Darren McGrady es un chef británico que durante once años fue uno de los cocineros personales de la reina Isabel II. Entre 1982 y 1993 fue responsable de las cuatro comidas diarias de la monarca y de su esposo, Felipe, incluyendo los banquetes servidos en visitas de dignatarios extranjeros. Después de esa etapa se mudó del palacio de Buckingham al de Kensington, donde cocinó para la princesa Diana de Gales y para sus hijos, Harry y William. En esa posición permaneció hasta 1997, cuando Diana murió en un accidente de tránsito.
Sobre ese episodio habló McGrady en los últimos días en una entrevista con la emisora australiana KIIS. El chef, que ahora trabaja en un restaurante propio en Texas, donde se radicó luego de declinar una oferta del príncipe Carlos, contó que el día del accidente estaba esperando a Diana con la cena preparada. "Estaba ahí, con la comida servida esperando que volviera. Esa espera fue horrible, horrible. Era muy raro que demorara y no llegara en el horario que había avisado. Y luego supe la noticia".
McGrady, de 58 años, recordó además los gustos culinarios de la princesa, de quien apuntó que en el momento que entró a su servicio, ya había superado completamente los trastornos alimenticios como la bulimia, que la habían afectado durante su juventud. Entre sus preferencias estaban las verduras rellenas y las carnes blancas, como el pollo y el pescado. Las carnes rojas eran raras en la mesa, donde solían predominar los platos sanos.
El cocinero también develó algunas curiosidades de la cocina real. Contó, por ejemplo, que nunca le decían si a la Reina le había gustado o no lo que había preparado, pero que la monarca tenía un pequeño cuaderno en su escritorio en el que anotaba frases como "no quiero esto de nuevo". Mientras que Isabel rechaza sabores fuertes como el del ajo y la cebolla, McGrady contó que es fanática del chocolate, y que cualquier preparación que lo incluya recibe inmediatamente su aprobación.
También señaló que es disciplinada en sus comidas, y que no suele servirse grandes porciones ni consumir productos en exceso. Entre sus platos favoritos, señaló el croque monsieur, un sándwich asado con queso gruyere, jamón y huevo batido, y el tradicional plato británico fish and chips, compuesto por pescado frito y rebozado con papas fritas.
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