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Brad Pitt le hace juicio a Angelina Jolie en medio de su divorcio: las razones
Aunque se divorciaron en 2019, los dramas legales entre Angelina Jolie y Brad Pitt continúan. Tres años después del final legal de su vínculo como pareja, los actores se enfrentan ahora a causa de un viñedo en el sur de Francia del que ambos eran propietarios. Pitt demandó a su exesposa por "violar los derechos contractuales" y por "daños y perjuicios" luego de que la actriz vendiera su parte.
El viñedo en cuestión está ubicado en la localidad de Correns, en el sur de Francia. La plantación de vides y fábrica de vinos está acompañada por el Chateau Miraval, un castillo en el que la pareja de estrellas de Hollywood se casó en 2014, y en el que pasaron varias vacaciones junto a sus hijos.
Según la denuncia, publicada por la revista People, Pitt acusa a Jolie de haber dañado a propósito la reputación de la bodega Miraval, nombre con el que se comercializan los vinos allí producidos. El actor asegura que él construyó la marca hasta convertirla en "un negocio global multimillonario y uno de los productores de rosado más respetados del mundo" y que Jolie "no contribuyó en nada". Lo que llevó a Pitt a acudir a la justicia fue la decisión de la actriz de vender su parte del viñedo "a un extraño", sabiendo que él buscaba adquirirla.
De acuerdo a los abogados del actor, Jolie tomó esa decisión con la intención de "hacerle daño" a su exesposo. Pitt asegura que la venta fue hecha en secreto y violando sus derechos contractuales, y su objetivo es que la venta se declare nula.
En julio del año pasado, Jolie denunció que Pitt le estaba bloqueando la venta de su parte del viñedo Miraval. "Después de todos estos años de intentar dejar de ser socios comerciales con su exmarido en términos financieros aceptables, la señora Jolie está deseosa de cerrar el acuerdo pendiente para su venta y solicita que el tribunal emita una orden para levantar el acuerdo que impide que cada parte tome decisiones u haga operaciones sin permiso de la otra parte de la pareja".
La venta se concretó en febrero de este año, a una empresa filial del grupo ruso Stoli, propiedad del magnate Yuri Shefler, quien según Pitt está "empeñado en tomar el control de Miraval”
