Juan Samuelle

Lluvias y boom de precios: los US$ 1.000 millones extra del campo

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25 de febrero de 2021 a las 16:37

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Los planetas se están alineando para el agro uruguayo en 2021el motor más dinámico que tendrá la economía uruguaya y que ayudará a salir del agujero que dejó la pandemia. Luego de un fin 2020 y arranque en enero complicado por la falta de lluvias en gran parte del país, el clima dio una tregua y regó de buena manera en una etapa clave para cultivos como la soja. Si no pasa nada raro con los precios y el tiempo, este año ingresarán a Uruguay al menos US$ 1.000 millones adicionales respecto a 2020 solo por exportaciones  del campo. Los detalles y proyecciones rubro por rubro te los cuento en esta nueva entrega de Rincón y Misiones. 

Llovió en una etapa crítica y las previsiones son alentadoras 

Las lluvias del verano se hicieron rogar por unas cuantas semanas desde la entrada del verano, a tal punto que prácticamente la totalidad del país fue declarada bajo zona de emergencia agropecuaria por las autoridades del Ministerio de Ganadería. La preocupación de ganaderos, agricultores, tamberos y granjeros tocó su pico a finales de año y principios de enero, cuando las altas temperaturas esfumaron la poca humedad que tenían los suelos. 
Sin embargo, desde fines de enero y ya con febrero a punto de culminar, las precipitaciones se hicieron presentes (en lugares hasta por demás). Eso cambió el ánimo y renovó las brisas de optimismo para el sector agropecuario en un año que continuó a todo vapor con sostenidas subas para granos, lácteos y celulosa, mientras que la carne espera con optimismo el avance de la vacunación para que algunos consumidores top como los países europeos vuelvan a demandar los cortes más selectos de los ganadores uruguayos. En volumen, China sigue mostrando su fortaleza como destino y los valores los festejos del Año Nuevo en ese país se mantuvieron firmes.

Los datos oficiales de la Encuesta DIEA del MGAP estimaron un área de intención de siembra de soja (el cultivo estrella de Uruguay) del eje de las 903 mil hectáreas. Empero, las previsiones privadas manejan una superficie más cercana del 1 millón de ha. Esto básicamente porque hubo una ventana para sembrar una mayor cantidad de chacras con sojas de segunda, con el incentivo de un precio en los mercados internacionales que no paraba de batir máximos hasta consolidarse sobre los US$ 500 por tonelada, un valor que los agricultores no vieron durante el último quinquenio. 

Si bien en pleno déficit hídrico había bastante pesimismo sobre el rendimiento que se obtendrá de la oleaginosa en la zafra actual -que comenzará a cosecharse en poco más de un mes-, las últimas lluvias y la respuesta que mostraron los cultivos cambiaron esa perspectiva con un rendimiento por ha que superaría los 2.000 kg, muy similar a los casi 2.171 kg de la campaña pasada. Además, las proyecciones de un buen rendimiento para las sojas de segunda (50% del área) llevarían a acortar la brecha tradicional con los resultados que se obtienen de las primeras trillas de la zafra, las que sacan el mayor potencial para este cultivo. 

Bajo ese escenario, el saldo exportable de soja de Uruguay para este año rondará los 2,2 millones de toneladas. Te lo paso a números redondos y gruesos. Con un precio promedio del orden los US$ 500, eso implicaría un ingreso de divisas por unos US$ 1.100 millones en 2021, unos US$ 400 millones por encima de los US$ 748 millones que partieron de los puertos uruguayos el año pasado. 

La agricultura viene con el viento en la camiseta desde la última campaña de invierno, que fue récord en materia de rendimiento. Buena parte del casi 936 mil toneladas de trigo que se levantaron el último bimestre de 2020 se exportará en el correr de este año, también en medio de una cotización que hoy está US$ 30 por encima de los US$ 220 por tonelada del año pasado. Lo mismo ocurrió con la cebada, con una zafra que orilló 900 mil toneladas. Esto seguramente se traducirá en una mejora de ingresos del eje de los US$ 100 millones. Parte de esa producción salió a fin del año pasado, pero el grueso será embarcado este año.

Mientras que para el arroz las perspectivas también son alentadorasLa cosecha rondaría 1,3 millones de toneladas, alrededor del 10% por encima del año pasado. Y los valores son más que interesantes. Este mes Uruguay cerró un negocio para exportar 60 mil toneladas a Irak, que saldrán en abril-mayo a un precio de casi US$ 700 la tonelada. Por tanto, para este año la facturación por las ventas al exterior de arroz estará unos US$ 200 millones por encima del año pasado (por mayor volumen y precio promedio).

Carne, lácteos y madera

Juan Samuelle
La faena crecería alrededor de 10% en 2021, a unos 2,2 millones de cabezas..

El 2020 dejó un cierto gusto amargo para la cadena cárnica. La pandemia golpeó a mercados claves en distintos períodos (primero fue China y luego Europa). La faena bajó (también por un incentivo para recomponer el stock vacuno) y las exportaciones cayeron 11% a casi US$ 1.600 millones. Sin embargo, 2021 asoma con otra cara. La demanda china volvió a su normalidad y con precios firmes, mientras que Europa mostró señales alentadoras en las últimas semanas con una recuperación sostenida para los valores de la cuota Hilton (incluye cortes premium del trasero -lomo, bife y cuadril-) que Uruguay vende a ese mercado. 

A nivel privado y también desde el INAC, la previsión es de un crecimiento de la faena vacuna este año. La faena crecería alrededor de 10% en 2021 (a unos 2,2 millones de cabezas). En carne, eso implica 50 mil toneladas más disponibles de las cuales unas 35 mil se irán para el exterior. Las restantes 15 mil seguramente sustituyan importaciones porque la carne de los vecinos (Brasil y Paraguay) no está barata este año. 

Por tanto, esas 35 mil toneladas excedentes -a un precio promedio de US$ 4.000- permitirá una mejora de ingresos por unos US$ 140 millones en 2021 por las ventas de carne vacuna al exterior. Dejo de lado la exportación de animales en pie porque acá no es tan sencillo proyectar volumen de ventas a futuro. 

Los lácteos, otro rubro relevante en la estructura agroexportador (US$ 648 millones en 2020) atraviesa una coyuntura más que interesante. La leche en polvo entera -el principal producto de exportación- alcanzó en las últimas semanas su mayor cotización en cinco años en las subastas virtuales y quincenales que realiza el gigante lácteo Fonterra de Nueva Zelanda. La remisión de leche creció 6% en enero (el 2020 fue récord en materia de producción con casi 2.100 millones de litros) y con un mercado internacional firme, los ingresos brutos en dólares por el comercio al exterior de lácteos también crecerán este año

Finalmente, en el caso de la celulosa el precio mejoró casi 15% en China y alrededor de 30% en Europa en lo que va de este año. Por tanto, manteniendo el mismo volumen de exportación del año pasado, la facturación va a tener un piso de crecimiento por unos US$ 200 millones. A esto hay que sumarle las ventas por madera bruta (chips de madera y rolos de pinos). 

Otro factor que se sumó a esa mejora de precios es una cierta estabilidad e incluso presión alcista para el tipo de cambio. En otros boom de commodities, el tipo de cambio suele deprimirse, algo que hoy pasa en otros emergentes. Sin embargo, en Uruguay, el dólar avanzó casi 2% en febrero y volvió a los $ 43 en el mayorista, su mayor cotización desde fines de octubre. Para la competitividad del agro este en un combo casi perfecto: precios más caros y dólar fuerte. Resultado: más pesos para licuar su estructura de costos internos.

¿Cuántos millones más pueden volcar el agro?

En números gruesos, las agroindustrias uruguayas van a generar US$ 1.000 millones adicionales frente a 2020 por concepto de exportaciones, contemplando los mayores ingresos por soja, trigo, cebada, arroz, carne vacuna, celulosa y lácteos. Este número es una aproximación y fue estimado en base a proyecciones gruesas o con variables (como los precios de los commodities) que son complejas de estimar a futuro. De todas formas, no parece haber dudas que este 2021 será un muy buen año para toda la cadena y eso es una buena noticia para la recuperación de la economía. Si bien con un motor solo no alcanza, es un comienzo.El Ministerio de Economía espera que la economía recupere los niveles prepandemia recién en el tercer trimestre. 

La construcción será otro de los aliados para la recuperación este año, algo que ya se está reflejando en los mayores niveles de empleo de los últimos meses en este rubro. Otros motores como el consumo privado (por un empleo flojo y caída del ingreso real) y el turismo -jaqueado por el cierre de fronteras y un tránsito de personas por el mundo que estará todavía muy lejos de ser normal este año- seguirán flaqueando. La marcha del proceso de vacunación contra el covid-19 en Uruguay y el mundo definirán cuándo y cómo será la recuperación para estos sectores. Recién ahí estaremos ante una recuperación más vigorosa y palpable de la actividad económica. 

Soy Ándrés Oyhenard, editor de Economía y Empresas de El Observador. Hasta aquí esta nueva entrega de Rincón y Misiones, la newsletter exclusiva para suscriptores Member de El Observador para entender mejor la realidad económica y los temas que tocan nuestro bolsillo, y contar con mejor información para tomar decisiones. 

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