Luego de cuatros meses con cierta estabilidad, la inflación se volvió a acelerar en julio y alcanzó su nivel más alto en lo que va del año. Los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que el Índice de Precio al Consumo (IPC) avanzó 0,77% el mes pasado, con lo que la inflación anualizada se ubicó en 9,56%, tres décimas arriba del 9,29% registrado en junio.
El nuevo dato mensual se situó por encima de las proyecciones de analistas y agentes que consulta mensualmente el Banco Central en su encuesta de expectativas. La mediana de respuestas había proyectado una suba de 0,65%. En igual mes del año pasado los precios habían aumentado 0,52%.
El Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) destacó que la inflación subyacente tuvo una variación mensual de 0,9%, y alcanzó el 9,4% interanual, “reafirmando que las presiones inflacionarias genuinas de la economía no ceden”. En este grupo se refleja únicamente el comportamiento del núcleo duro de la canasta de consumo, sin considerar alimentos no procesados (frutas y verduras) ni los precios administrados (tarifas públicas).
La inflación de bienes transables —aquellos que compiten con el exterior y fijan sus precios en el mercado internacional, tanto porque se exportan o porque se importan— fue de 10,6%, de la mano con subas importantes en carne y alimentos.
Por su parte, la inflación no transable —aquella que responden a factores domésticos— “continúa reafirmándose en torno a 9%, en un escenario de ajustes y correctivos salariales, y efectos de segunda ronda de la suba en alimentos y combustibles”, destacó el CED.
📊El IPC aumentó 0,8% en julio y la inflación se incrementó a 9,6% en los últimos 12 meses.
— CED Uruguay (@ced_uy) August 3, 2022
📈El núcleo inflacionario tuvo una variación de 0,9% mensual y alcanzó el 9,4% interanual, reafirmando que las presiones inflacionarias más genuinas de la economía no ceden. pic.twitter.com/NlVBC1VUz4
En la encuesta de Expectativas de Inflación de julio del BCU los agentes mantuvieron su previsión de una suba de precios de 8,6% para el cierre del año, muy en línea con el 8,5% que estimó el Ministerio de Economía cuando presentó la Rendición de Cuentas. Por su parte, para el horizonte a 24 meses, los analistas prevén que los precios moderen su ritmo de suba a 6,9%, por encima del rango meta inflacionario que estará vigente para ese entonces (3% a 6%).
En tanto la mediana de expectativas de la encuesta a empresarios (recopilada por el INE) se mantuvo estable en 9% para el cierre de año y 8% a mayo de 2024. Esto implica que la política contractiva que está impulsando el Banco Central subiendo la tasa de interés todavía no logra anclar las expectativas de los agentes.
Un informe del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) publicado a fines del mes pasado marcó una proyección de inflación de 9,5% para el cierre de año.
Según explica Cinve, esto se corresponde con un escenario de: a) cotización del dólar en el entorno de $ 42 en diciembre, b) una caída del precio internacional del crudo cercana a 21% (en dólares) en diciembre respecto de junio (mes en que registró un marcado repunte que ya ha prácticamente revertido), c) una actualización de precios de venta de Ancap respecto de la variación acumulada de los Precios de Paridad de Importación (PPI) hacia noviembre; y d) una cierta estabilidad en el precio del ganado en pie. Un nuevo informe publicado este miércoles que contempla el nuevo dato dice que es probable una corrección al alza de las proyecciones.
La semana pasada, el Banco Central del Uruguay (BCU) señaló que “las proyecciones de inflación en el escenario base presentan una evolución al alza en el primer paso (tercer trimestre) para luego mostrar una trayectoria decreciente una vez que los shocks transitorios, vinculados básicamente a los precios de commodities, se van disipando paulatinamente”.
“En este marco, hacia el final del horizonte de política monetaria (HPM) —junio 2024— la inflación se ubicaría en 6,6% interanual”. Esto es por encima del techo del rango-meta que estará vigente desde setiembre de 2022 (entre 3% y 6%). El Informe de Política Monetaria (IPOM) añadió que “esta proyección pasiva indicaría que se requiere un mayor esfuerzo de la política monetaria para ingresar en el rango meta”.
De acuerdo al BCU, partiendo de niveles elevados en el primer paso de proyección, “en el resto del horizonte se daría una desinflación progresiva, guiada por el paulatino endurecimiento de las condiciones monetarias y aumentos de precios administrados compatibles con una estrategia moderada de desinflación”.
También “contribuirían otros factores macroeconómicos, como la dinámica moderada del tipo de cambio nominal y real en la primera parte del HPM y la persistencia de una brecha PIB ligeramente en terreno negativo”.
“Más allá del horizonte de política monetaria, la inflación continuaría descendiendo y llegaría al rango meta a fines de 2024, en el marco de la coordinación de las políticas monetarias, fiscales y de ingresos”, dice otra parte del informe.
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