El expresidente José Mujica charlaba con Ricardo Pérez Manrique cuando la sonrisa de Juan Sartori los interrumpió. El precandidato nacionalista saludó uno por uno a los dirigentes de todos los partidos políticos que habían llegado al Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo para firmar un “pacto ético” contra la difusión de “noticias falsas”.
En segunda línea, los precandidatos frenteamplistas Mario Bergara y Óscar Andrade bromeaban acerca de la campaña mientras tomaban mate. A unos metros, las anfitrionas la vicepresidenta Lucía Topolansky y la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Bottino, reían mientras aguardaban la llegada del ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
Después de varios días en que habían empezado a tirarse con munición gruesa, los precandidatos se mostraron distendidos y en un ambiente de cordialidad, aprovecharon la ocasión para hacer un alto en las campañas, reducir las tensiones y unirse en la lucha contra las “fake news”.
Convocados por la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), los partidos se comprometieron a no generar ni promover campañas de desinformación “en perjuicio de adversarios políticos” y a promover entre sus afiliados y militantes la necesidad de “buenas prácticas de convivencia en el manejo de las redes sociales”.
Por estar en campaña en el interior, los nacionalistas Luis Lacalle Pou, Jorge Larrañaga y Enrique Antía, los colorados Julio María Sanguinetti, José Amorín Batlle y Ernesto Talvi, y la frenteamplista Carolina Cosse, se excusaron de participar aunque manifestaron su compromiso a través de cartas. “La lucha contra las fake news es responsabilidad de todos, ya que no solamente son responsables quienes directamente integran el sistema político, sino la sociedad en su conjunto”, señala el texto acordado y expresa que “la posibilidad de que este cuestionado fenómeno se instale también en Uruguay, por simpatizantes de diferentes sectores políticos, no es de descartar”.
El presidente de APU, Fabián Cardozo, destacó el carácter inédito de la propuesta por haber sido impulsada por los trabajadores y ser autorregulada por los partidos.
Además de la firma del pacto, se propuso la capacitación de los periodistas a través de cursos que permitan detectar las noticias falsas y se planteó la posibilidad de crear un mecanismo de chequeo rápido de información.
Pese a que estaba anunciada su presencia, complicaciones de último momento hicieron que el presidente Tabaré Vázquez se ausentara en la firma del pacto. El Poder Ejecutivo estuvo representado por el prosecretario Juan Andrés Roballo. El presidente envió una carta en la que expresó su “convencimiento de que actividades como estas profundizarán aún mas las raíces democráticas de nuestro país” y señaló que el gobierno estaba dispuesto a trabajar “en favor de esta lucha”.
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