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Madeira, el pueblo de ensueño portugués que hay que visitar al menos una vez en la vida
Quizás típicamente conocida por ser el lugar de nacimiento de Cristiano Ronaldo -CR7- la región de Madeira, en Portugal, es una de las zonas del país más amadas por los turistas y particularmente por los amantes del calor, la naturaleza y el mar.
La ciudad y las playas no tienen nada que envidiarle a las hermosas costas italianas, españolas o francesas: hoy en día, este destino se posiciona como uno de los mejores de Europa para la temporada de verano.
Un dato curioso sobre Madeira
Por su origen volcánico, la isla de Madeira tiene una geografía sumamente accidentada: grandes montañas de hasta 1860 metros sobre el nivel del mar protagonizan el paisaje. Lo curioso es que la actividad volcánica, irónicamente, convirtió la zona en una sumamente fértil y actualmente casi toda la superficie está cubierta de vegetación.
Fue por sus selvas y la abundancia de la madera, que se le dio el nombre Madeira. También, por lo rico en nutrientes de su suelo, la gastronomía es excelente: pueden encontrarse plantíos de plátanos y vides, con las que se produce el famoso vino de Madeira, muy usado en la cocina portuguesa.
Más allá de sus hermosos paisajes y extensos campos verdes, Madeira también es digna de admirar por su arquitectura: la capital, Funchal, es una gran ciudad que parece salida de la Europa del siglo XV, donde priman las construcciones góticas y barrocas de la época.
Dicho esto, claro está que visitar la región de Madeira si o si tiene que ser parte de la bucket list de viajes. Para quienes decidan tomar ese avión, estas son cinco cosas que sí o sí hay que hacer al llegar a está isla portuguesa:
1. Las levadas de Madeira
Las levadas son canales de agua que recorren gran parte de la isla de Madeira. Se crearon originalmente para abastecer de agua la región del sur, mucho más seca que la región del norte: a mediados del siglo XVI se comenzaron a construir estos canales de agua a lo largo de toda la isla.
Debido a su montañosa geografía, la construcción de estos canales fue un gran esfuerzo por parte de los habitantes de la isla. Muchas levadas están -literalmente- esculpidas en las paredes rocosas de las montañas y en muchas ocasiones atraviesan túneles: es una serie de construcciones completamente imperdible.
Estas levadas se pueden recorrer y esto constituye uno de los mayores atractivos turísticos de la isla. Existen senderos paralelos a las laderas por los cuales se puede caminar y tener una tarde de trekking y hiking con un paisaje inigualable.
2. Gastronomía de lujo
No es noticia que la gastronomía portuguesa sea una de las mejores y más amadas del mundo, pero está región de Portugal se destaca por sus increíbles ingredientes, sus sabores tropicales, los tintes frutales y la originalidad.
El maracuyá y el pez sable son dos ingredientes que protagonizan muchos - por no decir casi todos - los platos de la cocina de la región: en cualquier restaurante de la isla se encontrara algun item en la carta que incluya uno de estos dos ingredientes, o ambos, y es una combinación de lujo.
La Honey Cake (Torta de Miel) -conocida también como Torta de Navidad- y los scones con mermelada de frambuesa son los dulces preferidos de la región y no hay dudas de que cualquier amante del azúcar se enamorara de ellos.
Para quienes quieran un trago fresco de media tarde, la zona de Madeira es conocida por tener uno de los mejores mojitos de la región, siempre de maracuyá. También, la isla es conocida por su buen ron y este protagoniza muchos de los cocktails: el más tradicional es el Poncha, un trago tradicional de ron, miel, azúcar y jugo de naranja o limón.
Claramente el helado no podía quedarse atrás: el sabor clave de la isla es el helado de arroz con leche y canela - suena bien argentino - y lo mejor es que el helado es súper barato, en casi todas las heladerías un cucurucho sale tan sólo dos euros.
3. Porto Moniz
Porto Moniz es una de las atracciones turísticas más concurridas de la isla por sus "piletas infinitas" naturales. Los recovecos de las formaciones volcánicas se llenan de agua salada que fluye desde el mar y forman este accidente geográfico que ha sido replicado por la arquitectura incontables veces. Es indiscutiblemente la mejor forma de aprovechar una tarde calurosa y soleada.
4.Arte y más arte
Es un país europeo y está en la zona de la península ibérica, por lo que no sorprende que uno de los atractivos de la isla de Madeira sea el arte. Sin embargo, en esta región el arte toma una forma más creativa e interactiva que en otras ciudades, no sólo del país, sino del continente: lo distintivo de la isla de Madeira es que casi todas las puertas de los edificios o los locales gastronómicos y demás están pintadas con obras de arte originales e impactantes.
5. El jardín tropical de Monte Palace
Abierto al público desde 1991, esta obra maestra ubicada en Monte fue realizada por José Berardo e incluye una de las colecciones de azulejos más importantes de Portugal: los azulejos exhibidos en medio de la vegetación tropical representan varias épocas, provenientes de palacios, iglesias, capillas y casas particulares de todo el antiguo imperio portugués.
La mayoría de ellos describen eventos sociales, culturales y religiosos. De estos se destacan una puerta del siglo XVIII, enmarcada por un frontispicio de capilla, con dos figuras laterales que sostienen las piedras de los Diez Mandamientos y una espada; y 40 paneles de azulejos que cuentan la historia portuguesa, comenzando con el reino de Dom Afonso Henriques y terminando con un panel dedicado a la Tercera República.
(El Cronista)
