Los viñedos, donde la sequía en verano es bienvenida

“Todo viene bárbaro en los viñedos, el clima está ayudando de forma notable y ojalá todo siga así”, expresó a El Observador Ricardo Cabrera, presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi).

La sequía que a otros sectores productivos tanto ha complicado es un factor que incide en una adecuada madurez de las uvas, sobre todo a sido de alto valor esta última secuencia de mayoría de jornadas con altas temperaturas durante el día y noches frescas.

“Calculo que en un mes, capaz un poco más, vamos a estar cosechando uva de excelente calidad, como pasó en la vendimia de 2020, incluso puede superarse aquello que fue muy bueno, pero también hay que tener en cuenta que todavía falta una buena parte del camino por recorrer”, advirtió.

Otro aspecto que derivó del buen estado del tiempo para la viticultura en esta zafra es que no hay existido casos notorios de dificultades sanitarias, lo que permite bajar los costos productivos al no tener que recurrir a tratamientos fitosanitarios.

Un año de crecimiento

El año 2020 se recordará por parte de muchos como el de la emergencia sanitaria por la pandemia mundial de covid-19, pero también, en este sector de la producción nacional, por un doble crecimiento.

Por un lado, en lo interno, aumentó un 13% el consumo de vino. Eso, en parte, se explica por una mayor demanda derivada de las restricciones indicadas en la movilidad: la gente se quedó más en casa y consumió más esta bebida.

Pero, apunto Cabrera, también se ha percibido una mayor actitud de gente joven de optar por el vino, teniendo eso como pilares clave la calidad de la producción y un precio muy competitivo en el mercado.

El otro crecimiento sucedió en las colocaciones externas, que aumentaron 17%, con una colocación marginal de vino a granel, en un incremento que se apoya casi totalmente en el vino envasado, cumpliendo el objetivo que el sector se ha trazado de potenciar las colocaciones en el exterior de vinos con valor agregado.

Sede propia al cierre de 2021

Cabrera, en otro orden, destacó que avanza a buen ritmo ahora la construcción de la sede propia del Inavi, en un predio vecino al cruce de las rutas 5 y 48, en el acceso a Las Piedras. El predio, de 8.000 m², fue adquirido en 2013 cuando el presidente del Inavi era José Lez. Se espera que la sede propia sea estrenada a fines de 2021. Disponer de esa infraestructura, dejando atrás la vieja sede que se arrendaba desde la creación del Inavi hace 32 años, permitirá avanzar en la eficiencia de la gestión y en la prestación de diversos servicios.

Otros emprendimientos

Otros temas en los que Inavi está avanzando, concluyó su presidente, son los de la georreferenciación de los viñedos, los planes de reconversión vitícola, un plan de educación para estimular el consumo responsable y un conjunto de convenios que se están diseñando en acuerdo con otros actores del sector agroproductivo, como lo son la Facultad de Agronomía, la Escuela Nacional de Enología, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y la Federación Uruguaya de Grupos CREA. 

Los antecedentes

En la vendimia del año pasado se cosecharon 93.182.150 kilos de uva que permitieron vinificar 69.939.531 litros.

Todo eso con base en un área de viñedos nacional de alrededor de 6.000 hectáreas.

En la vendimia del año 2020 participaron 861 productores de uva y de las 164 bodegas inscriptas hubo 149 que elaboraron vino.