La apuesta de Disney
Al igual que todas las grandes cadenas de producción y distribución de contenidos del mundo, Disney decidió en los últimos años una fuerte apuesta al negocio del streaming con el lanzamiento mundial de su app Disney+. Se trata de un cambio trascendente en la lógica de consumo de contenidos, con mayor poder para que el usuario decida qué ver y cuándo (sistema on demand), proceso que se había iniciado con la llegada de Netflix. Y sobre todo, con la explotación directa del producto por parte de las cadenas (sistema OTT, u Over The Top) a diferencia del modelo que rigió durante todos estos años, en que el intermediario con el televidente eran las empresas de tv para abonados.
Para hacer la situación más compleja para las empresas de TV para abonados de la región (y más beneficiosa para Disney), el gigante estadounidense compró en 2021 la cadena Fox, por lo que la oferta deportiva del cable en los países sudamericanos pasó a ser casi un monopolio de Disney, a través de ESPN y Fox Sports, lo que incluso llevó a que en algunos países los gobiernos obligaran a Disney a vender activos de Fox. Disney hoy tiene un gran poder de negociación frente a las empresas de abonados, ya que posee los canales de ESPN, Fox, Natgeo y Disney.
La alianza con Tenfield
En Uruguay hasta hace aproximadamente un mes los cables seguían teniendo una gran forma de escapar de la dependencia de Disney: el fútbol uruguayo, disponible a través de Tenfield en la grilla de la TV para abonados y de sus plataformas de streaming. Pero ya se veía en el horizonte el siguiente paso: la alianza entre Disney y Tenfield/GolTv.
El primer paso de esa alianza se dio cuando Disney compró a fines de 2021 todo el paquete de derechos internacionales de Goltv, es decir, las ligas de Uruguay, Perú, Ecuador y Venezuela, para explotarlas en el mercado externo de esos países.
En febrero de este año se selló el siguiente paso en Uruguay: la venta de los derechos de streaming también para el mercado local, lo que hace que desde este fin de semana se pueda ver el fútbol uruguayo, a través de internet, en las pantallas locales de Star+.
La decisión de Tenfield de cortar lazos en streaming tomó por sorpresa a las empresas de cable, aunque no pudieron hacer nada porque el contrato entre ambos estaba vencido y no hubo instancias de negociación, informaron a El Observador fuentes del sector.
Se trata de una alianza muy conveniente para ambos: a Goltv/Tenfield le permite vender un recurso que tenía subexplotado hasta ahora, como muestra el contrato vencido con las empresas de tv para abonados. Otro ejemplo fue la negociación de los derechos de streaming de las Eliminatorias 2022, que terminaron cediendo a los cables recién en la tercera fecha del torneo. Pero además le permite a Tenfield internacionalizar el producto fútbol uruguayo, algo que hasta ahora le había costado mucho.
Con el acuerdo, Disney, a través de Star+, aterriza en el mercado del fútbol local agregando ese contenido a su grilla, con el objetivo de captar usuarios que apuesten a tener en sus dos apps, Disney+ y Star+, todo lo que les interesa. Y lo hace de forma indirecta, sin meterse en la explotación de los derechos, lo cual le saldría más caro y le implicaría el desgaste en la relación con la AUF y con los clubes, por temas como los desembolsos de dinero o las fijaciones de fecha y hora de partidos.
Para Goltv/Tenfield, además, significa asociarse con un potencial competidor, y despejar el camino para la nueva negociación de derechos del fútbol local, una vez que se venza el contrato con la AUF en 2025. Sencillamente, no hay competidores que aparezcan en el mapa, salvo que la AUF decidiera explotar directamente el negocio.
En 2025 la AUF volverá a poner a la venta los derechos para cable separados de los de streaming, tal como hizo con la Eliminatoria, aunque en ambos casos Tenfield tiene la posibilidad de igualar la mejor oferta, lo que es una gran barrera de entrada para otros competidores. En la Eliminatoria, Tenfield adquirió los derechos de tv y streaming, y negoció luego con Antel y los cableoperadores locales. En ese contexto, no es lógico pensar que Disney se meta a competir.
La competencia con los cables
Más allá de que la llegada de Star+ aceleró los plazos de la transformación del mercado, la estrategia de Disney ha sido cauta: ir avanzando paso a paso y sin poner entre la espada y la pared a las empresas de cable en este punto en concreto. En ese sentido, el aterrizaje del fútbol uruguayo en Star+ recién se dio el 18 de marzo, con el campeonato ya iniciado.
En el futuro inmediato los cables tienen la ventaja de que la edad promedio de sus clientes finales es mayor, y es difícil que se vayan a una opción de streaming. Y por ahora también les queda la carta de los canales locales, que son los únicos que le compiten al fútbol en rating. Y junto a ello, los partidos de la selección en las Eliminatorias.
En general los cables no ven que el mercado vaya a cambiar de un día para otro, y apuntan a que incluso la sobreabundancia de opciones de streaming pagas pueden llevar a algunos clientes a volver al cable como fórmula más económica. Star+ anunció precios desde US$ 24.99 ($ 1.079 al cambio actual) para clientes nuevos (US$ 27.99 en combo con Disney+), mientras que el abono del cable con el paquete fútbol ronda los 1.600 pesos para nuevos contratos.
Un escenario de negocio que se vislumbra para las empresas de cable es el de pasar a ser un broker de venta de los servicios de streaming de las cadenas internacionales. Es decir: que el cliente siga contratando el servicio de la empresa de TV para abonados y pueda acceder a varias plataformas de streaming por el mismo precio. Hoy las empresas de cable tienen algunos acuerdos puntuales, como con HBO Max o Paramount+, por ejemplo, e incluso Cablevisión y Directv ofrecen Star+ por un precio extra al de la cuota normal. En ese escenario de colaboración, otro punto que aparece en el horizonte es la posibilidad de que Star+ sume a su grilla a los canales abiertos de Uruguay.
De todos modos, los cables saben que el mercado tal como se conoce tiene fecha de caducidad, y más pronto que lo que se pensaba hace un año. Más en Uruguay que en otros países, por la gran penetración y calidad de internet. Por ese mismo motivo, como Disney sabe que en otros países la apuesta a streaming no será tan fácil, no le sirve pelearse con socios como Directv que son quienes seguirán distribuyendo sus señales. Y a los cables no les sirve un enfrentamiento con uno de sus principales proveedores. Saben que tendrán que repartir la torta entre más jugadores.
Pero el proceso no deja de ser traumático para algunas empresas de cable, sobre todo las del interior, que no tienen tanta capacidad de adaptarse al streaming, y que se quejan que Disney impone condiciones cada vez más duras: de hecho decidió retirar de los cables a partir de abril las señales Star Life, Disney XD, NatGeo Kids, Nat Geo Wild y FX Movies, que se van para las apps de la cadena. “Están teniendo prácticas totalmente desleales con la industria de la tv cable”, dijo a El Observador Washington Melo, presidente de la Cámara Uruguaya de Televisión para Abonados (CUTA), que nuclea a más de 90 empresas del interior. “Por un lado Disney está compitiendo y vendiendo, pero además está haciendo abuso de posición dominante. Ya pasó en enero que sacaron algunos canales y generó molestia en los clientes. Son más de 30 canales, es contenido irremplazable. Imponen condiciones que quieren y es tómalo o déjalo”.
Los cables buscan internet
Conscientes que el cambio en el mercado no tiene marcha atrás, lo que quieren las empresas de cable entonces es poder empezar a explotar la distribución de internet, como hacen buena parte de las empresas del rubro en el mundo y que en Uruguay no está permitido. Está previsto en el proyecto de la nueva ley de medios, lo que transforma la aprobación o no de la ley en un hito clave para el mercado. Los cables del interior pretenden que se le quite la posibilidad a empresas internacionales como Directv, y ésta alega que eso significaría una discriminación y un incumplimiento del tratado de protección de inversiones con EEUU. Desde el sector apuestan a que una vez pasado el referéndum por la LUC se abra el camino para la aprobación de esa ley, aunque los socios de la coalición no logran ponerse de acuerdo sobre el texto.
Por otro lado hay una vía más rápida a la que apuestan los cables del interior: un recurso de inconstitucionalidad contra el artículo 56 de la vigente ley de medios, que impide a las empresas de cable vender servicios de internet. Ya hubo un fallo de la Corte favorable a los cables en 2016, ante un recurso presentado por las empresas de Montevideo, pero eso tampoco significó que se les otorgara la licencia.
Nuevamente opina Melo: “Lo que está pasando es una constatación de que los cables somos rehenes de la legislación uruguaya en un modelo que se agotó en el mundo”. También hizo referencia a que durante la pandemia los canales abiertos uruguayos aumentaron un 30% el precio que le cobran a los cableros del interior por sus señales. “Vas a tener que vender una grilla a dos mil pesos, lo cual es inviable. En cambio al vender servicios de internet, el cliente va a poder contratar lo que desea. Va a haber libertad de empresa. Ahí también somos totalmente discriminados por el Estado uruguayo frente a las empresas de telefonía, porque ellos pueden dar todos los servicios que quieran porque lo dan por ip, no los abarca la ley de medios”.
La negociación con Antel
Una vez que se apruebe la nueva ley de medios, si es que se logra, aún espera otra negociación entre Antel, dueña del tendido de fibra óptica, y las empresas interesadas en explotarla, lo que incluye a las telefónicas y a las empresas de cable. Los cableoperadores de la capital apuntan a poder usar el tendido de Antel porque entienden que la red de fibra de la empresa estatal tiene capacidad ociosa, por lo que sería más eficiente, mientras que las empresas del interior defienden la idea de usar las redes que ya tienen instaladas para el cable.