Hubo un tiempo en que el pan se horneaba todos los días en casa. Hubo un tiempo en que las panaderías trabajaban con sistemas artesanales. Hubo un tiempo en el que el pan tenía sabor a pan. Hubo un tiempo en el que había tiempo, entre otras cosas para esperar pacientemente al pan, para que leudara naturalmente durante 10, 15 o más horas.
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