Las nuevas dinámicas de trabajo traen más espacios cerrados en las oficinas

Así lo visualiza Francisco Vázquez, presidente de 3G Smart Group, dedicado a la servicios de consultoría, ingeniería y arquitectura corporativa, que está presente en 15 países, incluído Uruguay.

"Los nuevos modelos generan que no solo tienes que cerrar espacios para que las personas se concentren, sino generar espacios cerrados para que los equipos trabajen juntos. Con esto el número de espacios cerrados empieza a crecer", apuntó Vázquez, que el próximo miércoles 12 estará en Montevideo para la cuarta edición de The Smart Conversations, un foro organizado por su compañía y dirigido a reflexionar sobre la transformación cultural de las organizaciones.

Vázquez opinó que este fenomeno de comenzar a contar con más espacios cerrados gracias a la recuperación de reuniones de equipo y la interrelación física, va de la mano con un menor desarrollo del esperado de la realidad virtual y aumentada en el mundo corporativo, que llevó en un momento a pensar que se harían conferencias por holografías, sin necesidad casi de moverse para comunicarse. .

Lo que sí hoy está en auge a nivel de sedes corporativas es analizar de qué manera los asistentes virtuales y la inteligencia artificial pueden facilitar tareas: "en los entornos de trabajo lo que estamos ya aplicando asistentes virtuales, tipo Siri, al cual le puedes pedir desde guiarte en una sede corporativa hasta reportar gastos, a que te recuerde citas o programe accesos".

El efecto cowork

Dentro de las tendencias de los últimos años, Vázquez encuentra muy interesante el fenómeno de los cowork, que ha respondido a las necesidades de las startups, y considera que es ha acelerado el cambio de los espacios de trabajo en las grandes compañías.

Como una alerta importante para las empresa, señala que existen ejecutivos que deciden no ir a trabajar a la sede corporativa sino hacerlo desde coworks -"porque allí se encuentran más a gusto"- pagando de su propio bolsillo.

"Tengo un caso en España de un cliente que creó un area de innovación. Lo primero que hicieron (los integrantes de esa nueva área) fue irse a un cowork porque no podían trabajar donde estaban. Para la empresa eso es durísimo.¿Cómo se soluciona esto? Haciendo el ejercicio de adaptarse a la nueva realidad, de repensar los espacios, de rediseñarlos. Hacemos muchas oficinas de Google en el mundo, y son 100 veces más atractivas que cualquier cowork. Lo que tienen que hacer las compañías es transformar el espacio al nuevo mundo en el que estamos viviendo, sino la gente empezará a irse y perderán talento", comentó.

Para Vázquez, ante un entorno tan cambiante, la única manera de encarar los espacios de trabajo es como si fueran un proyecto "en beta", " a prueba y error" paragonando la manera que en el sector tecnológico se trabaja con la fabricación de software. "Hoy día la sede corporativa es un elemento vivo, en constante cambio. Establecemos relaciones con los clientes casi del estilo de un abogado, que trabaja asistiendo. Medimos, ajustamos, diseñamos. Es un proceso de acompañamiento completo", explicó.

El experto aconseja no moverse por las modas en materia de sedes corporativas, sino encarar la transformación con un sentido y un propósito.

Triple impacto

El ciclo de charlas Smart Conversations, que se lleva adelante en varios paises, se está enfocando en los impactos positivos que traen aparejadas las transformaciones en los entornos de trabajo. "Somos firmes creyentes de que se puede hacer todo con triple balance, impactar positivamente en la sociedad, en el planeta, y además ganar plata. A través de los conversatorios reflexionamos sobre de qué manera la transformación del espacio puede impactar positivamente. Por ejemplo si una compañía pone un modelo flexible de trabajo, de entrada y salida, no solo afecta al empleado sino también tiene impacto social en sus familias: el padre puede llevar al hijo al colegio, no tiene que hacerlo la abuela; si están enfermos, pueden trabajar desde casa. Los modelos flexibles también impactan en reducción del uso de transporte, y con ello tienen impacto positivo a nivel planeta. Esto es un ejemplo de cómo las compañías a la hora de plantearse un modelo de trabajo pueden analizar no solo funcionalidad, sino también cómo están impactando en la sociedad y el planeta", amplió.

Las Smart Conversations están ligadas al adn de la compañía, al decir de Vázquez. La empresa se creó en 2000 en España con foco en la arquitectura. En 2006 detectan "que esto no iba solo de espacios, sino que había que tener en cuenta a las personas, la tecnología". Fue en ese momento que crearon las Smart Conversations, "para poder entender qué pasaba en la sociedad, traer exponentes del mundo de las personas, de negocios, del mundo digital para crear conversaciones entorno a temas menos ligados a la arquitectura" y poder integrar esos conceptos al diseño de espacios de trabajo .

La compañía, que está instalada en Uruguay desde hace seis años, pasó entonces de diseñar espacios corporativos y de retail a ser un grupo de empresas, que hoy incluye a cerca de 40 compañías en 15 países, que aportan distintas "capas de valor". El grupo participa en las 40 compañías, en la mayor parte en 100% y en otras con participaciones menores. Además tiene alianzas con IBM y Microsoft.