Inteligencia busca al que divulgó la falsa noticia sobre tráfico de órganos de niños

Más de 100 personas encendieron cubiertas en el Cerro en protesta por el tráfico de órganos de niños raptados. Sin embargo, nadie pudo explicar con precisión qué niño fue raptado. “Me dijeron que” fue la frase que la Policía escuchó más veces entre los manifestantes. La Dirección General de Información e Inteligencia busca el origen del rumor y su posible vínculo con la protesta.

lll Los informativos de televisión uruguayos y la prensa en general mostraron a fines de diciembre de 2001 las revueltas sociales en Argentina, donde los arrebatos a supermercados en busca de alimentos y también electrodomésticos se extendieron por ciudades y provincias. La crisis cruzó el charco y con ella el rumor de que los arrebatos a supermercados se extendían desde el Oeste hacia el Centro de Montevideo. El gobierno decretó feriado bancario el 30 de julio. En la noche siguiente se produjo el primer saqueo a un supermercado, en el barrio de La Aguada. El 1º de agosto, hubo más saqueos y la noticia ocupó la portada de informativos y diarios. Al día siguiente, la Policía dispuso un operativo policial de vigilancia en toda la ciudad, especialmente en las “zonas críticas” donde habían tenido lugar los saqueos. Sobre la hora 16, un rumor comienza a circular por la ciudad: hordas se dirigían al Centro saqueando todo a su paso. A la hora 17, la mayoría de los comercios de la avenida 18 de Julio habían cerrado sus puertas por temor al saqueo masivo que nunca llegó.

Caterine Velázquez falleció en la policlínica de Capitán Tula antes de cumplir un año, el 16 de junio de 2009, por insuficiencia respiratoria. Sin embargo, la pediatra que la estudió confundió una pomada para paspaduras con semen. Las cámaras de varios canales de televisión mostraron cuando sus padres, Ana Freire, de 30 años, y Washington Velázquez, de 40, salieron esposados rumbo a la comisaría, por existir sospechas de que su hija había muerto producto de una violación. “¿Violaste a tu hija?”, le preguntó un periodista a Washington, minutos después de que le informaran que había muerto su hija. “¿Tiene pruebas de que es inocente?”, preguntó otro periodista. Washington era inocente pero, a diferencia del resto, debió demostrar su inocencia. Un tercer periodista informó en horario central que la bebé “fue violada y como consecuencia de ello, llegó al centro de salud muerta”. Aún no había fallo judicial al respecto. Sin embargo, la falsa noticia sobre la violación corrió como reguero de pólvora. Algunos vecinos, indignados, prendieron fuego la casa donde vivía la pareja que recién había perdido a su hija menor. Sus otras dos hijas se quedaron sin hermana ni hogar. La familia demandó a los canales de televisión por los daños ocasionados.

Si bien el lavado de dinero existe desde que un delincuente convierte sus ganancias mal habidas en bienes, el lavado como modalidad organizada se afincó en la plaza bancaria uruguaya a fines de la década del 1980. Desembarcaron el narcotráfico, el crimen organizado, la trata de personas. Los secuestros son cada vez más frecuentes, mientras que el sicariato llegó en los últimos años, como advirtió el fiscal de Corte, Jorge Díaz, en el programa En la mira de VTV. Estas modalidades delictivas que hace décadas parecían propiedad de México, hoy están presentes también en Uruguay. Sin embargo, el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, dijo a El Observador que aún no hubo casos de trata de órganos ni de secuestro de niños para esos fines. Aunque la Policía se mantiene alerta, Uruguay también ha estado libre de atentados terroristas.