Entre el Caos y el Orden y el sentido de la vida en Metal

Por lo general, este espacio no tiene contenidos relativos al metal como género. Siendo este un blog y, por ende, una entidad que se va llenando en función de los descubrimientos de su autor, el metal no abunda porque quien firma no está especializado en la materia. Otros lo siguen, cultivan y observan mucho mejor y con mayor conocimiento de causa.

Sin embargo, el metal como micromundo suele tener en algunos de sus sectores varias de las cosas que cualquier otra escena o género envidiaría. Hace algunos años lo dijo en una nota el propio Gonzalo curbelo, periodista y cantante de La Hermana Menor, una banda perteneciente a una escena ajena al metal: "Si el 40% de los músicos uruguayos de otros géneros tuviera el sentido de unión y propósito que tienen los cultores del heavy-metal, la música uruguaya sería el equivalente a la selección del maestro Tabaréz y sus enmudecedores de vuvuzelas".

En particular hay dos cosas que destacan al género dentro de la plaza local: la fidelidad y el profesionalismo. La primera es notoria: el público metalero en este país quizá no es todo lo masivo que podría pero sí fijo y con un ascenso sostenido que se mantiene con productores que trabajan bien. Los seguidores del metal, de las bandas que lo mueven con seriedad, deberían ser envidiados por cualquier artista: se involucran con las propuestas, pagan la entrada, difunden y además, no esperan nada de aquellos que están por fuera de su suerte de gueto musical. Es por esto que -salvo algunas excepciones- pocos metaleros de ley se quejarían a un medio de la falta de difusión. La gente del metal simplemente trabaja, para ellos y para el que se acerque. Es una escena que se autogestiona y se mira a sí misma con una seriedad poco frecuente en otros géneros.

Esto es lo que define al segundo punto: la profesionalidad. Muchos de los productores vinculados al género se mueven allí o proceden de allí. Ejemplos hay muchos, pero como muestra se puede mencionar a Claudio Picerno, el factótum de los Pilsen Rock y del crecimiento exponencial de grupos como Buitres, Hereford o Trotsky Vengarán además de la proliferación de festivales multitudinarios y de una miríada de conciertos locales e internacionales, hizo sus primeras armas dentro de esta escena. Y no es casualidad.

En medio de todo esto antes mencionado aparece el proyecto de Martínez. Entre el Caos Y el Orden surgió como un simple compilado de bandas del género que en diciembre de 2013 llegó a su sexta edición. El disco, que se entrega en forma de CD desde su primer lanzamiento, es enteramente gratuito y se entrega en conciertos y diversos eventos de difusión. Es lo que quedó de un programa que giró por las radios durante diez años y que simplemente estaba basado en difundir al metal nacional. De alguna manera, Entre el Caos y el Orden siguió la línea difusora de Never Surrender, un compilado que Gabriel Soria (cantante de la banda Crepar) editó años atrás con similares intenciones. "Nuestra idea era preparar bien el compilado para entrar en lugares en los que el género no tenía cabida", cuenta Martínez en este video reportaje de Metal Rem.

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Carniza, Adamantium, Apneuma, C.O.M.A., Celda 22, Crepar, Dark Dimension, Dimwrath, Dawnfall XV, Ecivresotua, Epsilon, Etílica, Experimental, Licaón, Starchild y Subliminal quizá sean una serie de bandas cuyo nombre usted lee por primera vez junto a otras de nombre algo más conocido como Rotten State y Transe Metal Machine. Todos ellos aparecen en esta recopilación, que es saludada con un texto en su envoltorio por el mencionado Picerno. Este es el documento del estado de situación actual de una comunidad, de quienes están dentro de ella y en las márgenes, de quienes la integran y de quienes saben lo que es haberla integrado. Por supuesto, el compilado está disponible para descargar en forma gratuita en este link. Los anteriores se encuentran en el Facebook del proyecto.

Martínez sobre el proyecto, hoy: "En estos 8 años vivimos aquel nuevo período de oro del rock nacional que nos sirvió también en el metal, ya que se vieron bandas pesadas en escenarios grandes y para más público, haciendo que algunos de los jóvenes se pasaran a nuestras filas. Pero la realidad ahora vuelve a ser la de ciclos anteriores, somos esencialmente underground y siempre lo seremos, seguimos bailando con la más fea, metal en un país de poca población con mayoría de veteranos. Pero también tranquilos que acá seguimos, a pesar de tener escaso apoyo de medios o empresas para poder crecer".

Dentro de la enorme variedad de géneros que tiene el metal, las bandas locales aquí mencionadas parecen moverse a sus anchas. Sin embargo, este sexto compilado vuelve a ser una amalgama de sonido parejo, con un orden y una estética definidas y abordables para quienes miran de lejos al género. La virulencia, la destreza y la energía vienen a partes iguales y se nota el nivel de competitividad y posible internacionalización del sonido de muchos de los grupos que lo integran.

Martínez está convencido de que la nueva camada hará su camino yendo a muhco más que lo que hay porque las bases están puestas: "Sobre las bandas en sí, hay grandes profesionales, con años de experiencia y con materiales de primera, y también muchas nuevas, haciendo sus primeras armas. Estamos en un buen momento, más profesional, y quienes queremos que todo mejore estamos mas juntos y haciendo cosas pensando solamente en que las bandas puedan llenar boliches por si mismas y no solo ser soportes eternos de las bandas del exterior".

Sería interesante que muchos espectadores (ni que hablar de los artistas) locales se acercaran al compilado y a eventos como el de mañana que tendrá lugar en en BJ Sala. Aunque más no fuera para ver cómo funciona una escena integrada por gente que vive para ella, todos convencidos de que su técnica, su música y su volumen es lo que pulsa su alma y su espíritu, es un compromiso hasta la muerte. Por lo pronto, la fiesta tendrá hasta piñata y ya está pronta:

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