Si Donald Trump pierde la reelección el 3 de noviembre a manos del candidato demócrata Joe Biden, habrá dos momentos que la historia señalará como grandes puntos de inflexión en la campaña. El primero fue su foto, Biblia en mano, frente a la capilla St. John’s el 1 de junio. Y el segundo fue el lunes por la noche, cuando tras pasar el fin de semana internado por coronavirus en el Hospital Militar Walter Reed, se paró en lo alto de un balcón de la Casa Blanca y se despojó aparatosamente de la mascarilla.
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