincidimos con el ensayista peruano en que la versión del socialismo latinoamericano desemboca en la miseria y facilita la corrupción, como muestran ejemplos vivos de la región.

No podemos más que enorgullecernos de que Vargas Llosa haya ubicado a Uruguay en las antípodas de las políticas de subdesarrollo. “Ojalá que todos los países siguieran la senda de Uruguay”, dijo en su charla en el  Hotel Sofitel.

Ya hemos escrito que “Uruguay está en la buena dirección”. Y a las virtudes del buen funcionamiento democrático, que destacó el disertante, nosotros sumamos las reformas en marcha y proyectadas, en honor a un gobierno que trabaja por la mayoría.

La vigencia de la ley de urgente consideración ha permitido mejorar el déficit fiscal alto, aunque queda más por hacer, y modernizar a las empresas públicas, entre otras cosas.

Deberíamos tomarnos muy en serio las palabras de este gran intelectual liberal para avanzar en las transformaciones que nos alejarían definitivamente de los males enquistados en la región.

Con la reforma de la seguridad social, sobre lo que el presidente en estos días reafirmó su compromiso; políticas antiinfacionarias; la transformación a fondo de la educación; y la adecuación de las leyes laborales, Uruguay se transformaría en un verdadero país modelo.

En definitiva, se trata de una “libertad responsable” para un mejor ambiente económico y social.