El Poder Ejecutivo anunció los nuevos precios de los combustibles que regirán desde el martes de 1° de julio y por dos meses hasta setiembre, cuando será la próxima revisión de acuerdo a la nueva metodología.
La nafta Súper 95 sube $ 0,25 (+0,3%), y pasa de $ 78,47 a $ 78,72 el litro como precio máximo de venta al público.
Por su parte, el gasoil 50S aumenta $ 1,05 (+2,2%), y pasa de $ 47,03 a $ 48,08 el litro como precio máximo de venta en las estaciones de servicio.
En tanto, el supergás baja $ 7,69 por kilo (-8,7%) y pasa de $ 88,46 a $ 80,77. Con ello la garrafa de 13 kilos tendrá un costo al público de $ 1.050 (sin envío).
Los hogares de menores ingresos (beneficiarios Mides) tienen rebaja de 50% y pagarán $ 525 por una garrafa de 13 kg.
Con la decisión adoptada el gobierno amplía a casi el doble el subsidio en el precio de este energético que se mantiene por debajo del Precio de Paridad de Importación. Ese subsidio se financia con un sobreprecio de $ 1,5 en cada litro de nafta y gasoil que se comercializa en las estaciones de servicio.
El precio de comercialización del supergás envasado en Uruguay ha estado históricamente por debajo de los costos de producción e importación. En los últimos 10 años ese subsidio implicó que Ancap resignara ingresos por más de US$ 500 millones.
Hasta mediados de 2022 el subsidio estaba diseñado sobre el producto y llegaba de manera generalizada a todos los consumidores, sin importar su condición socio-económica.
Luego hubo cambios y se implementó un subsidio focalizado en la población de menores recursos que paga la mitad. Al mismo tiempo, se mantuvo un subsidio para el resto de los usuarios y que se había reducido en el último tiempo.