Al igual que la tierra y el agua, la atmósfera es cuna de vida. En ella habitan bacterias que crecen y viven allí arriba, donde también tienen origen las nubes. Sin embargo, la comunidad científica se sorprendió al encontrar en este hábitat en el cielo mucha más cantidad de organismos de lo que se pensaba existían hasta ahora.
Según publicó la revista científica
Plos One, un equipo de científicos de la
Universidad de Aarhus, en Dinamarca, terminó de analizar granizo que habían recuperado tras una tormenta en 2009. Los resultados arrojaron lo inesperado: encontraron distintas especies de bacterias que suelen encontrarse en las plantas y alrededor de 3.000 compuestos químicos que, por lo general, se hallan en el suelo.
Según recoge el diario español
ABC, en la mayoría de las piedras de granizo que se analizaron se reiteraban tres especies de bacterias, que podrían ser los habitantes más comunes de las nubes.
Para los investigadores, esta selección refleja ciertos procesos que tienen lugar en el transcurso de la vida de una nube y que afectan a las bacterias de forma distinta.
A su vez, los autores señalaron que estos procesos de selección podrían tener implicancias tanto en el desplazamiento como en la distribución geográfica de los microbios sobre el planeta.
Para el investigador Ulrich Gosewinkel Karlson, quien participó del estudio, lo que en un principio fue un mero trabajo descriptivo sobre la comunidad bacteriana en un hábitat poco explorado se convirtió en "una prueba indirecta de procesos de vida en la atmósfera, como la selección de bacterias y su crecimiento".