Es preferible quedarse en Guantánamo que viajar a Uruguay, dice ex preso

Dhiab fue quien, mientras estaba aún recluido en Guantánamo, inició una huelga de hambre y llegó a Uruguay en condiciones de salud críticas. El ex Guantánamo advirtió, en una conferencia que brindó en Emaús América, que retomará las protestas frente a la embajada de Estados Unidos si el gobierno uruguayo no trae a su familia, tal como se lo prometió.

Además reclama que se le otorgue una casa donde vivir con su familia. "Si no traen en los próximos días a mi familia y me dan la casa que prometieron, vuelvo a la embajada de Estados Unidos", dijo. Los refugiados ya habían protestado en ese lugar para reclamar la ayuda del gobierno.

Abu Dhiab se negó a firmar el acuerdo con el Sedhu que es el organismo que representa en Uruguay al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) al que adhirieron los demás ex presos. El sirio considera que esa institución, al estar vinculada a la ONU, pertenece a Estados Unidos, y él rechaza todo lo que provenga de ese país. Estando en prisión se enteró que uno de sus hijos murió en la guerra de Siria lo que aumentó su ira contra EEUU al que responsabiliza de su situación. Estando en Guantánamo inició una huelga de hambre y se le alimentó por la fuerza a través de una sonda que se le colocaba por la nariz.

Su situación es diferente a la de los otros cinco ex presos que se adaptaron a la vida en Uruguay y manifestaron la intención de radicarse en el país. Incluso dos de ellos se casaron con dos uruguayas este año.

Dhiab es sirio y pasó 12 años en la cárcel estadounidense ubicada en territorio cubano. Fue detenido (el 1 de abril de 2002 en Pakistán, donde vivía con su esposa y cuatro hijos.

Las marcas de una docena de años en una celda y las huelgas de hambre que mantuvo allí se muestran en sus demacrados 43 años y la barba salpicada de gris.