Las selecciones uruguayas de fútbol están en un proceso intenso de ajustes de planes, de gestión y de gestación del futuro de una forma, como nunca sucedió en la historia de la AUF (que es riquísima por cierto). Si esto no sucedió antes, no fue porque no hubiera idóneos, sino porque hace 100 años la preparación en el fútbol seguía otros parámetros (en los que Uruguay era innovador y pionero), y hace medio siglo, cuando este deporte empezó a cambiar lentamente sus métodos, Uruguay quedó atrapado en la telaraña de su historia, y tuvo que esperar hasta que en 2006 llegara Tabárez para volver a empezar a encarrilar el rumbo.
El gran aporte de Tabárez, además de haber sabido interpretar la historia, transmitirla a sus jugadores en un sentido constructivo, y adosar conductas, valores y herramientas deportivas para iniciar la refundación de la selección, fue iniciar un proceso de actualización de las selecciones, comenzando con la infraestructura del Complejo de la AUF.
Aunque tu primera reacción frente a esta afirmación pueda ser de descrédito (porque, injustamente, Tabárez tiene más contras que fieles), si empezás a revisar el tema te vas a dar cuenta que silenciosamente se dio así. Y, lo más importante, que inspiró a las nuevas generaciones de entrenadores, que hoy lo suceden (no es el caso de Bielsa, por las dudas, porque con el argentino comparte generación), con buenos mensajes y ejemplos en la conducción de los proyectos deportivos.
Camilo Dos Santos
Nacho González, entrenador de la selección sub 13
¿Sabías que la semana pasada la AUF anunció la creación de la selección sub 13? Sí. Exacto: ahora a los niños los llevarán del colegio al Complejo de la AUF a andar por los mismos vestuarios que Suárez, Cavani, Valverde y Bentancur. Entrenarán en las mismas canchas y absorberán todo eso que se respira en el Complejo.
Esta idea que puso en marcha el director de selecciones, Jorge Giordano, es algo que había dejado flotando Tabárez. Si no se concretó fue porque Tabárez nunca supo darse cuenta a tiempo de que desde 2018 tenía más para aportar desde fuera de la cancha que desde adentro, y que lo terminó traicionando ese carácter indomable. Se fue por la puerta de atrás, cuando tenía aún tanto para seguir aportando desde la organización.
Sin embargo, en los 15 años y medio que estuvo en el Complejo de la AUF, plantó la semilla de la actualización, que hoy sus sucesores transforman en modernización. Y ahí está lo importante. Porque ahora, Giordano (que tomó el modelo de Tabárez, le hizo ajustes, y con gran visión se rodeó de otro histórico del fútbol, el profe Esteban Gesto), pone a andar el futuro.
¿Sabías que en Séptima entrenan igual que en Primera?
Hoy Uruguay ajustó su matriz y los cambios los vas a empezar a ver a partir de 2030. Me vas a decir que falta mucho, pero así son los procesos en en los países que trabajan a largo plazo (algo a lo que no estamos acostumbrados en Uruguay).
Esto de la selección sub 13 habla de actualización de las selecciones uruguayas. De hacer lo mismo que realizan los grandes clubes en Europa (que no ponen en práctica los clubes uruguayos), y de encauzar la formación de los futbolistas del futuro desde el lugar más apropiado para el siglo XXI.
¿Sabías que en Uruguay había un vacío entre el baby fútbol (hasta 13) años y la sub 15 del fútbol juvenil, con los cambios de cancha y de reglas de juego? Y que esta selección sub 13 llega para tender un puente y dar unidad al trabajo desde los 9, 10, 11 y 12 años hasta que culminan su ciclo a los 19, en Cuarta.
¿Sabías que este proceso extiende el modelo de selecciones AUF a edades claves de aprendizaje?
¿Sabías que en Uruguay aún existen clubes que en sus divisiones formativas tienen el mismo régimen de entrenamiento y de preparación que un equipo de primera división profesional? Sí, así como lo leés.
¿Es natural que un jugador de 14 o 15 años en etapa de formación entrene bajo los mismos parámetros que uno de élite? No. Es un disparate. Sin embargo, es lo que está ocurriendo.
En equipos de Séptima división juegan el fin de semana, descansan el día uno, entrenan en un turno los siguientes dos, porque (por suerte desde que en 2009 se implementó el programa Gol al Futuro) todos estudian, el día cuatro y cinco de la semana hacen fútbol para preparar el partido, el sexto bajan las cargas porque juegan al día siguiente y, al séptimo, partido. Y así nueve meses al año, porque tienen que ganar campeonatos para sostener puestos de trabajo. Cuando, en realidad, esos jugadores precisan entrenar, formarse, pulir la técnica, crecer entrenando, y juntarse el domingo a jugar, con una proyección para que a sus 20 años puedan estar compitiendo en el alto nivel, y no enfocados en ganar el fin de semana. Esto último entra en conflicto con lo primero.
Ahora bien, definitivamente la sub 13 llega para introducir un ajuste en la matriz, con un nombre como entrenador que genera ilusión (fue elegido Nacho González -foto- para la tarea) y ponerle algo de lo que ocurre en Europa. Más técnica, más formación, y menos cabeza de Primera División al fútbol formativo. Y un proceso de entrenamientos de 10 a 12 meses, lo que dará continuidad al trabajo durante todo el año.
Bienvenida esta iniciativa y el proyecto para empezar a desdramatizar resultados del fin de semana, aunque será imposible arrancar de nuestra esencia ese espíritu que tenemos los uruguayos futboleros de querer ganar siempre y a todo.
El fenómeno del remo, el hermano menor del fútbol
Y para entender lo que está ocurriendo en el fútbol, me permito una vez más, trazar un paralelismo con el remo.
¿Sabías que la remera Cloe Callorda, de 17 años, oriunda de Remeros de Mercedes, ganó este sábado la medalla de bronce en el single femenino del Mundial sub 19 de Francia?
Cloe Callorda ganó la medalla de bronce en single femenino en el Mundial sub 19 de remo
¿Sabías que Uruguay está entre los 10 mejores del mundo en el medallero de remo?
¿Sabías que Uruguay fue sexto con su doble par peso ligero de Cetraro y Klüver en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020?
¿Sabías que Felipe Klüver fue campeón del mundo sub 23 el año pasado?
Y sabías, porque ya te lo conté, que hay un fenómeno atrás de todo eso, el entrenador argentino Osvaldo Borchi (que parece más uruguayo que vos y yo), quien, como Tabárez, recuperó la identidad del remo celeste, que viene adosada al ADN del ser uruguayo (es un deporte que tiene 150 años en Uruguay, igual que el fútbol) y que no solo está formando remeros de élite sino entrenadores que lo van a suceder en poco tiempo, porque van a seguir su legado.
Borchi es un gran motivador, y sobre todo es un gran predicador del trabajo, la conducta, la responsabilidad y el sacrificio. Después de seleccionar a los mejores, convence a sus remeros que no tienen límites.
Camilo dos Santos
Osvaldo Borchi, entrenador de Uruguay
El domingo, feliz por otro logro, me compartió este mensaje: “Sigamos creyendo en nosotros y en lo que hacemos, ese es el camino a seguir. Nada es por casualidad, si la suerte existe que nos encuentre siempre trabajando”. Y lo comparto con vos porque esa frase es válida para el remo y para todo lo que te propongas.
No tengas dudas, con organización (son claves los dirigentes, y en este proceso del remo el presidente de la Federación, Fernando Ucha, se transformó en un gladiador), buenos proyectos, buenos ejemplos y, sobre todo, amor por lo que hacen, el deporte uruguayo tiene todo para triunfar aunque la primera respuesta que te den esté llena de desconfianza: "¿Uruguay?", "¿Con 3.000.000?", "¿Con la infraestructura que existe?", "¡Es imposible!". No, no es imposible, el fútbol y el remo están mostrando que es posible. Porque este país tiene una tradición deportiva-ganadora de 100 años y eso está en nuestro ADN, que en 2023 le permite a los deportes estar en la élite mundial.