El 17 de marzo de 2014 se diagnosticó un único caso de ébola en Liberia, África occidental. Era el
paciente cero de una epidemia que hasta la fecha ha infectado a más de 20.000 personas y matado a casi 8.000. La pregunta es clara: ¿cuándo acabará?
Investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina), Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Maranhão (Brasil) y la Universidad de Boston crearon un modelo matemático de
cómo se difunde el virus del ébola y predicen su erradicación para mayo de 2015.
El modelo matemático incluye varios factores: quien no sufrió la enfermedad es clasificado como “susceptible” de tenerla y un enfermo se clasifica como fallecido o superviviente. Entre los últimos se puede distinguir entre los que son tratados en el hospital y los que no y entre los fallecidos se diferencia entre los que fueron enterrados siguiendo las medidas de seguridad y los que no, según informó
MIT Technology Review.
Con estos factores, el modelo se basa en la probabilidad de que cada individuo pase de un estado al otro, según datos recogidos en el campo: Liberia, Sierra Leona y Guinea. En particular, el equipo relevó la movilidad de las personas de una zona del país a otra para calcular la tasa de infección.
“Al contrario de otros modelos usados para describir epidemias de ébola, nuestro modelo nos permite explicar cómo la difusión dentro de Liberia se debe a la movilidad entre distintos países”, afirman los investigadores en el
estudio publicado en el archivo ArXiv de la Universidad Cornell.
Al no ser efectiva la prohibición de viajar, dado que la gente se traslada de todas formas, los científicos aseguran que la obligación de acudir a un centro oficial de tratamiento y de que todas las víctimas sean enterradas de acuerdo a un protocolo de seguridad establecido por la
Organización Mundial de la Salud reduce significativamente la velocidad a la que se difunde la enfermedad.
De esta manera, la tasa de infección cae por debajo del umbral crítico necesario para mantener una epidemia.
Al aplicar su modelo, el equipo demuestra que la epidemia debería acabarse para mediados de mayo de este año. Si las medidas se hubiesen tomado antes, la epidemia se acabaría en marzo. “Y en el número total de personas infectadas se hubiese reducido en un 80%”, explican.