La misteriosa encuestadora mexicana acusada de “guerra sucia” que desembarcó en la campaña electoral uruguaya

Un pdf de 10 páginas publicado el 8 de mayo en el sitio web de la consultora mexicana Gabinete de Comunicación Estratégica lleva por título “Elecciones”, debajo dice “Uruguay”, y en el documento muestra cifras propias de intención de voto por partidos y candidatos. Es la primera vez que esta empresa extranjera divulga un sondeo sobre las elecciones uruguayas, que regularmente son estudiadas por las consultoras locales reconocidas –Cifra, Equipos, Factum, Opción y Radar–.

De acuerdo al sitio web de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), todos sus clientes son mexicanos, desde medios de comunicación a partidos políticos y gobiernos de ese país. Y los estudios que tienen publicados online son todos sobre México, salvo uno: la reciente encuesta en Uruguay.

En México tiene una larga historia con grandes manchas, acusaciones de formar parte de una “guerra sucia” electoral y de trabajar de forma corrupta para favorecer al principal partido de ese país.

La relación entre GCE con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) existe desde su génesis en 2007: su presidente, y uno de sus socios fundadores, es Liébano Sáenz, secretario particular del presidente mexicano priista Ernesto Zedillo (1994-2000). Su socio, también fundador y director general de la consultora, es Federico Berrueto.

De acuerdo al documento publicado por GCE semanas atrás han hecho encuestas en Uruguay cada mes desde enero, pero en mayo fue la primera vez que las difundieron.

En diferentes elecciones desde 2009, GCE ha mostrado una mayor preferencia por el PRI que los votos efectivamente contabilizados posteriormente en las urnas. 

Previo a las últimas elecciones nacionales en México, celebradas a mediados de 2018, el entonces candidato y actual presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, acusó a esa consultora de ser parte de una “guerra sucia” en su contra, en la que también participaba la inescrupulosa Cambridge Analytica, según la versión del político.

"La mafia está mandando hacer encuestas millonarias para intensificar la guerra sucia, resaltando mis supuestas debilidades. Contrataron a la empresa Cambridge (...) y a GCE de México”, publicó el 5 de noviembre de 2017 en Facebook. Un mensaje similar compartió en Twitter.

El escándalo de Cambridge Analytica

En sus posteos, López Obrador adjuntó un documento elaborado por GCE que mostraba una encuesta sobre el perfil del candidato. El sondeo incluía preguntas respecto al conocimiento de la población de que sus hijos tenían cargos en su partido político, Morena. La gran mayoría lo desconocía, y luego se les consultaba si le parecía correcto. También se preguntaba por integrantes del partido político con presunta implicación en casos de corrupción.

De acuerdo al documento, “la mayoría de aspectos que asocian a AMLO” tenían “una connotación negativa (40,4%)”, y al elaborar los conceptos vinculados al candidato en el imaginario colectivo se destacaban “desconfianza” y “mentiroso”.

Preguntas sesgadas

Durante esa campaña electoral mexicana aparecieron unas extrañas encuestas hechas por una voz grabada que incluían información negativa sobre determinados políticos, y se presentaba como un cuestionario “de solo dos preguntas para evaluar los perfiles de los candidatos que presentan diversos partidos políticos”.

La primera decía: “Morena tiene en su lista de candidatos a senadores plurinominales a Nestora Salgado, quien está siguiendo un proceso penal acusada de secuestro. Dice estar viviendo en Canadá, huyendo del delito de fraude en contra del sindicato minero. Si usted tenía conocimiento, presione 1. Si usted no tenía conocimiento, presione 2”.

La segunda iba en el mismo sentido: “¿Considera usted que presentar a candidatos con estos antecedentes demuestra la intención de López Obrador de instalar una amnistía que permita perdonar delincuentes, secuestradores y narcotraficantes?”. La grabación no indicaba a qué encuestadora representaba.

Ante esta situación, y entrevistado como experto por Milenio TV, Federico Berrueto de GCE definió a este tipo de sondeos como improductivos. “Esta no es una encuesta, es un acto de propaganda. Es una técnica que se llama ‘encuesta de empuje’, que viene del inglés ‘push poll’, y es una manera de ir sembrando información. Pero además son llamadas grabadas, ni siquiera son con una operadora. En otras palabras, la capacidad que tiene este tipo de técnicas de cambiar la opinión que se tenga es bajísima. Incluso creo yo, para el que lo haya financiado, creo que es contraproducente. Creo que no le afecta e incluso le puede beneficiar a López Obrador”.

Sin embargo, en su opinión no está mal si alguien las hace. “(Hablar de) guerra sucia hace creer que las campañas debieran ser rosas, tersas, limpias. En ninguna parte del mundo son así, es parte del juego electoral”.

Lo que no decía Berrueto en esa entrevista es que ese no solo era un servicio que ellos brindaban, sino en el que se consideraban expertos. Entre junio de 2009 y marzo de 2010, en el sitio web de GCE se ofrecían abiertamente las push poll y se explicaba de qué se trataba, según constató El Observador a través de Internet Archive, una organización que recopila cómo eran los sitios web en determinado momento de la historia.

“Consiste en campaña de persuasión indirecta. GCE es líder en el mercado con la más amplia experiencia en la materia. En 2007 realizamos más de 2 millones de llamadas con operadora con resultados sumamente exitosos. Se han desarrollado diálogos y se cuenta con el personal para que la encuesta de persuasión cumpla con los objetivos. En la última edición del programa se incorporan los nombres y datos personales de las personas que tienen simpatía con el candidato, lo que permite fortalecer el trabajo de campo y, en su momento, la movilización electoral. La información se presenta por sección electoral, código postal o colonia (barrio) para que pueda ser utilizada en el trabajo territorial. Los datos se clasifican en electores duros o decididos y electores potenciales; debe darse tratamiento distinto para cada caso”, se decía en la página.

El sitio web también explicaba el servicio brindado de “posicionamiento de precandidato”. “A través de comunicación telefónica se realizan campañas para posicionar nombre y/o propuesta del precandidato. Se han seleccionado diálogos y procedimientos de comunicación eficaces para los objetivos, lo que evita incurrir en supuestos de actos anticipados de campaña. Los diálogos son de un máximo de 3 minutos a través de operadora. También se pueden utilizar llamadas grabadas con mensaje del candidato”.

Otro de los servicios ofrecidos era el de “movilización para la elección”. “Con base en el trabajo previo, los registros de estructura electoral (se sugiere obtener los teléfonos celulares de todos los colaboradores de campaña, especialmente movilizadores) o en función de tendencias de votación regionalizadas por sección electoral, se realiza la movilización a los electores. Esto tiene lugar en el último día de campaña; asimismo, el día previo a la elección y el de la elección se realizan llamadas a la red de simpatizantes y estructura electoral”.

La descripción de estos servicios fue retirada del sitio web en marzo de 2010.

En Uruguay, varias personas han recibido llamadas de supuestas encuestas que utilizan ese método. El Observador no pudo comprobar qué empresa está detrás de esas encuestas y, consultada por este medio, Gabinete negó ser la encuestadora responsable.

El programa Así nos va, de radio Carve, informó esta semana de llamados de ese tipo realizados con preguntas dirigidas a destacar a Juan Sartori.

La grabación no identificaba a ninguna encuestadora y el captor no mostraba el número telefónico desde donde provenía ese llamado. La encargada de comunicación de la campaña de Sartori, Noelia Franco, dijo al programa radial estar al tanto de esas encuestas, pero que no provenían de su comando.

Las dos encuestadoras que se interesaron en Uruguay

El pasado 9 de mayo La República, Montevideo Portal y el sitio web Planeta Político, difundieron la noticia de que Gabinete de Comunicación Estratégica había realizado una consulta en Uruguay. El último de estos medios pagó a Facebook para promocionar la noticia. 

La encuesta realiza un careo entre los distintos precandidatos blancos y el favorito del Frente Amplio, Daniel Martínez. Allí señala a Juan Sartori como el que tiene más posibilidad de derrotar al exintendendente de Montevideo: 43,5% de intención de voto para el frenteamplista frente al 34,1% del empresario devenido en político, lo que da una diferencia de 9,4 puntos porcentuales (a Lacalle Pou le daba una diferencia de 11,3 puntos y a Larrañaga de 34,6).

En entrevista con El Observador, el director comercial de Gabinete, Peter Gwillim, dijo que nadie los contrató para realizar la encuesta, sino que se hizo como parte de su “estrategia de promoción”, y dijo que es la primera vez que realizan un trabajo para un país “tan al sur” en América Latina. 

“Si me pregunta si estamos tratando de entrar en Uruguay como objetivo puntual, no. Simplemente aprovechamos que ustedes están en un muy interesante proceso electoral, que afecta toda la región, y tomamos esa información que le puede ser de relevancia tanto a ustedes uruguayos como a toda la región como para posicionarnos en el mercado”, explicó Gwillim.

El directivo de Gabinete negó haber mantenido cualquier contacto con los precandidatos uruguayos o sus equipos, y señaló que la empresa espera realizar al menos una encuesta más antes de la elección interna y dos o tres más de cara a la elección de octubre. Gwillim dijo que contrataron a un proveedor local para las entrevistas personales, aunque se negó a dar el nombre de ese proveedor por razones contractuales.

Gabinete no es la única consultora mexicana interesada por la campaña uruguaya. La firma Massive Caller (que hace encuestas telefónicas y push poll) también se encuentra haciendo consultas en Uruguay. 

La encuesta publicada el 15 de mayo, que consta de 1.000 consultas telefónicas y tiene un margen de error de más menos 3,4%, señala que el precandidato blanco Luis Lacalle Pou es el favorito a ganar las elecciones con 24,5% de la intención de voto, frente al 23,7% de Daniel Martínez. La mayoría de los precandidatos no aparecen ni siquiera mencionados (de hecho el 18,2% declara tener intención de votar a "otro candidato"), y tampoco hay detalle de intención de voto por interna.

El director y fundador de esta compañía, Carlos Campos Riojas, dijo a El Observador que empezaron a realizar consultas sobre aprobación de gobierno y de intención de voto en enero y que el objetivo es “promocionar” su encuestadora, así como proveer a su aplicación de contenido de interés para usuarios uruguayos. La aplicación tiene un costo de suscripción mensual para acceder a los resultados de sus estudios. 

La empresa realiza encuestas telefónicas en las cuales una contestadora hace las preguntas y los consultados responden sí o no apretando una tecla de su teléfono, ya sea de línea o móvil. Esta empresa también se dedica a hacer push poll, algo que calificó como una herramienta para hacer propaganda y no como una encuesta real. 

Campos Riojas reconoció que durante los primeros años de la consultora realizaron "campañas negras" contra rivales políticos, aunque dijo que su firma ya no lo hace más. Esta estrategia, que según el especialista es utilizada por todos los asesores políticos de México, sirve para dar información negativa sobre los candidatos contrarios. 

"No hacemos campaña negra, pero push poll sí, y nos va muy bien. De todas formas, cuando empezábamos hace un año hacíamos lo que fuera, incluso campaña negra, pero ya no", explicó.

El especialista negó cualquier vínculo con los precandidatos uruguayos y sus equipos de campaña, y dijo que hasta el momento no ha hecho trabajos de push poll en Uruguay. Sin embargo reconoció que está en la búsqueda de clientes locales y dijo que por esa razón viajó el 7 y 8 de mayo para asistir a Wecomm, un congreso de Comunciación Digital, que se realizó en el local Kibon Avanza. 

Denuncia presidencial

El presidente de México, López Obrador, encabezó el pasado 14 de marzo una conferencia de prensa con varios de sus funcionarios. Uno de ellos fue Santiago Nieto Castillo, que dirige la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Allí denunció a GCE de haber sido parte de la “guerra sucia” electoral en la campaña al triangular fondos provenientes del entonces gobierno del PRI para la realización de una serie que enchastraba a AMLO, Populismo en América Latina, estrenada justo antes de la votación.

“Esta sociedad anónima también fue partícipe en la guerra sucia contra el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador”, dijo Nieto Castillo, y anunció que el gobierno llevaría el caso a la justicia. La acusación fue rechazada por GCE en un comunicado.

(Producción: Natalia Gold)