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Experto de Unesco sobre el futuro del agua: "Se trata de aumentar la eficiencia hídrica, hacer más de lo mismo con menos agua"
Uruguay viene bajo, al menos, tres años de sequías y mientras que el tiempo no acompañe y las inversiones para asegurar la disponibilidad del agua no lleguen, OSE toma medidas para paliar la situación y seguir distribuyendo el recurso aunque sea con niveles de sodio y cloruros por fuera de la norma. Pero, esas soluciones atan con alambre la problemática de fondo que es la falta de agua de la que tanto se ha hablado por años.
Y ahora, que se puede ver el suelo de la represa de Canelón Grande y la de Paso Severino con un nivel mínimo histórico. Y ahora, que el agua sale salada. ¿Cómo se mira hacia el futuro para gestionar el agua? Esa pregunta es la que las Naciones Unidas –a través de la oficina regional de la Unesco en Montevideo– invitó a responder este miércoles a expertos y gobernantes en "Los Diálogos del Futuro de Uruguay".
El Observador conversó antes del evento con Miguel Doria, hidrólogo de la Unesco para América Latina y el Caribe. A continuación un resumen de la entrevista.
Las sequías van a seguir existiendo. ¿Cómo se debería pensar la gestión futura del agua dulce para asegurar el recurso?
La seguridad hídrica depende de varios factores. Habitualmente se hacen unos estudios que se llaman balances hídricos. Básicamente es lo que llega al país a nivel de cantidad de agua y cómo está saliendo. En casi todos los países una parte va para la agricultura, la industria y la parte urbana. No específicamente para el consumo humano, porque el 95% del agua del hogar no se consume, sino para limpiar la ropa, el piso, regar plantas.
Para mantener ese balance hay que trabajar en las dos formas: aumentar la oferta del agua, la cantidad de agua disponible y reducir o maximizar la eficiencia del uso del agua. Acá el aumento del agua disponible es la recarga de agua de los acuíferos, el agua de lluvia, la desalinización. Todo eso es una forma factible, lo que pasa es que tiene costos.
¿Qué fortalezas tiene Uruguay para poder maximizar el agua disponible?
Uruguay siempre tuvo bastante agua per cápita, agua superficial además, y por eso sale más barato sacar agua de la superficie que hacer una perforación o desalinización. Pero, las cosas han cambiado también a nivel del aumento de la población, el uso del suelo y el cambio climático. Ahora se llegó a una situación en la que la cantidad de agua disponible no es suficiente para los usos habituales y ahí hay que realmente buscar soluciones sobre cómo avanzar en esto.
Todo el sistema de Montevideo fue pensado para una ciudad con una realidad distinta. La distribución del agua y el saneamiento fueron pensadas para menos población y otro usos del suelo y por eso ahora hay que repensarlo.
Hay dos proyectos, uno del gobierno anterior –Casupá– y otro del actual –Arazatí–. Este último plantea que el agua se saque del Río de la Plata, que es una fuente infinita, ¿es una solución pensando en el futuro?
No conozco los proyectos al detalle. Cada país define sus prioridades y con base en eso busca asegurar el acceso al agua potable. Se trata de aumentar la eficiencia hídrica: hacer más de lo mismo con menos agua. Hay varias formas de fortalecer la eficiencia hídrica. La forma en la que está pensada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 es económica: cantidad de dólares por metro cúbico de agua. Pero, se podría medir de otras formas. Por ejemplo, cantidad de felicidad por metro cúbico de agua y ahí tal vez se prefieren los fines recreativos del agua antes de que otros fines.
La parte agropecuaria depende del agua, a nivel físico es agua. Depende muchísimo del agua. Pero, el contexto de abundancia ha hecho que el agua no fuese realmente una prioridad.
¿Qué impactos pueden tener las sequías en la calidad del agua dulce?
El impacto de las sequías no son solo sociales o económicos. Hay también impactos en los ecosistemas. Estamos en una región donde hay una riqueza de la biodiversidad, pero esa biodiversidad también está amenazada. Y el ecosistema más vulnerable, donde hay el mayor número de extinción de especies actualmente, son los ecosistemas de agua dulce. De ahí también la importancia de mantener una cantidad de agua mínima en el curso de agua para garantizar el mantenimiento del ecosistema que es importante a su vez para mantener la calidad del agua. Si se pierde ese equilibrio, después es mucho más caro tratarla.
En los "Diálogos del Futuro de Uruguay", Unesco menciona la necesidad de que haya cooperación entre los países para la gestión del agua dulce. ¿Qué tipo de cooperación propone?
Hay que conocer mejor los acuíferos que existen. Hay una parte del acuífero Guaraní, que se está haciendo con la Unesco y los cuatro países (Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil) para el monitoreo y para promover la cooperación entre los países. Esto requiere investigación y conocimiento, saber cómo interactuar con el agua, tener infraestructura y capacidades humanas.
El acuífero Guaraní es el mayor acuífero transfronterizo del planeta en cantidad de agua. Una parte del límite está en Brasil, pero también está en Uruguay, Argentina y Paraguay. Es un embalse escondido, porque cuando tiene decenas de miles de acumulación de agua de lluvia y en épocas de sequía se puede usar porque es un depósito de agua. La cooperación entre países es porque se necesita conocimiento. Hay que saber dónde está entrando el agua del acuífero o el tiempo que el agua demora de un punto al otro porque es un acuífero enorme.
